12.30.2008

Los Doce del Patíbulo (1967)… ¡Esas eran películas de guerra!


Aunque en una época un tanto snob de mi vida, desprecié y rechacé el cine de acción, el tiempo me hizo madurar y darme cuenta que hay películas buenas, excelentes y soberbias en cada género. Y Los Doce del Patíbulo es una de esas películas de acción, guerra y balazos que aún sorprende.

Pero vamos por partes. La maquinaria gringa ha sido la única capaz de convertir al género bélico en una apología que incluso, por muchos años, les sirvió como propaganda pro capitalista, por lo tanto, la mayor parte de sus productos, hasta promediar los 70, era de bastante baja y dudosa calidad con algunas honrosas excepciones. Los Doce del Patíbulo es una de esas excepciones, aunque no por los motivos por los que generalmente una película de guerra lo es, es decir, no es una cinta antibélica, muy por el contrario, en la época fue criticada por su extremada violencia. Tampoco se trata de una película que filosofe sobre los efectos sicológicos de un conflicto armado. No es una cinta que aborrezca a los comandantes, generales, presidentes que por intereses políticos sacrifican la vida de millones de personas y ni siquiera tiene el contenido sarcástico de aquella obra maestra que es Dr. Strangelove. No. Los Doce del Patíbulo se pasa por el trasero todas aquellas observaciones y se dedica exclusivamente a la acción, pero de la buena, bien dosificada, explosiva, emocionante, con algunos toques de humor negro, buenas actuaciones y una edición salvajemente bien concebida.

No extraña, en todo caso. Dirigió Robert Aldrich, un tipo que durante toda su carrera, entre los 50 y los 70, se especializó en cine de corte comercial, en películas de acción, algunos pololeos con el terror y unos pocos dramones. Entre sus logros destacan cintas como Apache (1954), El Último Atardecer (1961), la famosísima ¿Qué Pasó con Baby Jane? (1962) de la que fue director y productor, y la primera versión gringa de The Longest Yard (1971) que ha tenido una infinidad de remakes, la mayoría de ellos bastante indignos. Es en la cúspide de su carrera, que Aldrich toma la dirección de Los Doce del Patíbulo, centrándose en la figura del Mayor Reisman (Marvin), un tipo duro y fogueado, experto en guerrillas, al que se le encarga liderar un comando que tiene como fin una misión suicida en el corazón de un asentamiento nazi. Como la misión es suicida, se le ordena escoger para su escuadrón sólo soldados que por diferentes motivos disciplinarios están pagando algún tipo de condena en a cárcel militar: un tipo que fue miembro de la mafia, un ex oficial con problemas disciplinarios, una fanático religioso, un negro activista… en fin, un lote variopinto del que Reisman se convierte en comandante y mentor, rescatando lo mejor de las cualidades de cada uno de sus impetuosos subalternos y cuando él y la audiencia ya se han encariñado bastante con el dispar equipo, éstos deben partir a cumplir con su misión que, cosa rara en el cine mainstream, tendrá algunos giros bastante sorprendentes.

A pesar de su superficial sencillez, la película igual toca temas como el patriotismo, el racismo, el individualismo y la redención. Ya dije que no filosofa demasiado sobre estos tópicos, pero le da cierto peso al guión y contribuye a justificar la misión final y el tiroteo consecuente.

Hay que reconocer que esta maravilla de cinta bélica tuvo secuelas horribles, la primera de ellas de 1985 en la que, lamentablemente, Marvin fue otra vez protagonista. Mejor no hablar de ciertas cosas. Prefiero quedarme con el original, una película de guerra de aquellas, bien hecha, sin mayores pretensiones, ideal para ver a cualquier hora, cualquier día y que se ha convertido en toda una obra maestra del género, no sólo gracias a sus tres nominaciones al Oscar en esa época (Mejor Actor Secundario para Cassavetes, Mejor Edición y Mejor Sonido) y por un reparto que incluyó a los machos recios más cotizados de la época si no que, creo yo, por levantar la figura de Marvin como tipo rudo pero con corazoncito. Inolvidable.

LA PELICULA
Los Doce del Patíbulo
(The Dirty Dozen)
1967
145 minutos
Dirigió Robert Aldrich
Escribieron Nunally Jonson y Lukas Heller, basándose en la novela de E.M. Nathanson
Produjeron Raymond Anzarut y Kenneth Hyman
Editó Michael Luciano
Música de Frank De Vol
Fotografía de Edgard Scaife
Actuaron Lee Marvin, Charles Bronson, John Cassavetes, Telly Savalas, Donald Sutherland, Richard Jaeckel, Ernest Borgnine, Robert Ryan, George Kennedy, Trini López y una larga lista de extras con pinta de nazis...

12.23.2008

Tommy (1975)… La madre de las Operas Rock en el Cine


No es muy fácil hablar de Tommy, la obra que su mismo director, Ken Russell, ha llamado “la única ópera rock de la historia del cine”. Cierto o no, la película es un manjar, un deleite audiovisual como pocos y señera en muchos sentidos, algo así como El Acorazado Potemkin de las óperas rock o de la generación del LSD, junto con el monumental documento musical y sensorial que es Woodstock.

Uniéndose a la andanada progresiva y conceptual de la época, los muchachos de The Who, liderados por el guitarrista Pete Townsend, se despacharon un discazo doble titulado Tommy en 1969, en el que a través de una serie de canciones pobladas por diversos personajes y situaciones, cuentan la historia de Tommy (la voz de Roger Daltrey), un muchacho que luego de presenciar el asesinato del amante de su madre en manos de su padre, se vuelve a si mismo ciego, sordo y mudo, convirtiendo su interior en un complejo mundo sensaciones y expresándose externamente sólo a través del pinball o flipper, como es más conocido por estos lares. Una serie de acontecimientos, lo llevan a recuperar milagrosamente sus sentidos y a convertirse en una especie de mesías seguido por miles de seres humanos que juran que el cerrarse al mundo exterior es la pomada de la nueva era.

Esa es la base del disco y de la película. Pero Russell hizo algunos cambios al momento de hacer el guión, para darle un giro más dramático a las acciones y por supuesto, acompañado por los muchachos de The Who, creó un mundo estrafalario y desbordante para rodear las avanzadas composiciones de la banda. Usando al mismo Daltrey como protagonista, el film sigue el camino de este muchacho que se niega a sentir, sus paseos por diferentes iglesias paganas en busca de una cura, la codicia de su madre y padrastro quienes descubren en su talento para el pinball una veta de oro; las alucinaciones de Nora Walker (Ann Margret), la madre de Tommy y la conversión del muchacho en una especie de profeta lisérgico y un gran final en donde la música, así como en toda la película, ocupa un lugar de privilegio, convirtiéndose en la varita mágica que da sentido y vida a la desbordante imaginería de Russell y de los chicos de The Who que, por esos años, estaban en la cima de su creatividad.

Entre los personajes, destaca Elton John como el Local Lad, rey del pinball antes de la llegada de Tommy; Oliver Reed como el aprovechador padrastro y Tina Turner como la Reina del Ácido, uno de los personajes que intenta sacar a Tommy de su mutismo. Entre las secuencias, el surgimiento de la iglesia de Tommy, la visita al seudo profeta (Eric Clapton) que propicia el culto a Marilyn Monroe y por supuesto, las volátiles secuencias de Tommy frente a los espejos, en los cuales parece reconocer su reflejo a pesar de la ceguera de desconocidas causas que lo afecta. No hay mucho que criticarle a Russell respecto de la adaptación que hizo del álbum. Si bien el orden original de las canciones es alterado para darle mayor dinamismo a la historia, no hay un diálogo o palabra que no sea cantado, respetando así el concepto original. Bueno, no sorprende tanto, considerando que gran parte de la filmografía de Russell está consagrada a grandes músicos (incluyendo la alocada Lisztomania, con Daltrey como protagonista y musicalizada por Rick Wakeman, el teclero más famoso de Yes), pero que quizás es más reconocido por los freakies del cine por haber dirigido la extravagante película de sci fi Estados Alterados, un alucinante viaje en reversa al original, instintivo y violento ser humano de comienzo de los tiempos.

Criticada y alabada por partes iguales, lo cierto es que Tommy es un ícono en la historia del cine y la música. Quizás las palabras de Russell que mencioné en el primer párrafo suenen soberbias, pero con la perspectiva de este tiempo, si no es la única sí tiene el honor de ser la primera ópera rock de la historia de cine, antecedente directo de The Wall y un hito para todos aquellos fanáticos del cine y la música por partes iguales.

No sería la única obra de The Who llevada al cine. Años después, sería el turno de Quadrophenia, aunque no con el éxito de Tommy, una de esas obras que marcaron con fuego la historia de la música rock y gracias al talento de Ken Russell en combinación con el de Townsend y compañía, también la historia del cine.

Me voy a ahorrar los datos del disco y de la película porque son enormes y cada edición de los discos en diversos formatos incluye o excluye temas, así es que si quieren saber detalles del disco pinchen acá y para la ficha técnica completa de la película, aquí.

Saludos a todos y Feliz Navidad y Año Nuevo!!!

LA PELICULA
Tommy
(Tommy)
1975
111 minutos
Dirigió Ken Russell
Escribieron Ken Rusell y Pete Townsend, basado en el disco homónimo de la banda The Who
Produjo Robert Spottiswoode Organization
Editó Stuart Baird
Música de Pete Townsend
Fotografía de Rick Bush y Ronnie Taylor
Actuaron Roger Daltrey, Ann Margret, Oliver Reed, Elton John, Tina Turner, Jack Nicholson, Eric Clapton, Pete Townsend, John Entwisttle, Keith Moon y un montón de extras en ácido...

12.22.2008

A MÉLIÈS CON CARIÑO: Highlander


Como crear un mito moderno con una película que nadie quería hacer.

Título Original: Highlander
Año: 1986
Director: Russel Mulcahy
Escrita por: Gregory Bilden, Larry Ferguson y Peter Bellwood
Reparto: Christopher Lambert, Sean Connery, Clancy Brown, Roxanne Hart y una manga de locos con espadas.

Bueno, como principio, unas disculpas por haberlos tenido botados durante tanto tiempo pero tuve que no solo cumplir mis deberes laborlaes sino, unos insospechados deberes de enfermero. Así que tratando de hacer la pega más corta decidí escribir acerca de una película de fantasía y que tiene algo de música rescatable que dicho de paso estuvo de moda hace un mes porque vino Queen (o lo que quedaba) y... juntando todo, paf.. Hihglander.
Yo me demoré mucho en poder ver esta película, no sé por que, a mi como que me tincaba una peli y era típico que me entraba la obsesión y siempre pasaba algo que no la podía ver y me demoraba años en verla. Incluso la arrendé en video pensándola ver un día de vuelta del colegio pero mi querida madre vio el vhs y pensó que había que devolverla y lo hizo sin que yo la viera. Ni modo, un día la vi y la verdad no quedé rayando la papa de que me creía inmortal ni nada, sino que solo la encontré entrete y listo, luego vinieron las horrorosas secuelas y perdí todo aprecio  por esta película hasta que en medio del cable, oh dios, alabado seas por el cable...un día la vi y le encontré un gustillo así como a vino bien añejado y como que la pude disfrutar mucho mejor.
La historia, es bastante intrincada, se cuenta que desde el inicio de la humanidad han vivido entre medio de nosotros una raza de hombres (masculinos, viriles y peludos...o sea, no mujeres) inmortales, que arrastran esta bendición..o maldición, depende desde donde se le mire, junto con su experiencia y que tienen la misión de matarse unos a otros, obviamente la muerte solo puede llegarles de una forma especial, esta es..decapitados y quien quede último pues recibirá un premio. La narración sigue a Connor McLeod, (Lambert) un escocés del siglo 15 que está en Nueva York, en el presente porque es allí en donde se va a realizar la última reunión de los inmortales en que solo quedará uno, obviamente tiene una contraparte malvada llamada Kurgan (Clancy Brown) que le tiene sangre en el ojo, le mató al maestro Ramirez (Connery), violó a su mujer, claro que el pobre McLeod lo supo 400 años después y más encima fue el primero en clavársela a McLeod de lado a lado..la espada, por supuesto. Interesante ojo de los porductores que pudieron haber situado la reunión en una ciudad piñufla en Marruecos, no sé, peor bueno, Nueva York la lleva para destruirla con iguanas gigantes, invasiones extraterrestres, meteoritos, innundaciones, marineros gigantes de malvavisco y aviones de pasajeros que chocan con sus edificios.
La películita esta era pobre, pobre,pobre. Tanto así que solo les alcanzó la plata para un actor famoso, que era Sean Connery, pero solo les alcanzó para pagarle una semana, así que Sir Sean, rodó todas sus escenas en una sola semana, el mismo actor no lo creía posible y le apostó al director a que le cobraba menos si lograba cumplir la meta de una semana y bueno..ganó el director y Mr Connery le cobró menos..lo que alcanzó para pedirle a otros ingleses que pusieran su creatividad en la película, el grupo Queen.
Después del soberano guatazo de "Flash Gordon", con banda sonora de Queen y "Duna" con banda sonora de Toto, Brian May y compañía como que no estaban muy seguros de hacer nuevamente la banda sonora de una película porque la banda sonora podía ser buena pero si a la película le iba mal, el disco no funcionaba tampoco. Pero, revisando la película la encontraron digna de su música pero tampoco fueron tontos, la banda sonora la lanzaron dentro de un álbum, "A kind of Magic" que incluye temas que no aparecen en la película y que fue uno de los más exitosos de la banda en los 80, con la gira más groseramente extensa que una banda haya hecho hasta ese momento y que tiene el record de espectadores en un solo lugar (aproximadamente un millón de personas en Rumania).
Esto contrastaba con el escualido presupuesto de la película, de hecho cometía el horror (para esa época) de rodar prácticamente todo en locaciones, algo ya impensado para una industria acostubrada a tirar todo a los estudios, claro que así los dueños de los estudios cobraban lo que querían y quedaban de dueños de toda película que se hacía. Lo que pasa, es que el director era solo conocido en Australia por alguna que otra película menor, como Razorback (notable) aunque cuando era un nobel cineasta se había ganado un lugar en el olimpo del arte audiovisualy la cultura pop  al dirigir el primer video clip transmitido por MTV "video killed the radio star" de "The Buggles". Este tipo después no ha hecho gran cosa, mucha tv, harta serie y una que ora película taquilla como  "La Sombra"y la reciente "Resident Evil, Extinción".
Aparte de la premisa, que de por sí es bastante entretenida (personalmente a mi me encantaría arreglar mis discusiones a sablazo limpio) lo que hace atractiva la película es su dinámico montaje, que no solo evita mostrar la pobreza de la producción sino que además le entrega ritmo y dinamismo a la historia, a la vez de ir dilucidando no solo el pasado de este escocés misterioso sino que también crea el ambiente propicio para que el duelo final se sienta como épico, cuando no es más que dos locos peleando con espadas. Es así como el personaje de Sean Connery entra en forma secundaria a robarse toda la película, aunque sufre la maldición del maestro ..es decir muere antes de tiempo y le entrega la mejor lección de todas a su aprendiz, tal como Obi Wan en Star Wars, Yaga en los Thundercats, Gandalf en La Comunidad del Anillo, Dumbledore en El Principe mestizo (sorry si les embarré la película a los que no leyeron el libro) y un largo etc. Ramirez se encuentra omnipresente en toda la película y no como un fantasmita azulado que le da consejos, no no no, sino como una presencia ética que maneja el comportamiento de McLeod en el futuro, además de estar siempre en las manos de McLeod como la hermosa espada japonesa mil veces forjada.

La leyenda de Highlander no nace con esta película, sino con sus horribles secuelas, su patética serie de Tv y sus mutantes Spin off que no solo se contradicen unas con otras (Ramirez vuelve a la vida en la 2da parte y se comete la aberración de decir que los inmortales eran extraterrestres que en la tierra erna inmortales, dicha parte nunca ocurrió para la 3era película, y en la 4ta parte aparece Duncan el primo de la serie que durante 500 años nunca estuvo pero justo aparece antes que Connor muera, haciendo inexistente la primera película..para que hablar de la serie que luego derivó en Highlander, The Raven que se pasa por la raja el hecho que las mujeres no puedan ser inmortales y colocan una guapa actriz con el carisma de una puerta mal cerrada a decapitar a otros inmortales y una serie animada seudo futurista con la estética de Espartaco y el sol bajo el mar pero sin la profundidad mística de esa o la acción y el ritmo de Highlander...etc, etc, etc). A esta película le pasó lo que pretendía Andy Warhol con sus pinturas pop art, reiterar hasta convertir en no-arte, una obra de arte, destruir el concepto de belleza al reiterar hasta el cansancio algo visto, es así como esta películita pobre agarra valor, al ver sus malos remedos posteriores, ahí uno se da cuenta que lo original siempre es mejor (Ahí tiene Coppolla, ya sabes que hacer con tu padrino III).
La serie dejó mucho loco rayando la papa, incluso un australiano salió cocido como tagua un año nuevo a las calles de Sydney con una espada desafiando a cuanto gallo se le cruzara a un duelo en el que el primero se cortaba la cabeza ganaba, solo lo metieron preso y lo mandaron al siquiatra pero quien sabe, ojo con algún tipo que use abrigo largo en estas fechas, puede ser un pervertido..o un inmortal ocultando su espada.

12.19.2008

Cuando los Dinosaurios Gobernaban la Tierra IX

Neuschwanstein – Battlement (1978)

Hacía tiempo que tenía ganas de comentar este disco. Quizás no es la mejor época de año, ustedes ya saben, navidad y todas esas cosas melosas. Incluso pensé en hacer una especie de recopilatorio de canciones prog o alternativas de navidad (las primera que se me vienen a la mente son las de Jethro Tull, EL&P y por supuesto, Christmas Sucks! de Peter Murphy y Tom Waits), pero opté por sacarme el empacho y homenajear a esta pequeña y desconocida joyita del progresivo alemán.

¿Criticable? Sí. Las semejanzas con el Genesis de Peter Gabriel son enormes e innegables. Pero el único álbum que alcanzó a sacar esta banda prog alemana tiene sus gracias. Muchas. Y bastantes especiales. Comenzando por la actoral voz de Frédéric Joos, los excelentes arreglos y solos de teclado, las maravillosas y progresivas composiciones de largo aliento que ocupan gran parte del disco, y aquella constante sensación poética que cruza todo el álbum, de comienzo a fin, desde los primeros medievales acordes de Loafer Jack (una bellísima y poética canción, con una dulce melodía de flauta que marca los tiempos), hasta el épico cierre instrumental de Zärtlichter Abschied. Un todo complejo, armónico, redondo, muy sinfónico y bastante nostálgico a estas alturas del partido.

Alguien en ProgArchives comentó que quizás este disco suena como hubiera sonado Genesis si Peter Gabriel y Steve Hackett no se hubieran ido. Verdadero y falso. Las semejanzas son obvias, pero creo que los muchachos de Neuschwanstein tenían su propio estilo, su propia fuerza e inspiración. Son capaces de generar segmentos tan heavy como atmósferas volátiles que recuerdan justamente la figura del castillo de ensueño en que se inspiró la banda para su nombre que, por cierto, es más que evocador.

Si usted es fanático o fanática del prog, este disco será de su completo agrado. Las maravillosas, sinfónicas y atmosféricas introducciones de Intruders and the Punishment, Beyond the Bugle y Battlement son para poner los pelos de punta. Las progresiones dentro de cada tema están muy bien hechas y se escuchan sólidas gracias al talento de cada uno de los músicos de esta banda que quizás tuvo la mala fortuna de lanzarse en una época para nada propicia, teniendo en cuenta la onda musical popular del momento. Quizás por eso el legado de una sola pieza musical de envidiable calidad artística, banquete para cualquier oído fino y amante de la buena música. Ojo y oreja con el tema que da nombre al disco, una maravillosa pieza, muy simple pero aún así emocionante.

Se los dejo como tarea para la casa. Lo van a disfrutar de comienzo a fin, de eso, no me queda duda…

EL DISCO
1.- Loafer Jack (4:42)
2.- Ice with Dwale (4:14)
3.- Intruders and the Punishment (7:34)
4.- Beyond the Bugle (7:31)
5.- Battlement (7:05)
6.- Midsummer Day (7:42)*
7.- Zärtlicher Abschied (5:42)

*Sólo en la edición del CD

LA BANDA
Frédéric Joos / voces, guitarra acústica
Thomas Neuroth / teclados
Klaus Mayer / flauta, sintetizadores
Rainer Zimmer / bajo, voz en Battlement
Roger Weiler / guitarra eléctrica
Hans-Peter Schwarz / batería, excepto en Loafer Jack (Hermann Rarebell)

DATOS DE CD
Musea FGBG 4063AR

12.16.2008

Mortalmente Parecidos (1988)… Otra gracia de David Cronenberg


La primera vez que vi esta película fue en el desaparecido Cine Gran Vía de Antofagasta. Fui junto a Adriana Zuanic, que también alababa el cine de David Cronenberg, un canadiense de mente retorcida y bastante aficionado a lo grotesco de los órganos, a la decadencia de la carne, al complejo modus operando de la mente humana al momento de infiltrarse en ciertas zonas oscuras y difusas de los terrores más profundos y primigenios que continúan siendo los mismos, sin importar cuánta tecnología, evolución y avances nos hagan pensar lo contrario.

Desde sus inicios el cine de Cronenberg ha tenido que ver con estos tópicos, con la obsesión, la caída, el miedo, el paroxismo psicológico… No el miedo ese se sobresaltos, sangre gratuita y alaridos femeninos a medianoche. El canadiense va más allá, y aunque utiliza escenas de fuerte contenido, sabe cómo y cuándo lanzarlas, convirtiéndolas en exquisitos momentos de clímax. No es miedo ese de películas de adolescentes. Es un miedo mucho más parecido al verdadero horror con algunas dosis de asco y rechazo visceral. Sí, porque en Cronenberg encontramos lo peor del ser humano, sus acciones más aberrantes, sus pasiones más bajas e indignas. Y Mortalmente Parecidos no es la excepción. Es más, personalmente la considero una de sus obras cumbres. Les explico por qué.

En primer lugar, la increíble actuación de Jeremy Irons en el doble papel de los gemelos Eli y Bev Mantle. A poco andar, el espectador ya olvida que es un solo actor y de verdad siente que está en frente a dos personajes totalmente diferentes, obra y gracia del talento de Irons que se desenvuelve como pez en el agua en el rol de ambos médicos ginecólogos cuya vida de lujo y elegancia es decorada por constantes amoríos con hermosas mujeres que comparten sin que ellas se den cuenta. La razón es que mientras Eli es canchero y entrador, Bev es más bien retraído y silencioso. Todo bien hasta la aparición de la actriz Claire Niveau (Génevieve Bujold) de la que Bev se enamora perdidamente, cayendo también en el consumo de pastillas a los que la mujer es aficionada. Este hecho será el que comenzará a desencadenar una serie de hechos que llevarán a Bev a creer que atiene mujeres de úteros y trompas mutantes y a Eli a pensar que la única forma de sacar a su hermano de aquel calvario, es sumergiéndose también en él.

La fotografía es de ensueño. Da la impresión que cada plano es una viñeta perfectamente encuadrada. No hay absolutamente nada que ensucie la prístina imagen de ambos hermanos, lo que en cierta forma nos da la impresión de estar viendo constantemente un quirófano en donde los personajes son meros sujetos de experimentación. Es esa superficial frialdad la que permite observar con más claridad y adentrarse con mayor libertad en la caída de ambos médicos, mientras algunas escenas de antología nos estremecen en nuestras butacas: Eli recordando la historia de los siameses Chang y Eng; ambos ginecólogos bailando juntos en la sala del apartamento, sólo separados por el cuerpo de una mujer que danza entre ellos; Bev bajo la ducha del baño, totalmente drogado y alejado de la realidad…

Cronenberg no deja nada al azar. Cada diálogo, cada escena, cada pisada parecen ser calculadas con frialdad. Nada falta y nada sobra, como una sinfonía perfecta acerca de la decadencia de ambos hermanos, interpretada magníficamente por cada uno de los actores y el equipo técnico que, vale la pena recordar, es casi el mismo que trabaja con él desde sus primeras películas, a excepción del director de foto, Peter Suschitzky, cuyo mayor logro hasta la fecha había sido Star Wars Episode V: The Empire Strikes Back y que desde esta película trabaja codo a codo con Cronenberg.

Es un manjar, no hay duda alguna. De comienzo a fin es una película cabezona, densa, que te sumerge en un mundo extraño, un tanto ajeno, pero aún creíble y espantoso. Sin abusar de efectos y apoyándose sobre las soberbias actuaciones de Irons y la Bujold, sobre un tratamiento fotográfico envidiable y en los hombros de diálogos sólidos, Mortalmente Parecidos es una de esas joyitas que todos deberían ver y tener en su colección y como película de cabecera. Bueno, como casi toda la filmografía de Cronenberg…

LA PELICULA
Mortalmente Parecidos
(Dead Ringers)
1983
115 minutos
Dirigió David Cronenberg
Escribieron David Cronenberg y Norman Snider, en base a la novela Gemelos de Bari Wood y Jack Geasland
Produjeron Marc Bolsom y David Cronenberg
Editó Ronald Sanders
Música de Howard Shore
Fotografía de Peter Suschitzky
Actuaron Jeremy Irons, Genevieve Bujold, Heidi Von Palleske, Barbara Gordon, Shirley Douglas, Stephen Lack, Nick Nichols, Lynne Cormack y varios extras canadienses a los que ni se les ve la cara…

12.12.2008

ESPECIAL ANIVERSARIO: Caracortada (1983)


25 años de balas, drogas y mal genio…

No son muchas las películas que tienen su celebración de aniversario, con ediciones especiales, fiestas, presentación festival en TV cerrada, notas de prensa y otras tantas minucias que conmemoran el estreno de uno de esos escasos filmes que marcan época, que se convierten en cine de culto, que se impregnan en retina y cerebro de los fanáticos; esas raras obras que por diversas razones merecen un espacio que las festeje, que recuerde su grandeza, sus secuencias eternas, sus actuaciones memorables… en fin, son excepciones, la mayor parte de ellas, provenientes de Hollywood. Era que no, si los gringos también aprovechan de mercadear con estas celebraciones y ponen a estos filmes en vitrina con ediciones remasterizadas, escenas nunca vistas, cortes del director, juegos de video, venta de tazones, poleras, cucharas, encendedores, loncheras, muñecos… lo que sea con tal de aprovecharse de las circunstancias y del fanatismo de los cinéfilos fundamentalistas.

Caracortada es una de esas escasas obras. Este mes celebra 25 años de su estreno y no han sido pocos los medios que han recordado, por una parte, la conflictiva imagen del matón y traficante cubano Tony Montana (Al Pacino), imagen aún vigente del nuevo mafioso pero que le cae en gracia al público a pesar de las brutalidades que comete para obtener sus nefastos objetivos. Y es en base a esto mismo que también se recuerda la soberbia actuación de Al Pacino, el icónico actor ítalo americano que se metió a estudiar teatro con Lee Strasberg para combatir la depresión. También se le recuerda por el impresionante tiroteo final y las famosas frases “say hello to my little friend” y “the world is yours” para representar en cuatro sencillas palabras las ansias de poder de Montana, y por la descarada utilización de la palabra “fuck” (y casi todas sus acepciones) más de doscientas veces en la cinta. Es decir, la depreciada “F word” es mencionada en promedio, más de una vez por minuto.

El auge y caída de Tony Montana en la pantalla grande sirvió y aún sirve para criticar la violencia excesiva en el cine. Es parte fundamental de la historia del celuloide y es uno de los platos obligados para cualquier fan de las películas de acción, de mafia, de las grandes actuaciones, de los momentos más épicos del Séptimo Arte. Si, de acuerdo, deja a los inmigrantes cubanos como chaleco de mono, la policía apenas forma parte de este mundo y es bastante corrupta; muchos personajes son infantiles caricaturas y no siempre la banda sonora acompaña bien la cinta. Pero qué importa si en el guión tienes a Oliver Stone haciendo sus primeras armas luego de Expreso de Medianoche, si como director está De Palma que, diablos, sabe jugar con los tiempos y el suspenso como pocos. Qué importan las críticas cartuchas y los pequeños detalles si casi no sientes las tres horas que dura la cinta, entre balazos, kilos de droga (notable la escena de Montana con la cara hundida en un cerro de coca), traiciones, celos, venganza… todos los ingredientes que bien manejados, pueden convertir una mierda de cinta en una obra maestra. Sí, porque en Caracortada nada es gratuito, cada splat, cada garabato, cada diálogo encaja de manera casi perfecta en el ascenso, decadencia y muerte de uno de los mafiosos inmortales de la historia del cine, eso sin contar con que por primera vez, se mostró a gran escala el submundo de las drogas manejadas por latinos, dejando de la lado la ya desteñida y de capa caída mafia ítalo americana…

No hay que olvidar que este Scarface se basó en la obra del mismo nombre realizada por Howard Hawks en 1932, otra obra maestra, protagonizada por Paul Muni en el rol del mafioso Tony Camonte, cinta también criticada por su violencia y por desprestigiar a los “honestos” hombres de negocios que llegaban en esa época, desde la vieja bota a Estados Unidos. Y aunque podríamos extender los paralelos entre ambas cintas, lo cierto es que Stone y De Palma se la jugaron por hacer una obra fresca, adaptada a los nuevos y violentos tiempos que los gringos vivían a comienzos de los 80, algo así como un Miami Vice pero mucho más cruel y hasta realista, sin desmerecer la serie de aquel geniecillo que es Michael Mann, pero hay que reconocer la desfachatez de De Palma y Stone para lazar en aquella época bastante conservadora (y con muchas trabas de por medio) una película del calibre de Caracortada, que bien merecida se tiene un celebración de bodas de plata a un cuarto de siglo de su estreno. Una peli imperdible por donde se le mire y muy necesaria para comprender y explicar la historia del Séptimo Arte. Nos guste o no…

LA PELICULA
Caracortada
(Scarface)
1983
170 minutos
Dirigió Brian De Palma
Escribió Oliver Stone
Produjeron Martin Bergman, Peter Saphier y Louis A. Stroller
Editaron Gerald B. Greenberg y David Ray
Música de Giorgio Moroder
Fotografía de John A. Alonzo
Actuaron Al Pacino, Michelle Pfeiffer, Robert Loggia, Mary Elizabeth Mastrantonio, Steven Bauer, F. Murray Abraham, Paul Shenar, Harris Yulin, Ángel Salazar, varios ítalo-gringos tratando de pasar por latino y uno que otro latino de verdad…

12.09.2008

Cuando los Dinosaurios Gobernaban la Tierra VIII


Jon Anderson – 3 Ships (1985)

No tengo espíritu navideño, definitivamente. Soy bastante amargado en ese sentido y hay poquísimos detalles en esta época de consumismo compulsivo que me hacen, hasta cierto punto, empaparme del alma babosa, mendicante, insulsa, sosa y hasta incolora de la época.

Ya lo dije, soy un amargado de mierda, pero esta pequeña joyita musical me toca un poco el corazoncito rancio que tengo. Sí, porque entre sintetizadores ochenteros, samplers de coros, letras lambisconas y un increíble olor a “paz y amor”, el disco 3 Ships de Jon Anderson convence y hasta conmueve por momentos. No es una obra maestra, pero su sentimentalismo calza perfectamente con la época. La idea es sencilla, pues el disco no es más que una suma de covers de villancicos tradicionales liderados por la siempre dulce voz de Anderson que en esta ocasión es acompañado por algunas “madres” de la música, de los más variopintos géneros, haciendo de este disco una extraña pieza de colección: el productor de Queen, Roy Thomas Baker, Frankie Banali (batero de Quiet Riot), R.J. Parnell (Spinal Tap), Elliot Easton (The Cars), el mismísimo Trevor Rabin y la cantante gospel Sandra Crouch ¿Qué sale de todo esto? Un producto irregular, pero con ciertos momentos sublimes, entre los que destacan las explosiones corales de 3 Ships, Oh Holy Night y How It Hits You.

Los arreglos son decentes. La voz de tío Jon se escucha digna, pura, angelical. Las bases electrónicas muy en la onda Cars, Flock of Seagulls o Yazoo, a veces destiñen, pero si nos ubicamos en la época del disco… igual salvan. De todas maneras, un bonito disco navideño para nostálgicos, bien hecho, mamón, pero entretenido y hasta emocionante. Por lo menos, se atreve a darle una vuelta de cuerda a los manoseados villancicos y hace que suenen diferentes, más vivos y hasta atractivos para el pobre tipo que ya está hastiado de tantos coritos sin sabor y arreglos demasiado añejos. Por ese lado, el valor de esta obra que bien puede morir en el olvido, pero que de todas maneras se sostiene y logra flotar en una época que más que por lo tradicional, se caracteriza por la repetición agotadora de cánones, estética y manierismos descaradamente comerciales y abrumadoramente aburridos.

Traten de conseguírselo. No es para cortarse las venas, pero se salva, más aún considerando la irregular discografía de Anderson como solista que teniendo puntos altísimos con álbumes como Olias of Sunhillow y Song of Seven, en general se da vueltas en melodías lateras, letras ridículamente optimistas y coqueteos con el pop que si bien son de agrado de muchos, a mí no me llegan demasiado. Pero en fin, para qué pelar tanto a Anderson si es una de las voces más maravillosas de rock y en especial del prog.

De todas maneras, un disquito que rompe la monotonía de esta fecha. Y si tiene niños, créame que van a prender al tiro con este álbum…

EL DISCO
1.- Save All Your Love (1:23)
2.- Easier Said Than Done (4:14)
3.- Three Ships (3:42)
4.- Forest of Fire (3:30)
5.- Ding Dong Merrily on High (1:57)
6.- Save All Your Love -Reprise- (3:10)
7.- The Holy and the Ivy (3:07)
8.- Day of Days (3:35)
9.- 2,000 Years (0:56)
10.- Where Were You? (3:54)
11.- Oh Holy Night (4:15)
12.- How It Hits You (5:11)
13.- Jingle Bells (0:31)

LA BANDA
Jon Anderson, Sandra Crouch y Jade Anderson / voces solistas
Rhett Lawrence / teclados, sintetizadores, programas
Paul Chang / director general
Bob Esty / conductor, director musical, arreglos
Elliot Easton y Trevor Rabin / guitarras acústicas y eléctricas
Frankie Banali y R.J. Parnell / batería
Santa Monica Choir of the Calvary Baptist Church / coro gospel
André Crouch / director del coro gospel
Paulinho Da Costa / percusiones
Novi / viola eléctrica
William Bryant III y Gary Lanier / director del coro
Marta Woodhull / directora del coro infantil
+
Beyond War Philarmonic Orchestra

DATOS DE CD
Electra Records (WMC5-568)

11.17.2008

Ceguera (2008)… En tierra de ciegos, el tuerto no siempre es el rey…


Un tipo de rasgos orientales se queda ciego en medio del tráfico. Así, sin más, de un momento a otro. Otro tipo se ofrece a ayudarlo, lo deja en su departamento, pero le roba el auto. Ela esposa del japonés lo lleva al oftalmólogo. El ladrón se queda ciego también. Así, sin más, de un momento a otro. De pronto, todo el mundo comienza a quedarse ciego, hasta el oftalmólogo. El gobierno decide encerrar a todos quienes sufren la enfermedad por considerarla contagiosa. La esposa del oftalmólogo, que no se ha quedado ciega, finge estarlo para acompañar a su marido, suponiendo que se trata de algo temporal. Arriban a una especie de sanatorio abandonado. Ellos y un montón de gente más que de pronto, ve todo blanco, como cegados de una vez y para siempre por un rayo.

Con esta premisa sencilla, basada en la brillante novela Ensayo sobre la Ceguera del portugués José Saramago, el guionista canadiense Don McKellar (que nos ha sorprendido con varias películas, entre ellas la notable El Violín Rojo) y el director brasileño Fernando Meirelles (Ciudad de Dios), apabullan con una notable cinta acerca del débil equilibrio de la condición humana. La ceguera repentina no es si no la excusa utilizada por McKellar y Meirelles, así como también lo hizo Saramago, para escarbar brutalmente en lo peor del ser humano y explorar la voluntad de lucha inherente a cada uno de nosotros, sin contar con un frío, a veces detestable, pero develador análisis de la locura, la frustración y la paranoia que genera la falta de uno de nuestros más preciados sentidos.

Con un solvente elenco multinacional, encabezado por Julianne Moore, Mark Ruffalo y Gael García Bernal, la película (filmada en Sao Paulo y Montevideo) destaca también por una fotografía soberbia, que juega concientemente con planos desenfocados y expuestos para dar la sensación al espectador de sufrir por momentos, el mismo mal de los desesperados protagonistas que pugnan por superar no sólo la carencia de visión, si no que un encierro obligatorio que lentamente los conduce a enfrentarse a sus miedos y a la bestialidad ancestral escondida en sus almas. A través de secuencias que ahondan a cada minuto en la degradación de los protagonistas y de su entorno, nos dejamos guiar por el personaje de Julianne Moore que, a modo de ángel accidental, se convierte lentamente en una especie de líder que, sin embargo, se siente aún más ciega que quienes la rodean al ser la única persona que no ha perdido la vista, debiendo tomar decisiones y realizar acciones que van en contra de su naturaleza, pero que la ayudarán a sobrevivir en medio del caos salvaje que se ha desatado a su alrededor.

Si bien, hay ciertas debilidades en algunos momentos, la película se sostiene bastante bien en torno al sólido guión de McKellar y las actuaciones de sus protagonistas, y también de los secundarios, todos capaces de traspasar la angustia de tan anormal situación que los convierte, primero, en seres desvalidos y luego, casi en animales capaces de hacer cualquier cosa con tal de mantener la vida, sin importar en muchas ocasiones la dignidad ni el orgullo.

En suma, un film digno, recomendable, asfixiante y apocalíptico sin extraterrestres ni guerras a escala mundial, si no que simplemente enfrentando al ser humano con sus propios miedos. Ojo con las notables recreaciones de este mundo ciego y destruido realizadas en Sao Paulo y Montevideo. Realmente notables y apetitosas, perfectas para una película que da pocos respiros y que nos sume en constantes preguntas acerca de nuestra propia condición pues, dada la misma situación en la vida real, ¿cómo reaccionaremos? ¿Seremos capaces de abrazarnos a nuestra rara vez bien ponderada humanidad o nos dejaremos llevar por nuestras bajezas?... Por lo menos, son algunas de las observaciones que Ceguera deja abiertas en el espectador.

Si bien hay algunas referencias o similitudes con 28 Días Después o El Señor de las Moscas (inevitables por lo demás), la película se sostiene por si misma creando un nuevo y oscuro mundo en donde el tuerto no siempre es el rey… Vaya a verla y luego, trate de caminar por las calles con los ojos cerrados a ver cómo le va…

LA PELICULA
Ceguera
(Blindness)
2008
120 minutos
Dirigió Fernando Meirelles
Escrita por Don McKellar, basada en la novela “Ensayo sobre la Ceguera” de José Saramago
Produjeron Niv Fichman, Sonoro Sakai y Andrea Barata Ribeiro
Editó Joshu de Cartier
Música de Marco Antonio Guimaraes
Fotografía de César Charlone
Actuaron Julianne Moore, Mark Ruffalo, Gael García Bernal, Danny Glover, Alice Braga, Don McKellar, Maury Chaykin, Yusuke Iseya, Yoshino Kimura, Mitchell Nye y varios secundarios y extras haciéndose los ciegos…

11.13.2008

LAS PELICULAS QUE OLVIDAMOS: Simón del Desierto (1964)


¡Buñuel nunca falla!

Hace un par de meses, mi compadre Erick Aeschlimann me recomendó ver esta película de Buñuel, que hasta ese momento, no conocía. Es más, su existencia me era absolutamente extraña e indiferente. Pero era Buñuel, el genio creador de Un Perro Andaluz (1928), La Edad de Oro (1930), Los Olvidados (1950), Viridiana (1961), El Ángel Exterminador (1962) y Bella de Día (1966), no podía desteñir con un film realizado en una de sus épocas más prolíficas, cuando luego del exilio obligado por el triunfo de Franco fue a para a Estados Unidos y luego, a México, en donde desarrolló gran parte de su carrera.

La conseguí. La vi. Simón es un tipo que ha escogido una vida anacoreta para acercarse a Dios y ser digno de Él. Durante seis años, seis meses y seis días ha estado de pie sobre una columna, orando, pegándose con la piedra en el pecho, haciendo milagros. Por eso es que cuando un devoto adinerado (al cual Simón ha curado de un “mal nefando”, es decir, una enfermedad sexual), le regala una nueva columna para continuar su penitencia, los feligreses acuden en masa para presenciar el acontecimiento.

Desde su nueva columna (algo de orgullo ya se dibuja en Simón con este acto), realiza un primer milagro que devolverle las manos a un pastor que ha sido mutilado por robo. Una vez realizado el milagro, una de las primeras cosas que hace el tipo es darle de cachuchazos a su hija. Moraleja buñuelesca: una buena acción no siempre genera otra buena acción. O bien: un milagro no hace otro milagro.

El diablo se le aparece en forme de mujer (Silvia Pinal). Simón predica y lucha contra el Malulo con oraciones, pero poco a poco su santidad se desvanece ante los ojos del espectador, mas no de sus fieles. En sus pensamientos, Simón desprecia al ser humano y quiere que de una vez por todas lo dejen tranquilo. Ese es su calvario. Varios cosas ocurren ocho metros más abajo. El Diablo sigue acosando a Simón de diversas maneras, hasta que se produce el enfrentamiento final y un desenlace sólo imaginable en la lúcida y disparatada mente de Buñuel.

Sarcástica y crítica de la religión, Simón del Desierto, sin ser una de las obras mayores del español, si se rescata por una armónica fotografía, ágiles diálogos, la desmitificación de la santidad y la revelación del doble discurso no sólo de los practicantes si no que de todos nosotros. Secuencias notables hay varias en tan pocos minutos: la aparición de la sexy Pinal mostrando las bragas y las pechugas bajo un pulcro vestido negro y la sarta de maldiciones que salen de su boquita; las calumnias del sacerdote Trifón que terminan en un diálogo memorable en que el cura poseído pelea a gritos con sus compuestos compañeros de orden y la aparición de un ataúd que se arrastra sólo por la tierra y que es el prólogo a las secuencias finales de la cinta.

Buñuel no da puntada sin hilo y Simón del Desierto no es la excepción. Trate de verla, es una rareza aún para nuestros tiempos, un mediometraje agradable, punzante, ácido y sin muchas concesiones, y hasta una especie de revisión de las clásicas películas religiosas. Es más, en un momento el Diablo le dice a Simón que se parecen, pues él que fue un ángel, tuvo la oportunidad de conocer a Dios… Pero que de su hijo mejor no va a hablar porque al parecer era tan débil como cualquier ser humano. Toda una declaración de principios mucho más cruda y menos poéticas que las expresadas por Kazantzakis en su Última Tentación de Cristo.

Ideal para una Semana Santa alternativa y olvidarse que la televisión nacional repite una y otra vez El Manto Sagrado y Jesús de Nazareth… Ahoa, trate de embalarse con ese rarísimo Simón y deje que Buñuel le de una buena revisión al otro lado del culto religioso occidental con sus (más) defectos que virtudes…

LA PELICULA
Simón del Desierto
(Simón del Desierto)
1964
43 minutos
Dirigió Luis Buñuel
Escrita por Luis Buñuel y Julio Alejandro, sobre una idea de Buñuel
Produjo Gustavo Alatriste
Editaron Carlos Savage y Luis Buñuel
Música de Raúl Lavista y Saetas y Tambores de la Semana Santa de Calanda
Fotografía de Gabriel Figueroa
Actuaron Claudio Brook, Hortensia Santoveña, Silvia Pinal, Jesús Fernández, Enrique Álvarez Félix, Enrique García Álvarez y varios bailarines a-go-go en ácido…

11.11.2008

Cuando Los Dinosaurios Gobernaban la Tierra VII


Rush – Exit… Stage Left (1981)

La experiencia me ha demostrado que muchos fanáticos del rock progresivo entraron al “ambiente” gracias a Rush, entre otras bandas. Pero como el tema que hoy nos convoca se centra en el power trio canadiense, me responsabilizo por mis palabras e insisto, Rush fue, es y será una de las puertas de entrada al mundo del prog. Y no sólo eso, no es difícil encontrar a fanáticos de otros estilos rockeros que en su panteón también tienen a Geddy Lee, Alex Lifeson y Neal Peart.

La banda publicó debutó en 1974 con su álbum homónimo. Más cargados al blues y al hard rock, los muchachos poco a poco fueron deviniendo en una onda más prog, no sin antes cambiar de batero para la edición de Fly by Night (1975), su segundo disco. De la mano de Neal Peart, las letras de Rush se volvieron más metafísicas y poéticas, cargadas a la ciencia ficción y llenas de referencias mitológicas. Es así como llegan a la edición de la obra cumbre de su primera etapa, el imperdible 2112 (1976). Como para terminar esta etapa, editaron ese mismo año el en vivo All the World’s a Stage (Dato curioso: el título está tomado de una frase de Shakespeare), para iniciar al año siguiente su periodo más sinfónico y que fue el que probablemente, les dejó más adeptos, esos fieles seguidores que a lo largo de tres décadas continúan pasando la antorcha. Luego de esta tetralogía (por llamarla de algún modo) que comenzó en 1977 con A Farewell to Kings y que concluyó en 1981 con Moving Pictures, el trío canadiense, ya reconocido en todo el mundo, lanzó un álbum doble en vivo, que es el que les presento en esta ocasión: Exit… Stage Left.

Según muchos entendidos en la materia, los fanáticos y mis amigos ProgHeads, pocas veces un disco en vivo ha alcanzado tal nivel de intensidad decorada con la soberbia técnica de cada uno de sus músicos. Si bien la tecnología ha logrado que muchos discos en vivo posteriores suenen mejor y sin desmerecer la calidad técnica de otras bandas, la verdad es que Exit… es una muestra clara del talento de Lee, Lifeson y Peart que a lo largo de doce temones, pasean al escucha por los mejores pasajes de su etapa más prog, luciéndose sin abusar, recreando cada tema a la perfección, pero sin dejar de lado pequeñas sorpresas y detalles que son realmente deliciosos, partiendo por el impresionante solo de batería de Neil Peart en el clásico YYZ, las cautivantes atmósferas logradas en Xanadu y Jacob’s Ladder y la increíble potencia de Red Barchetta y La Villa Strangiato. De comienzo a fin, este disco en vivo te atrapa sin ninguna concesión, pero también con la pureza de tres músicos que si bien usan kilos de tecnología, no se dejan seducir por ella y se plantan, como pocos, sobre el escenario, logrando provocar la más variada gama de emociones en el oído externo, aún después de casi treinta años de editado el álbum.

Me cuesta pensar en otro disco prog en vivo con tal nivel de precisión, poseedor de la belleza y la calma, pero también el poder y la fuerza de Exit… Aunque debo reconocer que todos los directos de Rush son apocalípticamente adictivos, Exit… tiene un gusto diferente; los muchachos en su mejor momento, la mezcla perfecta de talento y tecnología, un track listing de película escogido para la gira y por cierto, la característica voz de Geddy Lee que no se me ha olvidado desde entonces, jejejeje… Si quizás en el en vivo de Anekdoten de 1995 en Japón haya algo así, o en el Welcome Back My Friends… de ELP… Quizás en el Yessongs de Yes o en Anglagard… Pero son pocas las bandas capaces de lograr tal compenetración en una presentación en vivo y traspasar aquel goce y alegría al público, incluso, a través del vinilo y ahora, del láser… Uno de esos discos que DEBE estar por obligación en cualquier colección musical que se precie de tal…


La historia de Rush sigue hasta hoy. Luego del Exit... comenzaron otra tetralogía donde regalonearon el pop de muy buena manera y luego del doble en vivo A Show of Hands (1989), inciaron una nueva etapa que los llevó por otros senderos, algunos de ellos mucho más metaleros de lo que sus fanáticos esperaban, pero esa es una de las gracias de Rush, una banda que ha sabido mantenerse en el tiempo, que aún fiel a su estilo, ha probado con diversos derroteros del rock, saliendo siempre bien parados. Toda una hazaña en estos tiempos de música chicle, estrellas pop de poco peso y escaso talento... Una razón más para aplaudir un extraordionario álbum que seguro, adquirirá más valor y sabor en la medida en que pasan los años, tal como lo ha hecho hasta ahora...

*De Wikipedia:
El concierto fue grabado en directo durante la presentación que hizo la banda la noche del sábado 27 de marzo de 1981 en el Montreal Forum de Montreal (Canadá), durante la gira promocional del Moving Pictures. Adicionalmente, dicha presentación fue capturada en video para su lanzamiento, primero en formato VHS (1982) y luego en DVD (2006), aunque el listado de canciones difiere entre el álbum y la recopilación en video. Esto se debe a que en el álbum se incluyeron cuatro temas -que aparecen en el lado B del disco 1, en el formato original- que fueron grabados durante otra célebre presentación, pero en el Apollo Theatre de Glasgow (Reino Unido), los días 10 y 11 de junio de 1980, durante la gira promocional del álbum Permanent Waves.

EL DISCO
1. Spirit of Radio (5:12)
2. Red Barchetta (6:48)
3. YYZ (7:44)

4. Closer to the Heart (3:09)

5. Beneath, Between and Behind (2:34)
6. Jacobs Ladder (8:47)
7. Broon's Bane (1:37)
8. The Trees (4:50)
9. Xanadu (12:10)
10. Freewill (5:33)
11. Tom Sawyer (5:01)
12. La Villa Strangiato (9:38)

LA BANDA
Geddy Lee / bajo, bajo pedal, sintetizadores, voz, guitarra rítmica
Alex Lifeson / guitarra, bajo pedal
Neil Peart / batería, percusiones

DATOS DE CD
Anthem ANC 4-1035 (Doble)
Anthem-WAGK 1035-Can-1981 (Simple)
Mercury Remaster 534-632-2 (1997) Aquí se agregó el tema A Passage to Bangkok.

11.10.2008

La Marca de la Pantera (1982)… o los ardientes animales incestuosos de los 80…


A comienzos de los 90, junto a mis compadres Pupo y Capitán Parra, ya éramos unos cinéfilos redomados. Además de ir a todos (los 3) cines de la ciudad todas las semanas, los domingos, para combatir la caña, arrendábamos cualquier película que encontráramos medianamente interesante y aunque eso abarcaba desde cine Z a soft porn, de repente nos enganchábamos con alguna que otra película sorprendente y develadora. Eso nos pasó con La Marca de la Pantera, que partimos arrendando porque la Natassja Kinski es más rica que sánguche de potito y existía la certera posibilidad de verla en pelotas y ojalá en una escena subida de tono.

La peli fue dirigida por Paul Schrader que como director ha tenido pocos aciertos (entre ellos, la notable Mishima y Affliction) mientras que sus fracasos son monumentales como Patty Hearst (1988) y la aburridísima Dominion: The Exorcist Prequel (2005), por sólo nombrar algunas de las cintas que ha dirigido con escaso éxito. Pero por otra parte, tenemos en Schrader un excelente guionista que ha sido capaz de crear obras poderosas e inmortales para el Séptimo Arte tales como Taxi Driver (1976), Raging Bull (1980), Mosquito Coast (1986) y The Last Temptation of Christ (1988). Es decir, este tipo es un gran escritor, pero un mediocre director… No por eso La Marca de la Pantera es una mala película, muy por el contrario, es un decente remake de la original de 1942, que lleva la historia de la “gente gato” a la actualidad, con frescura, momentos de suspenso bien logrados, correctas dosis de sangre y mucha tensión sexual entre sus protagonistas.

La historia comienza con la joven Irena Gallier (la hermosísima Kinski) arribando al sur profundo de los Estados Unidos, en donde conocerá a su hermano Paul (Malcolm McDowell, que con su rostro desquiciado ya lo dice todo). Se presentan, se cuentan algunas cosas, la chica trata de aclimatarse al lugar y paf!, el hermano desaparece misteriosamente. Al poco tiempo, una pantera ataca a una prostituta y luego, es capturada, yendo a parar al zoológico del lugar en donde Irena conoce a Oliver, un veterinario por el cual se siente atraída, eso hasta que la pantera escapa y coincidentemente, su hermano vuelve a aparecer, para contarle su origen y explicar aquellos deseos y emociones que la chica no comprende y que apenas puede controlar. Ambos, son herederos directos de una antigua raza que se mezcló con las panteras creando un híbrido único y poderoso. El problema es que la raza se ha mantenido así y debe seguir manteniéndose de una manera muy particular: sólo pueden procrear entre hermanos. A pesar que Irena exuda sexualidad por todas partes, no es tan caliente como para encamarse con su hermano y decide luchar contra el destino que la condena.

La peli tiene secuencias notables. Los recuerdos nebulosos de Paul de sus antepasados son terriblemente poéticos, mientras que ciertas secuencias gore también tienen un encanto único, como cuando Paul, convertido en pantera, le arranca un brazo a uno de los guardias, o cuando Irena se convierte en pantera mientras hace el amor con Oliver. Y si bien en algunas ocasiones, parece un tanto inconexa y que hay que reconocer que ninguno de los actores parece creerse mucho el cuento, la historia es entretenida y ágil, si es que no se le pide mucho… En fin, estamos hablando de ficción y terror, no de Fellini, así es que si la ve, olvídese un poquito de la formalidad y quédese con esta trama sencilla, aunque un tanto pervertida, la hermosa Natassja en todo su esplendor brindando un par de escenas de sexo muy-muy calentonas, un par de saltos en el sillón y la imperdible cara de McDowell haciendo lo que mejor sabe hacer, fruncir las cejas y mirar casi en picado, con esa expresión de demente sexual que tan bien le calza y que lo hace totalmente creíble en muchos momentos de la cinta.

No es una mala película. Tampoco es una lumbrera, pero es ideal para una noche de sábado, para pasar un buen rato y unos buenos sustos aderezados con varios borbotones se sangre…

LA PELICULA
La Marca de la Pantera
(Cat People)
1982
118 minutos
Dirigió Paul Schrader
Escrita por DeWitt Bodeen y Alan Ormsby
Produjo Charles Fries y el todopoderoso Jerry Bruckheimer
Editó Jacqueline Cambas
Música de Giorgio Moroder
Fotografía de John Bailey
Actuaron Nattasja Kinski, Malcom McDowell, John Heard, Annette O’Toole, Ruby Dee, Ed Begley Jr., y varias panteras bien amaestradas...

11.03.2008

Antofagasta, el Hollywood de Sudamérica (2002)… o el legado de Adriana Zuanic…


Quizás este sea el comentario más triste y subjetivo que he hecho en este año de Taumatropos & Victrolas… El pasado domingo 25 de octubre, con apenas 45 años de edad, el destino nos arrebató a una mujer notable, la cineasta Adriana Zuanic Donoso.

Tuve la fortuna de trabajar con ella por largos 10 años en diversos frentes, primero como ayudante del estudio de TV de la legendaria Universidad José Santos Ossa, luego como su asistente y encargado de prensa en la productora Glocal Films, que ella misma fundó, y posteriormente en las áreas de Dirección Artística y Medios del Festival Internacional de Cine del Norte de Chile… Tengo el orgullo de haber seguido casi toda su carrera y haber compartido con ella alegrías y desdichas provocadas por los locos sueños que Adriana solía crear pero también, a fuerza de carácter, temple y pasión, hacer realidad…

Uno de esos proyectos es el que justamente nos convoca en esta columna. Antofagasta, el Hollywood de Sudamérica es el único largometraje que Adriana logró hacer, razón por la cual desde mi punto de vista, ahora le da mucho más valor aún, porque en este documental (premiado en Chile, Uruguay y Estados Unidos y exhibido en festivales de cine de tres continentes), no sólo nos adentramos en la, hasta ese momento, desconocida y olvidada historia de tres locos pioneros que en tres años, lograron convertir a Antofagasta en una pequeña Meca del cine, a fines de los años 20… Es también. Una declaración de principios, un estamento de vida a través del cual Adriana no sólo contó esta maravillosa historia, sino que fue más allá, y realiza una dura crítica a la falta de apoyo hacia las iniciativas culturales y, específicamente, audiovisuales; con inteligencia y pulso envidiable, alerta al espectador acerca de la falta de políticas que contribuyan al rescate y conservación del patrimonio fílmico de los pueblos, es decir, de su memoria viva.

Adriana se encontró casi por coincidencia con esta historia. Su incesante búsqueda de conocimientos la llevó a encontrar un pequeño pero revelador libro de la investigadora Eliana Jara, en el que hacía un catastro de las películas realizadas en Chile durante la época muda. Adriana no podía creer que en Antofagasta se hubiesen realizado nueve largometrajes entre 1926 y 1929 y es así como se puso en campaña para recopilar la mayor cantidad de antecedentes posibles para dar vida a esta aventura encabezada por Edmundo Fuenzalida, periodista y director del diario “El Industrial”, quien, seducido por la labia y ensoñanciones de aquel extraordinario personaje llamado Alberto Santana y en compañía del fotógrafo valdiviano Arnulfo Valck, crearon la productora Vita Film, la compañía más redituable de la época, con la que hicieron cuatro películas ahora convertidas en leyenda: Bajo Dos Banderas, Madre Sin Saberlo, Los Cascabeles de Arlequín y Cocaína.

Pero no es sólo una historia de archivos. Adriana y la trouppe que la acompañó en este sueño, tuvo la posibilidad de entrevistar a Edmundo Fuenzalida antes de su deceso, convirtiéndolo en personaje principal de esta película. Y don Edmundo, como en sus mejores años de galán de cine mudo, depositó en cada una de sus entrevistas toda la simpatía, el encanto y la pasión del poeta y diplomático en que se convirtió después de la aventura del Hollywood antofagastino. De su mano y de la mano de notables investigadores de diversas áreas (como Eliana Jara y Floreal Recabarren, entre otros), testigos de la época e insertando notables recreaciones de época para revivir los momentos más destacados de esta verdadera hazaña, Zuanic nos pasea por una época en la que la ciudad vivió su apogeo económico, pero marcada por dolorosas y notorias desigualdades sociales; un momento histórico fracturado por el fin de la era de oro del salitre y por el empuje de este grupo de visionarios del Séptimo Arte, entre los que también destacaron Juan Pérez Berrocal, René Berthelon y Arcady Boytler, todos ellos, con singulares carreras posteriores no sólo en el campo del cine, si no que también en otras áreas del quehacer cultural, deportivo y político.

Adriana no duda en criticar la falta de prerrogativas para proteger el patrimonio audiovisual. De hecho, denuncia que casi todas las películas de la época fueron convertidas en peinetas… Sólo se logró rescatar algunas secuencias de Vergüenza, una de las últimas películas de ficción realizadas en Antofagasta, pero de las demás o de las “actualidades” filmadas durante la época no quedan sino recortes de diarios y por supuesto, este notable documental que rescató y homenajeó a aquellos pioneros del cine mudo antofagastino de los años 20.

Singular y ejemplar es la historia de Alberto Santana, que no sólo filmó en Antofagasta, si no que en Santiago, La Serena y Concepción, entre otras ciudades de Chile, además de realizar un largo periplo por Sur y Centroamérica, convirtiéndose en el padre de las cinematografías peruana y ecuatoriana, además de trabajar febrilmente en otros países, repitiendo la fórmula utilizada en Antofagasta: aunar a fuerza de ingenio a todos los sectores sociales en torno a la filmación de sus películas, utilizando diversas técnicas de marketing adelantadas por décadas a su época. Adriana continúo siguiendo la huella de este trotamundos, como ella lo llamaba, con la idea de hacer una película sobre su vida y obra… Espero de todo corazón que este proyecto no quedé a medio camino, pues se trata de una maravillosa historia que puede iluminar de mejor manera el camino de las nuevas generaciones audiovisuales…

Demás está decir que fue uno de los tantos que colaboró con la realización de esta película, primero como asistente de producción y luego, colaborando con Adriana en la recopilación de la investigación para resumir toda la inmensa cantidad de información reunida a lo largo de cinco años. Por eso les decía que esta nota iba a ser subjetiva y porque, por sobre todo, no creo ser el único que admiró el trabajo de Adriana, su valor para volver a hacer cine en medio del desierto más árido del mundo, contando con colaboradores que en su mayoría provenían de esta misma zona, haciendo lo que Fuenzalida, Santana y Valck habían hecho… Soñar para crear, maximizando los escasos recursos de los que disponían, establecer a Antofagasta como un polo de desarrollo audiovisual a fuerza de testarudez, con pasión y con mucho amor por proyectar la imagen de nuestro norte desde nuestra propia perspectiva hacia el mundo…

LA PELICULA
Antofagasta, el Hollywood de Sudamérica
(o Un Viaje de Ensueño)
2002
90 minutos
Dirigió, produjo y montó Adriana Zuanic Donoso
Música de Horacio Salinas
Fotografía de Marcelo González
Actuaron Mario Ossandón, Mario Guzmán, Daniel Jorquera, Paulina Hayden, Paulina Hernández, Paola Mardones, entre otros… Testimonios de Edmundo Fuenzalida, Eliana Jara, Floreal Recabarren y muchos más…

ESPECIAL CINEMA INFERNO: No Ordinary Love


Diario de rodaje de un corto erótico-gore

Título Original: No Ordinary Love
Año: 2009 (estreno programado como parte del largometraje "El Italiano")
Dirigida por: Patricio Valladares
Escrita por : Andrea Cavaletto, Patricio Valladares
Reparto: Omar Azocar, Eva Morgan

Alguien alguna vez debe haberse preguntado como es el rodaje de una película extrema, de horror, sangre, muerte, torturas, y otras linduras. Quizás existe la creencia de que es una manga de enfermos depravados que disfrutan recreando dichas imágenes, bueno, algo de cierto hay en eso. A lo mejor creen que son seres sombríos que no saben sonreír, que consumen carne cruda y que caminan entre las sombras huyendo del sol, quien sabe. Pero, qué mejor manera de salir de todas esas dudas que meterse de lleno dentro del rodaje de una de estas extrañas piezas cinematográficas, en forma exclusiva para este Blog.

La historia parte hace un par de años, con el rodaje de un largometraje llamado "Currículum" que a poco andar por el mundo, llamó la atención de unos productores extranjeros que vieron el que director, Patricio Valladares, tenía algo de talento para el género y conversando y conversando, surge "Departyd" un film ambicioso y sangriento, que se ha ido dilatando por lo alto de su presupuesto y la maldita crisis financiera que ha hecho que algunos inversionistas tiriten muertos de pánico en sus oficinas pensando que este chilenito les puede hacer perder un par de miles de dólares. Para llenar el vacío que significa tener los crespos hechos para rodar un largo y que te digan que tienes que esperar un buen tiempo, no hay nada mejor que hacer otras cosas, es así como Valladares, junto al autor de Departyd, el italiano Andrea Cavaletto, se les ocurrió hacer una serie de cortometrajes inspirados en el amor, que lindo no? pero no el amor azucarado y telenovelezco que cantan los cientos y miles de grupos y cantantes de las radioemisoras comunes y corrientes sino que el amor en su forma más retorcida, sucia y extraña posible, es decir, las desviaciones del amor.

No voy a contar de que se trata el corto "No Ordinary Love" pero como lo dice su título, no es un amor común. El rodaje se venía preparando hace semanas, haciendo un casting, buscando actores aperrados que no les importase la sangre, los gritos guturales y los aullidos de dolor...la verdad lo más complejo fue el casting porque mucho de los actores y actrices contactados no querían involucrarse en un proyecto de tan poca calidad artística, paradójicamente contactamos a varios que si han aparecido en reality shows, esos programas eróticos para la televisión que solo muestran 2 o 3 escenas eróticas gratuitas en pantalla con la excusa que es algo de realidad nacional, claro...eso si que es arte shakespereano al hueso (que lata que la ironía cueste expresarla escrita). En fin, a las 8 de la mañana estaba todo el equipo técnico en el lugar del rodaje, una hermosa y acogedora casa de Santiago (la mía) que fue disfrazada como una fría y lúgubre habitación de hotel en donde ocurre la acción. Luego de un rico desayuno, que incluía, café, leche, pan, galletas, jamón y otras cosas normales en una dieta humana, nos pusimos a ambientar. Ojo con el detalle del desayuno, no había tripas de animales ni sangre fresca, nop, eran personas normales comiendo desayunos normales. La directora de arte vestía un colorido atuendo y el resto usaba jeans y poleras comunes y corrientes, nadie usaba collares de clavos o piercing extremo.
Una vez ambientado llegaron puntualmente los actores y comenzaron los ensayos de las escenas, todo esto matizado con uno que otro dulce que había sobrado de la noche anterior, ya que este rodaje se llevó a cabo el 1 de noviembre, el día después de Halloween, así que con exceso de azúcar en la sangre nos lanzamos a rodar y a rodar y a rodar.
Todo muy bien, primero las escenas "normales", las escenas antes de que aparezcan cuchillos, llaves inglesas, cuerdas y espejos rotos sobre alguna parte del cuerpo humano, escenas con diálogos simples, sin gritos ni alaridos de dolor. Pero luego de la pausa exigida por el sindicato para almorzar y realizar una buena digestión, comenzó lo bueno.
La sangre falsa corría a litros, había que limpiar el lente de la cámara constantemente por las gotitas que salpicaban. También había que preocuparse de los vecinos sapos que preguntaban a que se deben todos esos gritos, además del reinante calor, no solo el normal producido en ese día por el clima, sino porque las luces calentaban el aire y por razones de iluminación, la habitación se encontraba sellada.
Si bueno, no es una cosa que digamos que bruto que cómodo es rodar con el calor del día, pero es más cómodo simular un ambiente de noche que de hecho pasarse la noche en vela rodando, además que con tanto grito alguien de seguro llama a los carabineros y si no lo hacen, serían enfermos de desconsiderados.
La cosa es que a eso de las 6 de la tarde, tras exactas 8 horas de trabajo, se acabó el rodaje y comenzamos a limpiar, ordenar y guardar.
Es extraño, si bien uno trata de hacer todo súper profesional, cámaras de buen nivel, iluminación,  respetar horarios y jornadas de trabajo, es decir como cualquier actividad profesional que se respete, de todas formas uno la pasa tan bien que hasta como que se siente mal por cobrar por el trabajo hecho, en fin, cada quien disfruta su trabajo como mejor le plazca.
La vida continúa normal una vez que se apagan las luces, se guarda la cámara y se limpia la sangre derramada; al terminar todos y cada uno nos despedimos con un abrazo y de vuelta a nuestras poco glamorosas vidas, unos iban a dar una charla de cine a un festival de horror, otros a un desfile de moda, unos al teatro, otros partíamos a la UCI de un hospital a preguntar por la salud de un pariente cercano. En suma, la vida tal como es para el común de los mortales.



10.22.2008

CINEMA INFERNO: El Cubo


Una pequeña gran película.

Título Original: Cube
Año: 1997
Director: Vincenzo Natali
Escrita por: André Bijelic, Vincenzo Natali y Graeme Manson
Reparto: 7 locos que nunca más vi 

Para empezar a hablar de "El Cubo" hay que hablar del cine canadiense. Es muy probable que poco se conozca de este cine, porque como hablan inglés, la mayoría de las veces producen con actores gringos para gringolandia, es casi imposible diferenciar una película canadiense de una gringa pero, hay autores como Atom Egoyan, que enarbolan la bandera de su país en el cine. Canadá desde más o menos los 80, ha comenzado a tratar de crear una nueva cinematografía, mas auténtica y es por eso que le ha abierto las puertas a muchos realizadores independientes norteamericanos, ingleses y franceses para que vayan a hacer sus primeras armas, todo eso apoyado por una altísima calidad técnica de equipos, laboratorios (por años las copias de muchas películas chilenas en 35mm se han hecho en Canadá) y recursos humanos y un notable apoyo del gobierno local.
Esta película no es la excepción, a pesar de haber sido hecha en un solo set de 14x14 metros y en la cual solo actúan 7 personajes, costó mas o menos 200 mil dólares, muy superior a la gran mayoría de las películas chilenas pero, a todas luces y de acuerdo al estandar internacional, una película de muy bajo presupuesto. Fue concebida como una peliculita chica que iba a salir directo al video para recuperar la inversión luego y así potenciar a Toronto como una buena ciudad en donde producir cine, adscrita en un inicio como un thriller de ciencia ficción, luego se agarró de la bandera del cine fantástico y con su presencia y variados premios, en los grandes festivales de cine fantástico del mundo ( Gerardmer, Toronto, Puchon, Sitges, Fantasporto, etc), comenzó a agarrar peso específico y pasó del video a la pantalla grande, siendo un exitazo, comparativo a sus solo 200 mil dolares de presupuesto. Siguiendo la lógica chilena, sería una buena película, porque cuenta con apoyo del gobierno y más encima tiene premios en festivales, que parece que es lo único que le interesa a nuestros realizadores locales, de todas formas acá llego al video, porque no tenía ningún actor famoso, sin bombos ni platillos, sin críticas rimbombantes, sin nada de nada, así que es muy probable que muchos jamás hayan oído hablar de esta película o de su decente pero de todas formas prescindible secuela Hipercubo. Lo bueno de la secuela es que no es una mala película por sí, de hecho yo vi primero esta película y no me pareció para nada mala, luego busqué y encontré El Cubo. Lo malo es que las dos películas son prácticamente iguales, solo cambia el tipo de cubo, así que lo mejor es quedarse con la original.

La historia nuevamente es lo más simple, 7 tipos están encerrados en una prisión que es una especie de cubo Rubick gigante que cada cierto tiempo cambia de ubicación las celdas que están intercomunicadas entre ellas. Ninguno de los internos sabe como llegó ahí, tampoco saben por qué, pero como todos, quieren salir de cualquier forma. Hay un ladrón, uno que muere al primer minuto de la película, un policía, una estudiante de matemáticas, una doctora, un arquitecto y un autista, todos con nombres de prisiones del mundo (dato freak encontrado por la red) y aparte de irse ubicando al ir pasando de celda en celda, tienen que lidiar con las trampas que el cubo tiene y con el consabido síndrome de encierro que hace aflorar lo peor de cada persona. Interesantemente construida en base a diálogos simples y fáciles de comprender, sin tratar de lanzar perlas de sabiduría con cada palabra, se puede dar una no muy optimista visión de la naturaleza humana. La película mantiene el suspenso y la tensión y los personajes, a pesar de ser muy estereotipados, logran generar empatía con el espectador, ya sea positiva o negativa y el misterio de que cresta es el cubo se mantiene por toda la película en un segundo plano, claro, lo más importante es escapar.

En suma, una película simple pero inteligente que los mantendrá atentos los 90 minutos que dura. La pueden encontrar en cualquier video club decente o buscarla por ahí en su operador de cable local.
En nuestro próximo capítulo nos refocilaremos con un clásico de clásicos, la multi secuelada, rehecha y reinventada, Halloween, de John Carpenter

10.15.2008

Pudor (2007)… El cine español se puso latero…


Domingo por la tarde. Cindy y yo buscamos algo qué ver en medio de una marea de canales en el cable, todos con una programación más que mediocre. Nos encontramos de pronto en Cinemax con Pudor, una película española con muy buenas referencias y que Cindy había visto por pedazos unos días antes, así es que como estaba empezando, decidimos seguirle el hilo.

Voy a tratar de ser breve y conciso. Siento que en España al igual que en Argentina e incluso aquí en Chilito, existe la costumbre de aplaudir e inflar filmes que si bien son buenos y hasta interesantes, no aportan nada más que un buen rato de entretención o cebolla fina. Y eso fue lo que me pasó con Pudor que si bien engancha y cuenta con actuaciones notables (en especial de la pareja protagónica), no es más que otra película para pasar el rato, con ingredientes tomados de muchas cintas anteriores y con historias que no trascienden más allá de un rato después de terminados lo créditos y que ha sido demasiado inflada por la crítica y la prensa, en especial en su país de origen.

Varias historias se mezclan en la cinta, todas ellas relacionadas al temor que tenemos de contar ciertas cosas a nuestros amigos y familiares más cercanos, aquel pudor un tanto inexplicable que nos lleva a cortar la comunicación con el mundo exterior y guardarnos lo que realmente sentimos. Alfredo (Nacho Novo) se entera que tiene cáncer y que su tiempo de vida es limitado. Quizás por esta razón decide echarse una canita al aire y tirarle los corridos a su secretaria, Gloria (Carolina Román), mientras que Julia (Elvira Mínquez), su esposa, insatisfecha sexualmente y aburrida de su vida familiar, comienza a recibir mensajes subidos de tono de un admirador secreto. Por otra parte, la libido de su hija comienza a despertar, signada por la atracción que siente por una compañera de curso, mientras que el hijo menor asegura ver y conversar con fantasmas que deambulan por el barrio de clase media donde viven. Por último, el abuelo (Celso Bugallo) sufre la pérdida de su esposa (hecho con que comienza la película) y busca una nueva y quizás última oportunidad de disfrutar y rehacer su vida.

Con estos elementos, los hermanos Ulloa narran en forma bastante dispareja las historias que caminan paralelas y que se entrelazan en algunos momentos, dejando algunas lagunas en el espectador que sólo la tremenda capacidad actoral de sus protagonistas logra borrar. Digo dispareja, porque hay muchos cabos sueltos en cada una de las historias (a excepción de la narración de la pareja protagónica), situaciones que no resuelven completamente y cuyo origen también es débil y sin sentido. Que el niño vea fantasmas no tiene mayor ingerencia en la historia global, menos su inocente enamoramiento de la pequeña hija de una pareja de amigos de Alfredo y Julia. El despertar sexual de Marisa es igual que tantos otros cientos vistos y revistos en pantalla, mientras que la historia del abuelo se diluye en pocas escenas sin mucha profundidad y que no logran abarcar el inmenso y solitario mundo de un anciano que busca seguir con su vida, aunque ya tiene el tiempo en contra.

A eso, hay que sumar la estética a lo Amores Perros de la película: mucha cámara en mano, filtros, algunos colores recargados y musiquita instrumental medio ambient que no aportan nada a la historia. Es más, las mejores y más deliciosas escenas ocurren cuando los Ulloa se atreven a colocar la cámara sobre un trípode y hacer planos decentes, significantes y llenos de intención… Se le agradece al señor González Iñarritú su increíble aporte al cine latinoamericano, pero a decir verdad, ya estoy chato de los realizadores posteriores que han asumido la estética del mexicano casi como una forma dogmática de hacer cine. En serio, cabrea…

De todas maneras, a pesar de mis críticas y comentarios, debo reconocer que la cinta se sostiene y uno llega hasta a encariñarse con algunos de los personajes. Debo insistir en que el trabajo de todos los actores es sensacional y que sobre sus hombros reposa el valor de una película que no sorprende y que a pesar de sus buenas intenciones, no fue capaz de sacarse el pudor de encima.

LA PELICULA
Pudor
(Pudor)
2007
100 (?) minutos
Dirigieron David y Tristán Ulloa
Produjo José Antonio Félez
Guión de Tristán Ulloa, basado en la novela Abril Rojo de Santiago Roncagliolo
Editó Nacho Ruiz Capillas
Música de David Crespo
Fotografía de David Omedes
Actuaron Nacho Novo, Elvira Mínguez, Celso Bugallo, Joaquín Climent, Nuria González, Natalia Rodríguez, Carolina Román, Marcos Ruiz, Lorena Mateo, Manolo Solo, entre otros…

10.13.2008

Cuando Los Dinosaurios Gobernaban la Tierra VI


Marillion – Misplaced Childhood (1985)
Ok, este no es tan viejo como los que he comentado anteriormente, ni siquiera es setentero, pero corresponde a un época bastante significativa de la música en general y del progresivo en particular.

Los ingleses de Marillion se habían despachado dos discos notables en la primera mitad de los 80, convirtiéndose en parte del revival del rock progresivo de la época, género muy de capa caída luego que la misma pomposidad, pretensión y exceso de tecnicismo arruinara a las grandes bandas de la primera mitad de los 70, mismas que no tuvieron recambio en la segunda mitad y que quedaron en el pasado antes la arremetida por un lado, del contestatario punk y por otro lado de la groovy y comercial onda disco. Pero como todo en la vida es cíclico, en Europa no tardaron en aparecer bandas que retomaron la senda dejada por los muchachos de Yes, Pink Floyd, Genesis, ELP, Jethro, Camel, entre otras megabandas de los tiempos dorados del progresivo. Los 80 comenzaban y en cuanto a tecnología había nuevos sintetizadores de sonido que algo podían aportar a darle al progresivo un nuevo sonido, más fresco, quitándole algo de la complejidad pretensiosa que en parte, lo había matado cinco años atrás. Una serie de bandas surge principalmente en Inglaterra y Estados Unidos, la mayor parte de ellas cargadas con un sonido más alegre, positivo, con algunos singles pegajosos que atraparan a la gente a través de la radio, pero con los ingredientes clásicos del buen progresivo: algunos temas de larga duración, letras muy poéticas y críticas de la sociedad, uno que otro solo cargado de talento y en algunos casos, mucho teatro en la puesta en escena, elementos que reencantaron a una nueva generación de progheads.

El asunto es que entre los cientos de bandas que surgieron en aquella época, una de las más destacadas fue y sigue siendo Marillion, que después de los inolvidables A Script For a Jester’s Tear (1983) y Fugazi (1984), le entregó a los fanáticos del prog una pieza de culto, perfecta, llena de sentimiento y talento, un disco conceptual de la más alta factura en forma y contenido. Se trata de Misplaced Childhood, conocido en habla hispana como Niñez Desvalida y que desde el cover art de Mark Wilkinson hasta el último surco del vinilo, es una pieza de colección, necesaria en toda colección no sólo de progresivo sino que de cualquier estilo.

Si bien por una parte es una obra conceptual y muy críptica en algunas ocasiones, por otra parte, Misplaced Childhood también posee un lado comercial que catapultó a la banda a la fama internacional a través del single Kayleigh, canción dedicada por Fish (vocalista y letrista de la banda) a varias de sus novias de la adolescencia. La canción se empinó en el #2 de los rankings en Reino Unido y fue un éxito en todo el mundo, justamente un símbolo de dos de los temas recurrentes en el álbum, la fama prematura y el estrellato no deseado, a los que se suman otras líneas conceptuales como el amor perdido, el abandono infantil y la pérdida de la inocencia, todos tópicos transversales que las letras de Fish tratan de manera aunque cruda, todavía poética.

Musicalmente es un disco complejo aunque una primera escuchada no deja esa impresión. Los arreglos están tan bien hechos que pareciera que los chicos de Marillion se sentaron e hicieron de una tirada el disco, aunque posteriores puestas de oído nos entregan los lujosos detalles de cada una de las compasiones en las que abundan los nostálgicos solos de guitarra de Steve Rothery y los elevados y sinfónicos teclados de Mark Kelly, siempre apoyados por la sólida base rítmica de Ian Mosley (batería) y Pete Trewavas (bajo). Así los 45 minutos del disco pasan volando, entre el perfecto equilibrio de temas muy sencillos como Kayleigh y Lavender, hasta las suites más extensas del disco en donde los muchachos muestran todo su talento, entregándonos bellos pasajes ambientales (Perimeter Walk) o poderosas secuencias progresivas (Childhood’s End?, Lords of the Backstage).

En suma, se trata de una pieza mayor, hipnotizante, interesantísima para cualquier fanático de la música en general, singularmente compleja y por sobre todo, símbolo de una época que contribuyó a mantener el rock progresivo en los oídos de muchos y que estoy seguro, sirvió para pavimentar el retorno de los grandes de los 70 que por esos años, volvieron a las pistas en gloria y majestad, aunque en muchos casos con álbumes de discutible calidad, aunque no por eso desechables (Léase Yes – 90125, ELPowell, Pink Floyd – A Momentary Lapse of Reason, entre otros).

Posteriormente, Marillion se despacharía otra obra de gran nivel llamada Clutching at Straws (1987), antes de la partida de Fish, el rostro visible de la banda, que comenzó una carrera solista con más bajos que altos. Marillion siguió su carrera, esta vez con la voz y las letras de Steve Hoggarth, en una nueva etapa que ya se ha extendido por veinte años, y en la que destacan discos Brave (1994) y Afraid of Sunlight (1995), que si bien son pedazos de monstruos musicales, están un paso más atrás del iluminado Misplaced Childhood, una obra maestra del género que, estoy seguro, no dejará a ningún fanático de la música indiferente…

EL DISCO
Lado 1
1.- Pseudo Silk Kimono (2:14)
2.- Kayleigh (4:03)
3.- Lavender (2:25)
4.- Bitter Suite (7:56)
a) Brief Encounter
b) Lost Weekend
c) Blue Angel
d) Misplaced Rendezvous
e) Windswept Thumb
5.- Heart of Lothian (4:02)
a) Wide Boy
b) Curtain Call

Lado 2
1.- Waterhole (Expresso Bongo) (2:13)
2.- Lords of the Backstage (1:52)
3.- Blind Curve (9:29)
a) Vocal Under a Bloodlight
b) Passing Strangers
c) Mylo
d) Perimeter Walk
e) Threshold
4.- Childhood's End? (4:33)
5.- White Feather (2:25)

En la versión remasterizada del doble CD de 1998 se agregaron los siguientes temas:
1.- Lady Nina (Extended 12" Version) (5:50)
2.- Freaks (Single version) (4:08)
3.- Kayleigh (Alternative Mix) (4:03)
4.- Lavender Blue (Lavender Remix) (4:22)
5.- Heart of Lothian (Extended Mix) (5:54)
6.- Pseudo Silk Kimono (Demo) (2:11)
7.- Kayleigh (Demo) (4:06)
8.- Lavender" (Demo) (2:37)
9.- Bitter Suite (Demo) (2:54)
10.- Lords of the Backstage (Demo) (1:46)
11.- Blue Angel (Demo) (1:46)
12.- Misplaced Rendezvous (Demo) (1:56)
13.- Heart of Lothian (Demo) (3:49)
14.- Waterhole (Expresso Bongo) (Demo) (2:00)
15.- Passing Strangers (Demo) (9:17)
16.- Childhood's End? (Demo) (2:23)
17.- White Feather (Demo) (2:18)

LA BANDA
Fish: voz, letras
Mark Kelly: teclados
Ian Mosley: batería
Steve Rothery: guitarras
Pete Trewavas: bajo

INFO DEL CD
CD Capitol C2-46160
1985 LP EMI 2
1998 CD EMI 97034
1999 CD EMI 46160
1999 CD Never 4508