2.29.2008

Para festejar a los hermanos Coen...

Ya que los hermanitos Coen se quedaron con cuatro Oscar (entre ellos Mejor Película) por su tremenda obra No Country for Old Men, vale la pena revisar parte de su notable filmografía, fértil en desbordantes guiones, secuencias memorables, personajes inolvidables, homenajes al cine clásico gringo de los 40 y 50 y por supuesto, de fuerza y vitalidad.

Hace un tiempo, ya comentamos la notable Miller's Crossing y de verdad que es difícil escoger sólo tres canapés de su no tan extensa, pero interesante lista de películas. De todas maneras, no está demás partir con Blood Simple (1984), su largometraje debut, una película totalmente influenciada por el cine negro de los años 50, en la que ya se vislumbraba su notable capacidad para construir diálogos y un extraño gusto por la violencia. Julian (Dan Hedaya), el dueño de una cantina, contrata a Loren Visser (M. Emmet Walsh), un detective privado bastante inescrupuloso, para que averigue si su esposa (Frances McDormand) lo está engañando. Al comprobar que ella lo traiciona con Ray (John Getz), uno de sus bartenders, Julian le ofrece a Visser una suculenta suma de dinero para que los asesine a ambos, pero el detective tiene en mente quedarse con mucho más que el dinero, para lo que deberá asesinar a todos los testigos de la infidelidad.

En verdad, es una película negra, en donde los Coen (como guionistas), ya juegan con el público que se convierte en testigo angustiado de los planes retorcidos de los protagonistas y también de cómo éstos también pueden ser brutalmente cambiados por el azar, aunque quizás el mayor logro del film es mantener el suspenso en base a los personajes que no tienen idea de lo que ocurre, mientras que el espectador sabe de cada uno de sus trucos y mentiras.


En cualquier listado decente de películas de los Coen, no puede faltar la desfachatada Barton Fink (1991), una de esas obras extrañas, que prácticamente no caben en ningún género específico, pero que otra vez está cargada de influencias de cine negro y comedia de igual tono. Aquí, John Turturro (en un papelazo!) es Barton Fink un dramaturgo que a comienzos de los 40 viaja a Hollywood para escribir el guión de una película, pero que una vez frente al papel en blanco sufre un esquizofrénico bloqueo creativo. Un afamado escritor caído en desgracia y alcohólico, Charlie Meadows (John Goodman), intenta ayudarlo de una forma muy particular, mientras Fink va involucrándose en un mundo tan extraño como desconocido para él, alejándose cada vez más de su objetivo principal, sumergiéndose en la paranoia. Otra vez se repite una excelente elaboración de ambientes y escenarios, notables diálogos (especialmente los encabezados por Goodman), y el traspaso al público de esa sensación opresiva de locura y encierro que caracteriza el viaje creativo de Barton Fink, cual Dante en el infierno. Y más aún, gracias al guión y la notable actuación de Turturro, descubrimos a un personaje lleno de contradicciones, de esos que amas u odias y de los pocos que se queda grabado en tu mente por largo tiempo.

Por último, por supuesto también hay que hablar de la notable Fargo (1996), donde otra vez, el dinero, el azar y la muerte son piezas fundamentales de una ajedrez estilísitico en el que la oficial Marge Gunderson (Frances McDormand, ganadora de un Oscar por este papel) intenta resolver un triple homicidio en el pequeño pueblo donde vive. El público ya sabe lo que ha ocurrido: los ineptos ladrones Carl (Steve Buscemi) y Gaear (Peter Stormare) han sido contratados por Jerry (William H. Macy) para secuestrar a su propia esposa y así, cobrarle un suculento rescate a su suegro Wade (Harve Presnell). Lo que ninguno de ellos sabe es que las cosas resultarán totalmente mal y el plan sufrirá severos cambios, principalmente debido a la estupidez de los secuestradores y a la feble personalidad de Jerry, mientras Marge intenta unir las piezas del rompecabezas que lentamente se irán cubriendo de más muertes y sangre.

A lo menos, una película brillante, con una estupenda fotografía, notables actuaciones y una desenlace bastante violento.

Tres imperdibles, de verdad. Aunque sus otros películas no son menores, otro día hablaremos de Educando a Arizona (1987), Oh, Hermando Dónde Estás? (2000) o El Gran Lebowski (1998), pero por ahora les recomiendo sinceramente estas tres, sobre todo para los que recién vienen conociendo a los Coen y su maravilloso, extraño y oscuro mundo...

2.20.2008

Aliens, El Regreso... o cómo hacer más grande una leyenda...

No sé si las nuevas generaciones se acordarán que Alien vs. Predator (2004 y 2007) no apareció de la noche a la mañana, o salieron de un cómic. Me pregunto si alguna vez habrán visto en el trasnoche del cable, la película que dio origen a este monstruoso y aterrador bicharraco que simplemente conocemos como Alien y que vio la luz en las pantallas en 1979, de la mano de Ridley Scott y que desde esa fecha, se quedó en el imaginario popular, especialmente de los fanáticos del cine y de la ciencia ficción.

Cindy ya comentó Alien hace un tiempo, por lo consideré necesario hacer mención de Aliens, El Regreso (1986), secuela de la original que hábilmente ese pequeño "midas" llamado James Cameron supo tomar y explotar para expandir el "universo alien" y crear gran parte de la mitología que los fanáticos de hoy gozan a rabiar y que, por supuesto, continúa creciendo... En esta segunda parte, Cameron y su trouppe si bien no logran mantener el nervio y la sensación de claustrofobia de la primera parte, si consiguen un par de buenos sustos y notables secuencias de acción generadas por una historia no muy complicada, pero que sirve de excusa para explicar y entender un poquito más de estas bestias sanguinarias... Ellen Ripley (Sigourney Weaver) es rescatada después de medio siglo flotando en el espacio. Descubre que todo lo que había sido su vida ha desaparecido, pero superando la depre y las pesadillas con el monstruo como principal protagonista, se dispone a iniciar una nueva vida hasta que Carter Burke (Paul Reiser) le solicita ayuda, pues la Corporación Weyland-Yutani (la famosa y inescrupulosa compañía que encuentra su origen en Alien vs. Predator) ha perdido contacto con los colonos del nefasto planeta (o luna, nunca queda muy claro) LV-426, lugar donde Ripley vivió su primera traumática experiencia con las bestias que ella misma llama "xenoformes", y en donde ahora radica una numerosa colonia que está terraformando el planetoide... El asunto es que Burke se la engrupe y la involucra en un nuevo viaje, esta vez acompañada por un cuerpo de "marines" abacanados, formado por un teniente primerizo, un sargento de color súper estereotipado, un cabo silencioso y al parecer herido sicológicamente, un androide y por supuesto por toda la gama imaginable de soldados de otras películas: el chistoso, el negro que muere al tiro, la tipa con pinta de lesbiana, el miedoso, el seco pa' la metraca y un largo etcétera que apenas alcazamos a conocer... No sé si esta descripción les será familiar, pero para salir de dudas vean cualquier película de guerra de los 50 hasta ahora y se encontrarán con el mismo zoológico...

El asunto es que la pandilla de estúpidos y soberbios "marines" duran menos que pastilla en la boca en pantalla. Los voraces "aliens" han despaturrado a la colonia y en una rápida secuencia hace lo mismo con la mayoría de los soldados, por lo que la cinta se convierte en la desesperada necesidad de los sobrevivientes por salir del planeta y volarlo junto a todos los salvajes alienígenos. Como dije, no es un guión memorable, pero es sencillo y sus tropiezos son mínimos. De todas formas lo destacable de la cinta es el pulso de Cameron que con Terminator (1984) ya había demostrado que era un artesano bastante decente, y por supuesto la creación de al imaginería que rodea a toda la saga de Alien: la reina-incubadora, la razón de la existencia de los huevos y de los famosos y detestables facehuggers que implantan sus crías en el interior de sus víctimas, aunque no se arriesga (ni ninguna película lo ha hecho) a dar pistas sobre el origen de la bestia ni ahondar en las posibles causas que generan el llamado de auxilio que atrae a la nave Nostromo en la primera parte, ni de los extraños seres que quizás sean creaodres del monstruo o sólo pasajeras víctimas.

Lo cierto es que si es por tensión, Alien 3 (1992) o incluso Resurrection (1997) superan ampliamente a Aliens, pero no está demás decir que fue la prueba tangente del talento de Cameron para generar dinero, un hito sobresaliente en la mitología de la saga y por sobre todo, destacar que le valió una nominación al Oscar a Sigourney Weaver y otras seis más por diversos logros técnicos, además de subirle el pelo a un actorcillo de nombre Bill Paxton y que en esos años, apenas si tenía en su currículum una breve aparición en Terminator como uno de los punketas que Schwarzenegger se pitea en los primero minutos de la peli..

En cuanto a la trivia del film, les aviso que es largísima, así es que mejor visiten este sitio para chequearla. Se encontrarán con varias sorpresas y anécdotas más que entretenidas. De todas formas, la peli es recomendable. A pesar del tiempo, mantiene un sabor fresco y para los chicos/as que aún no la han visto, pero que se mojaron con Alien vs. Predator, les va a explicar bastantes cosas de los bichos. De todas maneras, les dejo el trailer y un último comentario... disfrútenla, vale la pena verla o re-verla...

Ficha Técnica
Aliens, El Regreso (Aliens)
1986
137 minutos
Dirigió James Cameron
Produjeron Gale Anne Hurd, Gordon Carroll, David Giller y Walter Hill
Guión de James Cameron, David Giller y Walter Hill
Música de James Horner
Fotografía de Adrian Biddle
Editada por Ray Lovejoy
Efectos Especiales de Mark Williams
Actuaron Sigourney Weaver, Michael Biehn, Lance Henriksen, Carrie Henn, Bill Paxton, Paul Reiser y varios actores con pinta de "marines"...

2.16.2008

Las Películas que Olvidamos: Plan Diabólico (1966)


O cómo descubrí que Rock Hudson también hizo películas freak...

Tiene que haber sido el año 2002 o 2003, cuando junto a Adriana Zuanic estábamos preparando la programación del segundo semestre del CineClub de la Universidad Santos Ossa. La cuestión es que le propuse a la Adriana hacer un programa más tirado al terror y al suspenso. Aceptó la idea y me puse en campaña para encontrar tres películas que hicieran atractivo el segmento. Una de las películas fue El Almuerzo Desnudo de David Cronenberg (1991); la otra fue la desenfrenada En la Boca de la Locura de John Carpenter (1995) y por último, la búsqueda de cosas raras y tenebrosas me llevo a Plan Diabólico o Plan Siniestro (1966), película dirigida por el notable artesano John Frankenheimer y protagonizada por... ¡Rock Hudson!...

No quería creerla, pero así era. El ídolo secretamente gay de las cincuentonas (partiendo por mi santa madre), protagonista de bombazos hollywoodenses como Gigante (1956) y Adiós a las Armas (1957) se había arriesgado a ser la estrella de una película B, freak, con un guión cargado a la paranoia, en el mejor estilo de Philip Dick, insólita y de bajo presupuesto. Pero antes creo que es necesario hacer una breve reseña de Frankenheimer, un artesano notable, se esos típicos directores por encargo que hacen de casi todo, aunque su fuerte era la acción. De todas maneras, entre sus logros destacan obras mayores como la entrañable El Hombre Pájaro de Alcatraz (1962) con Burt Lancaster, Días de Vino y Rosas (1958), la adrenalínica (por lo menos para la época) Grand Prix (1966), I Walk the Line (1970), y la interesantísima Ronin (1998), mientras que para televisión dirigió, entre otras, The Burning Season (1994) y George Wallace (1997) dos obras de gran factura. Realizador de pulso fuerte, trabajó con algunos de los más reconocidos productores y actores de las décadas del 50 y 60 y a diferencia de muchos directores contratados de la ápoca, JF se mantuvo siempre activo, atento a los nuevos tiempos y renovándose constantemente hasta su muerte, en junio de 2002, a la edad de 72 años.

Plan Diabólico corresponde a los que los críticos llaman su "trilogía paranoica", junto a The Manchurian Candidate (1962) y Seven Days in May (1964). En este film, nos encontramos con Arthur Hamilton (John Rudolph), un hombre de mediana edad que ha perdido su trabajo y su esposa. Al borde del suicidio, es contactado por un amigo que él creía muerto desde hace muchos años. Es así, como Hamilton se involucra con la "Compañía", que le ofrece un completo cambio de aspecto y de vida. Luego de cirugías plásticas y tratamiento sicológico, Hamilton se convierte en Tony Wilson (Rock Hudson), un "renacido" con nueva identidad, nuevos amigos, nueva casa, nueva fortuna... Todo parece perfecto. Vive en Malibú, inicia una relación sentimental con Nora (Salome Jens), y está rodeado de gente linda-linda, pero no se siente bien ni tranquilo. Algo sospecha de aquel mundo y comienza a creer que Tony Wilson ya existía y él lo ha reemplazado o que toda la gente que lo rodea también ha "renacido". Wilson se vuelve paranoico y cree que todo el mundo lo está vigilando y que es parte de un plan macabro. Viola las políticas de la "Compañía" y se contacta con su esposa, es decir, la esposa que tenía cuando era Hamilton. Además, se encuentra con Charlie (Murray Hamilton), otro renacido que también sospecha de los oscuros planes de la "Compañía" y en conjunto comenzarán a descubrir pistas que los llevarán a descubrir en lo que realmente se han metido al cambiar su personalidad.

La película tiene momentos alucinantes, como la fiesta-orgía en la piscina con sus nuevos vecinos (que en su época fue censurada. pero que en DVD se ve completita), y por supuesto la aterradora secuencia final, donde Wilson-Hudson descubre la trama oculta tras su cambio de personalidad. A eso se suma un más que atractivo trabajo en los tiros de cámara y la fotografía (para muestra, el trailer del film) y una más que aceptable actuación de Hudson, que logra traspasar al público esa sensación de angustia desbordante que domina sus acciones en su búsqueda de la verdad.

Obvio, no estamos frente a una obra trascendental de la historia del cine, pero sí ante una obra de suspenso atractiva, que te agarra desde el primer minuto, muy bien estructurada... Un clásico de la filmografía de Frankenheimer y quizás el antecedente más directo de todas esas cintas de sci fi que juegan con el asunto de la personalidad (casi todas ellas basadas en cuentos de P.K. Dick), como Sentencia Previa (2002), Impostor (2002) y Paycheck (2003) entre otras...

Bueno, chicos/as, si tienen suerte, pueden encontrar esta cinta en DVD. Se las recomiendo porque de verdad pone los pelos de punta y porque al fin y al cabo, nunca está demás deleitarse con un clásico, echar una miradita al pasado y darnos cuenta de dónde vienen realmente algunas de las "grandes ideas" de Hollywood para estos años aciagos en los que la creatividad y las ideas frescas son bastante escasas...

Ficha Técnica
Plan Diabólico o Plan Siniestro (Seconds)
1966
107 minutos
Dirigió John Frankenheimer
Produjeron JF y Edward Lewis
Escrita por Lewis John Carlino y David Ely, basado en su novela homónima
Fotografía de James Wong Howe
Música de Jerry Goldsmith
Actuaron Rock Hudson, Salome Jens, John Randolph, Jeff Corey, Murray Hamilton y un montón de actores "renacidos" con aire misterioso...

2.11.2008

Las Películas que Detesto: LOS PUENTES DE MADISON (1995)


Hablando de películas mamonas...

Sé que con este comentario me voy a echar encima a muchas mujeres (probablemente todas ellas de más de 35) y a varias de mis amigas, pero creo que Los Puentes de Madison es una de las peliculas románticas más malas y mamonas que he visto en mi larga vida y eso es bastante decir, considerando la gran cantidad de horas que he utilizado (y a veces, desperdiciado) a lo largo de 20 años viendo películas en el cine, en video/dvd, y en el cable...

Tremenda caída de Clint Eastwood, un artista más respetable como director que como actor, aunque sus caracterizaciones para Harry, el Sucio (1971) o El Bueno, el Malo y el Feo (1966) son memorables, me parece que más legendarios son sus trabajos detrás de las camáras para obras mayores como Honkytonk Man (1982), Cazador Blanco, Corazón Negro (1990), la gloriosa Los Imperdonables (1992), Un Mundo Perfecto (1993, quizás uno de los mejores personajes de Kevin Costner), Río Místico (2003), Million Dollar Baby (2004) y sus más recientes y poderosas (temática y visualmente) obras: Flags of Our Fathers y Letters from Iwo Jima (200&). Vaya currículum, no? Es entonces que uno se pregunta qué bicho le picó a Eastwood para pensar que se podía hacer una buena película basada en la novela de Robert J. Waller.

La peli comienza con los hijos de Francesca Johnson (Meryl Streep, durante el raconto) sufriendo por la muerte de su madre. Ellos ya son adultos y cada uno carga con sus propias penas y desilusiones amorosas. Es así que Caroline (Annie Corley) y Michael (Victor Slezak) llegan hasta el pequeño pueblo en donde vivía su santa madre para llevar a cabo sus último deseos, encontrándose con la poco grata sorpresa que ella ha decidido ser cremada que que sus cenizas se esparzan en un río del lugar. Asombrados y hasta encabronados, la descendencia de Francesca se debe dar a la labor de leer el diario de vida de la mujer para descubrir que vivió una hermosa y tórrida historia de amor durante un caluroso fin de semana en que el resto de la familia viaja por negocios. El galán de turno erea un fotógrafo de la BBC, de esos medio adelantado a su época, grupiento y artistoride, llamado Robert Kincaid (Clint Eastwood), que está de paso por el pueblo tomando fotos para un reportaje acerca de los míticos puentes techados del condado. Así, se irán adentrando en el corazón de su madre y se explicarán el por qué de su postrera voluntad, además de sanar sus propias heridas emocionales. Es extraño que un tipo duro como Eastwood haya visto potencial en el guión hecho en base a la novela homónima de Robert J. Waller. Una película sobrevalorada, lenta, aburrida, en donde no hay química alguna entre Clint y Meryl, ni a nivel romántico ni emocional y menos sexual. Es más, creo que a muchos la sola idea de ver a Eastwood y Streep en una situación amorosa no creo que sea muy atractiva, sí más bien pesadillesca, algo así como ver casualmente a tus papás teniendo relaciones. Si a eso sumamos un montón de frases cliché, situaciones cebolleras y una historia amorosa improbable que se hace risible, tenemos como resultado más de dos horas de lata amorosienta, vil y descaradamente comercial, destinada a corazones sensibleros aficionados a las telenovelas caribeñas tan dadas a explotar el lado más patético del corazón de las mujeres, especialmente, y de algunos pelotudos que se a la salida del cine se juraban fotógrafos de la BBC...

Ya lo dije, mis amiguis me van a matar... Pero debía hacer este comentario. Al fin y al cabo es quizás la única película de Eastwood que realmente detesto y una de esas "de romance" que de verdad me hincha las gónadas con sus acaramelamientos insulsos y sobre todo, porque todo el mundo (o la mayoría) quedó encantado con esta historia menor, desabrida e intrascendente. Bueno, a todas esas personas que tienen entre su top ten a Los Puentes de Madison está dedicada este humilde comentario que no pretende otra cosa que aportar mi humilde perspectiva acerca de este bodrio cebollístico...

FICHA TECNICA
Los Puentes de Madison (The Bridges of Madison County)
1995
135 minutos
Dirigió Clint Eatswood
Produjeron Eastwood y Kathleen Kennedy
Guión de Richard LaGravenese, basada en el libro homónimo de Robert James Waller
Fotografía de Jack King
Editó Joel Cox
Protagonizaron el mismo Eastwood, Meryl Streep, Annie Corley, Victor Slezak, Jim Haynie y otros poquitos actores con cara de pueblerinos abúlicos y reprimidos...

2.02.2008

Darkman, el Rostro de la Venganza (y del bajo presupuesto)


Hace un tiempo, mi compadre Rodrigo Muñoz ya comentó la increíble Evil Dead 2 (1987) de Sam Raimi, un tipo que partió haciendo cine B del bueno, con sus hermanos Ivan y Ted, su gran amigo Bruce Campbell (que aparece en todas su películas), y una camarilla de actores y equipo que siempre le siguen las de abajo y no es para menos, puesto que hoy por hoy y gracias a su incursión en pelis más dramáticas como A Simple Plan (1998) y For the Love of the Game (1999) y sobre todo por la trilogía de Spiderman (2002, 2004 y 2007) se ha convertido en un reputado director hollywoodense, aunque con bastante talento como para seguir haciendo las cosas a su pinta, trabajando con la gente que más le acomoda y sin dejar de hacer guiños y homenajes a la industria de bajo presupuesto desde donde comenzó su carrera que hoy por hoy, se proyecta con tres nuevos filmes, entre los que destaca Spiderman 4 y un ya conocido interés por dirigir y guionizar El Hobbit, la precuela de El Señor de los Aliños… Anillos (sorry)…

El asunto es que después de Evil Dead I y II y Crimewave (1985), se las ingenió para llevar a cabo Darkman, un proyecto basado en una historia escrita por el mismo y que en cierta forma, es un homenaje a los oscuros héroes de ciencia ficción de los años 30. Se consiguió el apoyo de la poderosa Universal Pictures y comenzó la labor de producir esta peli que si bien funciona como una correcta obra de acción, posee una serie de elementos interesantísimos que la convierten en una cinta de culto, por lo menos desde mi punto de vista.

La historia es sencilla y trágica. El científico Peyton Westlake (Liam Neeson) trabaja febrilmente en un sustituto sintético para la piel humana, con el fin de ayudar a personas que han sufrido quemaduras. El gran problema con que se enfrenta Westlake para lograr sus propósitos es que el sintético se degrada luego de 99 minutos. Su novia, la abogada Julie Hastings (Frances McDormand) se ha metido sin querer y sin saberlo, en los turbios negocios de Louis Strack (Colin Frieds) y de su socio, el matón Robert Durant (Larry Drake) quienes al momento de recuperar un importante documento, atacan el laboratorio de Westlake, torturándolo casi hasta la muerte y volando el lugar. Como consecuencia, Westlake queda horriblemente desfigurado y con sus terminales nerviosas quemadas lo que le evita todo tipo de sensación corporal. Así, Westlake reconstruye su laboratorio en secreto, para volver en busca de venganza y salvar a su amada (¿No les parece historia conocida?).

Bueno, el asunto es que a pesar de lo obvio que pueda parecer, la peli es más que entretenida. Lian Neeson está notable como Darkman, un personaje triste y lleno de dolor cuyo único triunfo será recuperar la esquiva normalidad de su vida pasada, una búsqueda inútil que lo lleva a momentos de violencia y locura de los que sólo Julie puede salvarlo. Darkman se convierte así en un vengador, no un superhéroe, que por deformación física es capaz de grandes proezas que no tienen como fin salvar al mundo, sino que simplemente recuperar la propia vida y el amor. Bueno, y hablando de Neeson, en esta época no era muy cotizado y la primera opción de Raimi (era que no) fue su amigo Bruce Campbell, pero el estudio opinaba que no daría la talla dramática del papel, así es que propusieron a Gary Oldman y Bill Paxton antes de llegar a Neeson. De todas formas, Raimi se las ingenió para colocar a Campbell al final de la película. Ya que Darkman a lo largo de sus aventuras usa diversas máscaras de piel sintética para volver a ver a su novia o infiltrarse entre el enemigo, en una de sus huidas usa una máscara de… Bruce Campbell…

Frances McDormand tampoco fue la primera opción para el papel. De hecho a Raimi quisieron encajarle a Julia Roberts, Demi Moore y Bridget Fonda antes que su opinión se impusiera.

En fin, dejando de lado la trivia, que siempre es muy sabrosa en las películas de Raimi, nos encontramos frente a una película con secuencias notables, que adquieren más valor aún si tomamos en cuenta el irrisorio presupuesto de 16 millones de dólares… Sí, 16 millones, una mierda si lo comparamos con los millonarios presupuestos que Raimi maneja en la actualidad, pero el cabro es capo y se las ingenió para hacer una notable secuencia de acción en helicóptero, con Darkman colgando del aparato y golpeándose contra todo lo que se le cruza en el camino, un tiroteo inicial que pone los pelos de punta, bastantes escenas en que Westlake desata toda la furia contenido en su cuerpo carente de sensaciones táctiles, como la del elefante en la feria, y un montón de frases para el bronce: “No me matarás. No podrás vivir con eso” le dice uno de los malos en un momento, a lo que Darkman responde “Me estoy acostumbrando a vivir con muchas cosas” antes de mandarlo al otro mundo…

Y si a eso agregamos la siempre notable banda sonora de Danny Elfman, de verdad tenemos una película entretenida sin dejar de ser dramática y aunque muchos encontrarán similitudes con La Sombra, Batman y hasta El Fantasma de la Ópera, lo cierto es que Darkman es un producto único, muy en la onda que mezcla seriedad y parodia tan típica de Raimi y quizás la peli que le abrió las puertas de Hollywood de la mejor manera posible, demostrando que sin muchos millones se puede hacer una peli decente, aprovechando al máximo a actores que (en esa época) nadie conocía, y sacándole el jugo a un excelente equipo detrás de las cámaras.

Es más, le fue tan bien en taquilla en su época que dobló sus costos y generó hasta una serie de cómics, mercadeo y dos secuelas. En todo caso, no les recomiendo verlas… Quédense con la primera y serán felices…

FICHA TECNICA
Darkman, el Rostro de la Venganza (Darkman)
199096 minutos
Dirección: Sam Raimi
Producción: Robert G. Tapert
Guión: Sam Raimi, Chuck Pfarrer, Ivan Raimi, Daniel Godlin, Joshua Godlin
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Liam Neeson, Frances McDormand, Colin Friels, Larry Drake, varios secundarios con cara de mafiosos y entre ellos, Ted Raimi (hermano de Sam)…