Jon Anderson – 3 Ships (1985)
No tengo espíritu navideño, definitivamente. Soy bastante amargado en ese sentido y hay poquísimos detalles en esta época de consumismo compulsivo que me hacen, hasta cierto punto, empaparme del alma babosa, mendicante, insulsa, sosa y hasta incolora de la época.
Ya lo dije, soy un amargado de mierda, pero esta pequeña joyita musical me toca un poco el corazoncito rancio que tengo. Sí, porque entre sintetizadores ochenteros, samplers de coros, letras lambisconas y un increíble olor a “paz y amor”, el disco 3 Ships de Jon Anderson convence y hasta conmueve por momentos. No es una obra maestra, pero su sentimentalismo calza perfectamente con la época. La idea es sencilla, pues el disco no es más que una suma de covers de villancicos tradicionales liderados por la siempre dulce voz de Anderson que en esta ocasión es acompañado por algunas “madres” de la música, de los más variopintos géneros, haciendo de este disco una extraña pieza de colección: el productor de Queen, Roy Thomas Baker, Frankie Banali (batero de Quiet Riot), R.J. Parnell (Spinal Tap), Elliot Easton (The Cars), el mismísimo Trevor Rabin y la cantante gospel Sandra Crouch ¿Qué sale de todo esto? Un producto irregular, pero con ciertos momentos sublimes, entre los que destacan las explosiones corales de 3 Ships, Oh Holy Night y How It Hits You.
Los arreglos son decentes. La voz de tío Jon se escucha digna, pura, angelical. Las bases electrónicas muy en la onda Cars, Flock of Seagulls o Yazoo, a veces destiñen, pero si nos ubicamos en la época del disco… igual salvan. De todas maneras, un bonito disco navideño para nostálgicos, bien hecho, mamón, pero entretenido y hasta emocionante. Por lo menos, se atreve a darle una vuelta de cuerda a los manoseados villancicos y hace que suenen diferentes, más vivos y hasta atractivos para el pobre tipo que ya está hastiado de tantos coritos sin sabor y arreglos demasiado añejos. Por ese lado, el valor de esta obra que bien puede morir en el olvido, pero que de todas maneras se sostiene y logra flotar en una época que más que por lo tradicional, se caracteriza por la repetición agotadora de cánones, estética y manierismos descaradamente comerciales y abrumadoramente aburridos.
Traten de conseguírselo. No es para cortarse las venas, pero se salva, más aún considerando la irregular discografía de Anderson como solista que teniendo puntos altísimos con álbumes como Olias of Sunhillow y Song of Seven, en general se da vueltas en melodías lateras, letras ridículamente optimistas y coqueteos con el pop que si bien son de agrado de muchos, a mí no me llegan demasiado. Pero en fin, para qué pelar tanto a Anderson si es una de las voces más maravillosas de rock y en especial del prog.
De todas maneras, un disquito que rompe la monotonía de esta fecha. Y si tiene niños, créame que van a prender al tiro con este álbum…
EL DISCO
1.- Save All Your Love (1:23)
2.- Easier Said Than Done (4:14)
3.- Three Ships (3:42)
4.- Forest of Fire (3:30)
5.- Ding Dong Merrily on High (1:57)
6.- Save All Your Love -Reprise- (3:10)
7.- The Holy and the Ivy (3:07)
8.- Day of Days (3:35)
9.- 2,000 Years (0:56)
10.- Where Were You? (3:54)
11.- Oh Holy Night (4:15)
12.- How It Hits You (5:11)
13.- Jingle Bells (0:31)
LA BANDA
Jon Anderson, Sandra Crouch y Jade Anderson / voces solistas
Rhett Lawrence / teclados, sintetizadores, programas
Paul Chang / director general
Bob Esty / conductor, director musical, arreglos
Elliot Easton y Trevor Rabin / guitarras acústicas y eléctricas
Frankie Banali y R.J. Parnell / batería
Santa Monica Choir of the Calvary Baptist Church / coro gospel
André Crouch / director del coro gospel
Paulinho Da Costa / percusiones
Novi / viola eléctrica
William Bryant III y Gary Lanier / director del coro
Marta Woodhull / directora del coro infantil
+
Beyond War Philarmonic Orchestra
DATOS DE CD
Electra Records (WMC5-568)
No tengo espíritu navideño, definitivamente. Soy bastante amargado en ese sentido y hay poquísimos detalles en esta época de consumismo compulsivo que me hacen, hasta cierto punto, empaparme del alma babosa, mendicante, insulsa, sosa y hasta incolora de la época.
Ya lo dije, soy un amargado de mierda, pero esta pequeña joyita musical me toca un poco el corazoncito rancio que tengo. Sí, porque entre sintetizadores ochenteros, samplers de coros, letras lambisconas y un increíble olor a “paz y amor”, el disco 3 Ships de Jon Anderson convence y hasta conmueve por momentos. No es una obra maestra, pero su sentimentalismo calza perfectamente con la época. La idea es sencilla, pues el disco no es más que una suma de covers de villancicos tradicionales liderados por la siempre dulce voz de Anderson que en esta ocasión es acompañado por algunas “madres” de la música, de los más variopintos géneros, haciendo de este disco una extraña pieza de colección: el productor de Queen, Roy Thomas Baker, Frankie Banali (batero de Quiet Riot), R.J. Parnell (Spinal Tap), Elliot Easton (The Cars), el mismísimo Trevor Rabin y la cantante gospel Sandra Crouch ¿Qué sale de todo esto? Un producto irregular, pero con ciertos momentos sublimes, entre los que destacan las explosiones corales de 3 Ships, Oh Holy Night y How It Hits You.
Los arreglos son decentes. La voz de tío Jon se escucha digna, pura, angelical. Las bases electrónicas muy en la onda Cars, Flock of Seagulls o Yazoo, a veces destiñen, pero si nos ubicamos en la época del disco… igual salvan. De todas maneras, un bonito disco navideño para nostálgicos, bien hecho, mamón, pero entretenido y hasta emocionante. Por lo menos, se atreve a darle una vuelta de cuerda a los manoseados villancicos y hace que suenen diferentes, más vivos y hasta atractivos para el pobre tipo que ya está hastiado de tantos coritos sin sabor y arreglos demasiado añejos. Por ese lado, el valor de esta obra que bien puede morir en el olvido, pero que de todas maneras se sostiene y logra flotar en una época que más que por lo tradicional, se caracteriza por la repetición agotadora de cánones, estética y manierismos descaradamente comerciales y abrumadoramente aburridos.
Traten de conseguírselo. No es para cortarse las venas, pero se salva, más aún considerando la irregular discografía de Anderson como solista que teniendo puntos altísimos con álbumes como Olias of Sunhillow y Song of Seven, en general se da vueltas en melodías lateras, letras ridículamente optimistas y coqueteos con el pop que si bien son de agrado de muchos, a mí no me llegan demasiado. Pero en fin, para qué pelar tanto a Anderson si es una de las voces más maravillosas de rock y en especial del prog.
De todas maneras, un disquito que rompe la monotonía de esta fecha. Y si tiene niños, créame que van a prender al tiro con este álbum…
EL DISCO
1.- Save All Your Love (1:23)
2.- Easier Said Than Done (4:14)
3.- Three Ships (3:42)
4.- Forest of Fire (3:30)
5.- Ding Dong Merrily on High (1:57)
6.- Save All Your Love -Reprise- (3:10)
7.- The Holy and the Ivy (3:07)
8.- Day of Days (3:35)
9.- 2,000 Years (0:56)
10.- Where Were You? (3:54)
11.- Oh Holy Night (4:15)
12.- How It Hits You (5:11)
13.- Jingle Bells (0:31)
LA BANDA
Jon Anderson, Sandra Crouch y Jade Anderson / voces solistas
Rhett Lawrence / teclados, sintetizadores, programas
Paul Chang / director general
Bob Esty / conductor, director musical, arreglos
Elliot Easton y Trevor Rabin / guitarras acústicas y eléctricas
Frankie Banali y R.J. Parnell / batería
Santa Monica Choir of the Calvary Baptist Church / coro gospel
André Crouch / director del coro gospel
Paulinho Da Costa / percusiones
Novi / viola eléctrica
William Bryant III y Gary Lanier / director del coro
Marta Woodhull / directora del coro infantil
+
Beyond War Philarmonic Orchestra
DATOS DE CD
Electra Records (WMC5-568)
3 comentarios:
Pues he llegado hasta tu blog buscando "Cuando los Dinosaurios gobernaban la Tierra" o lo que es lo mismo, "When Dinosaurs Ruled the Earth" 1970, película cuyo título resulta irónico, ahora que se va George Bush.
Para sintes ochenteros el Korg Wavestation, pequeña joya synthpopera.
las bandas de hoy en día se empeñan en sonar demasiado "digital" en mi opinión menos distorsion bestial de guitarra y más sencillez, es que es por demás. En los clasicos del post-punk se abusaba de poco y los resultados fueron magistrales, por ejemplo Bauhaus, Joy Division, Ultravox...
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