6.30.2009

Las Trillizas de Belleville (2003)... Una obra maestra en 2D...


Con toda la onda de Up y Ice Age 3, la parafernalia mercantilista descarada construida en torno a estos filmes y el público lelo y boquiabierto que asiste en masa a las salas, no me queda otra que recordar esta asombrosa producción que con escaso presupuesto pero muy buenas ideas, se plantó entre los grandes el año 2003.

No me malentiendan. A pesar del negocio que representan los estrenos de Dreamworks o Pixar, hay que reconocer que en general, son productos de una factura técnica abismante y con guiones que ya se los quisiera cualquiera escritor. Le apuntan medio a medio al crear cintas que pueden ser comprendidas tanto por los niños, como por los adultos que debemos acompañarlos. Y eso es un gran mérito, porque en mi época, con los aburridos y mamones estrenos de Disney, los más viejos te pasaban como pelota para todas partes, porque nadie quería ir a mamarse las tonteras inocentonas de la factoría del ratón. Ahora, da gusto ir a ver piezas como Wall-E, Shrek, Finding Nemo o Monsters Inc.
Claro, también estamos hablando de películas que gracias a la tecnología han logrado que la animación en 3D se convierta en un subgénero al que muchos creadores y productoras apuntan relamiéndose con lujuriosa codicia. Por eso, más destacable es el éxito que tuvo Las Trillizas de Belleville hace ya cinco años, y la trascendencia de una obra que, simple en apariencia, es un manjar para todo fanático de la animación y del cine en general.

En una ciudad ficticia que parece una mezcla de las grandes urbes de los años 50, Madame Souza cría a su hijo para ser un campeón de ciclismo, en compañía de Bruno, un perro simpático que es uno de los manjares de la película. El problema es que la mafia lo secuestra a él y a otros ciclistas para que hagan funcionar sus máquinas de apuestas. Madame Souza, con una inocencia única, irá junto a su perro al encuentro del hijo desaparecido en la laberíntica ciudad de Belleville. En el camino se encontrará con Violette, Rose y Blanche, las excéntricas trillizas que la ayudarán a llevar a buen puerto su misión.

¿Cuáles son las gracias de la peli? Sobre todo, sus dibujos, caricaturas que se ríen de los estereotipos físicos del ciclista, de los mafiosos, de los europeos y de los americanos en general. También son de gran atractivo sus fondos, sus escenarios, cada detallada ambientación que sumerge al espectador en un mundo que aunque reconocible, es fantástico y casi surreal. Si a eso se le agrega una banda sonora realmente atinada en cada nota y algunas secuencias memorablemente irónicas y divertidas (como la cena de ranas de las trillizas o el paso del tren cerca de la casa de Madame Souza), tenemos un menunje que como resultado nos da una película de animación de una calidad envidiable, aún más si consideramos que se trata de una cinta no verbal, que deambula entre los gestos exagerados (o la ausencia de gestos) y murmullos apenas explicativos.

Su realizador cita entre sus referencias el cine de Jacques Tati y a las grandes estrellas del cine y la música de los años 20. El homenaje se nota hasta en la coloración de cada cuadro y en la caracterización de todos los personajes en una obra de calidad notable, un tanto desconocida, pero no por ellos carente del merecido valor que le otorga el esfuerzo de hacer una cinta en 2D, con un guión de lujo y diseños que de verdad, transportan al espectador por poco más de una hora al maravillos mundo de Belleville, en donde todo se convierte en magia... Se las recomiendo, para observar en su justa medida los recientes y tecnológicos estrenos de las grandes factorías gringas. Un viaje en reversa a esta y otras cintas bien valen la pena para no aplaudir tan ciegamente a los nuevos "monos animados" que nos venden hasta en las cajas de McDonald's...

LA PELICULA
Las Trillizas de Belleville
(Les Triplettes de Belleville)
2003
78 minutos
Dirigió y escribió Sylvain Chomet
Produjo Didier Brunner
Editaron Philippe Frere y Chantal Colibert Brunner
Arte de Evgeny Tomov
Música de Benoit Charest
Voces de Michelle Caucheteux, Jean-Claude Donda, Michel Robin, Monica Viegas, Noel Baye, Suzy Falk y varios otros franchutes...

6.26.2009

LAS PELICULAS QUE DETESTO: Avión Presidencial (1997)


Si hay algo de lo que pecan muchas megaproducciones gringas, es de chauvinismo. Uno sin límites, desenfadado y sin ninguna vergüenza. Por supuesto que no se debe meter a todos los filmes del hermano mayor del norte en este saco, pero ya es casi una insana costumbre de muchos productores autoensalzar su no tan funcional democracia representativa, sus símbolos de poder fáctico y las incansables y poco útiles cruzadas que implantan a cuanto país del tercer mundo se les ponga en la mira.

Avión Presidencial es uno de los mejores (?) ejemplos de esta autocomplacencia ciega. Y si bien estoy seguro que sus cototudas ganancias se debieron a las fanáticas de Harrison Ford y a los imbéciles que encuentran cualquier película de acción "buena", este bodrio, a mi humilde parecer, es menos que una película de matiné que ni el más insulso escritor de los años 50 se hubiese atrevido a narrar. La historia es patrioteramente absurda y nos vuelve a mostrar un presidente gringo ideal, bastante distante de los últimos 8 o 9 gobernantes estadounidenses... He ahí otra pista: quizás a través de estos productos de gran costo pero escaso contenido, mis pobres hemanos del norte buscan idealizar las imágenes poco dignas de algunos de sus más recientes presidentes, amigos ellos de decisiones más que erróneas, escándalos sexuales y vidas poco rectas en su juventud... En fin, el asunto es que nos encontramos frente a James Marshall (Harrison Ford, insufrible), el flamate presidente de USA que ha comenzado una nueva guerra contra el terrorismo, esta vez capturando al presidente de Kazajastán Iván Radek (Jürgen Prochnow, que por el bien de su carrera, aparece poco). Sin embargo, poco tiempo después, un grupo de terroristas nacionalistas de esa nación toma represalias y ayudados por Gibbs (Xander Berkeley), un agente del Servicio Secreto, se toman el avión presidencial, con la esposa de Marshall, su hija y un montón de asesores en su interior. Ayudado por sus guardaespaldas, Marshall está a punto de huir, pero se ilumina y por amor a la patria y a la familia, activa la cápsula de escape, pero se queda en el avión.

A pesar de este percance, el grupo, encabezado por Iván Korshunov (Gary Oldman, en uno de sus peores roles junto al de La Letra Escarlata), da a conocer de inmediato sus exigencias: intercambiar a sus rehenes por Radek. Al mismo tiempo, sus secuaces dirigen el avión presidencial hacia Kazajastán, mientras la Vicepresidenta Bennett (Glenn Close, sobreactuada) y el Secretario de Defensa Dean (Dean Stockwell) hacen lo posible desde tierra para resolver el impasse político, en tanto el valentón de Marshall comienza a hacerle la vida imposible a los rusos en el avión, tomando en cuenta que, oh, sorpresa, en su juventud fue miembro de la Fuerza Aérea, infante de marina y quizás qué más, por lo que sabe manejar armas y aviones... Qué conveniente, no? Porque si algo así le hubiera pasado a George W. Bush, de seguro no hubiera tenido la más mínima idea de qué hacer...

Me imagino que ya sabrán cómo termina. Claro, no hay mayores sorpresas en una trama bastante infantil, destinada a público masivo que gusta de la comida masticada antes de que entre a sus bocas. Llena de clichés, diálogos sacados de la peor película hecha durante la Guerra Fría y actuaciones por decir lo menos, exageradas, la cinta es una completa y total propaganda pro conservadora, que defiende los principios impuestos por Reagan y Bush padre y que refocila en su propio y vulgar chauvinismo.

Da lata ver el talento de un director como Wolfgang Petersen desperdiciado en una cinta de esta calaña, y más aún, el talento de actores como Glenn Close, Dean Stockwell, Gary Oldman, William H. Macy y Paul Guilfoyle, entre otros, tirado por la borda en una película fallida y desabrida... No menciono a Mr. Ford entre los actores de talento porque nunca lo ha tenido. Si se fijan bien, sus dos mejores roles (en Star Wars e Indiana Jones), son casi lo mismo. Probablemente sólo valga la pena rescatar su contenida interpretación de Deckard en Blade Runner, pero además de eso, no le recuerdo nada memorable...

Ya, me desahogué. Me hacía falta un poquito de crítica negra para desperezar los sentidos y prepaarame para los bodrios que se vienen en invierno en los cines, patriendo por Transformers 2, que deja bastante que desear. Pero eso es harina de otro costal. Usted, por el momento, evítese de ver o rever Avión Presidencial, una verdadera porquería propagandística sin sentido...

LA PELICULA
Avión Presidencial
(Air Force One)
1997
127 minutos
Dirigió Wolfgang Petersen
Produjeron Armyan Bernstein, Gail Katz, Wolfgang Petersen y Jonathan Schestack
Escribió Andrew W. Marlowe
Fotografía de Michael Ballhaus
Editó Richard Francis-Bruce
Música de Jerry Goldsmith
Actuaron (?) Harrison Ford, Gary Oldman, Glenn Close, Wendy Crewson, Liesel Matthews, Elya Baskin, Levan Ushaneishvili, William H. Macy, Dean Stockwell, Paul Guilfoyle, Xander Berkeley, Jürgen Prochnow y varios extras rusos con cara de terroristas...

6.23.2009

The Warriors (1979)... Estos eran los ejércitos de la noche...


Esta es una de esas películas que constantemente están dando vueltas por mi cabeza la momento de pensar en escribir un comentario, pero una noticia me impulsa a hacerlo ahora. The Warriors, la legendaria película de pandilleros de fines de los 70, tendrá un remake que se estrenará en 2010, dirigido por nada menos que un maestro de las cintas de acción, Mr. Tony Scott (Top Gun, Days of Thunder, Enemy of the State, The Taking of Pelham 123, entre otras del mismo calado).

Lo que nos convoca en esta ocasión es la versión original, dirigida por otro que se hizo famoso y fue criticado muchas veces por realizar apologías sin concesiones a la violencia, el señor Walter Hill ¿Quién Walter Hill? Bueno, fue el tipo que confió en un proyecto de terror y ciencia ficción llamado Alien, que colaboró con el guión de su segunda entrega, que hizo algunas de susprimeras armas como director asistente junto a Steve McQueen y Woosy Allen. Dirigió una extraña película llamada The Driver (1978), donde ningún personaje tenía nombre pero se dedicaban a persegurise eternamente por las carreteras de Gringolandia. El mismo que le pegó un par de batacazos a la taquilla con 48 Horas y Otras 48 Horas; el amigote de John Milius, otro que no se cansó de hacer películas violentas, mientras también hacía de las suyas con otros filmes de culto como Encrucijada (1986), un homenaje al rock y el blues, se caía con Schwarzenegger y John Belushi en la aburrida Red Heat (1988), para volver a levantarse con obras revisionistas y mayores como Johnny Handsome (1989) junto a Mickey Rourke, Geronimo (1993) y la violentísima Last Man Standing (1996), esta vez con Bruce Willis como protagonista en una historia ambientada en la época de la Ley Seca, aunque también será recordado por su aporte a dos de las más extrañas series de televisión de las últimas décadas: Tales from the Crypt y Deadwood, que ostenta el dudoso record de ser la serie en donde más veces se ha dicho la famosa y denostada "F word".

A los 37 años, Hill dirigió y coescribió The Warriors, una pelio que imagina un mundo de pandilleros juveniles no muy lejano de la realidad, con sus propias reglas y lealtades. Los Warriors son una pandilla menor que, como tantas otras, asisten a la convicatoria de Cyrus (Roger Hill), el líder de los Gramercy Riffs, la patota más power de Nueva York. Cyrus tiene la idea de acordar una tregua entre pandillas para que éstas se unan y así, tomarse las calles de la ciudad. En medio del mitín, Luther (David Patrick Kelly), líder de los Rogues, asesina a Cyrus. El único testigo del disparo es Fox (Thomas G. Waites), miembro de los Warriors, por lo que antes que el caos se disperse, Luther hace correrel rumor que los autores del disparo son los Warriors. Comienza así, una loca carrera por regresar a su territorio, lo que implica recorrer media ciudad, perseguidos por la policía y todas las otras pandillas de Nueva York.

En medio del caos, muere Cleon (Dorsey Wright), por lo que el poco experimentado Swan (Michael Beck) debe tomar las riendas de los Warriors, luchando sobre todo por regresar a casa sanos y salvos, anteponiéndose al impulsivo y violento carácter de Ajax (James Remar) y rodeado por la desconfianza de sus demás compañeros. En le viaje, a ellos se sumará una joven prostituta llamda Mercy (Deborah Van Valkenburgh) que también será pieza fundamental en el violento viaje de retorno.

The Warriors es una película oscura desde que comienza. Retrata una juventus ficticia, pero tan desilusionada y desinteresada como la de la vida real. El viaje iniciático se convierte en huida desesperada y es poco lo que los chicos aprenden en aquel recorrido feroz que los enfrenta a diversas pandillas, a la muerte, a más violencia dentro de la misma violencia, mientras la noche parace no terminar nunca, las fuerzas se agotan y parece que el mundo entero está en contra de ellos. No hay muchas salidas y por momentos, la idea del escape no es más que una utopía ues realmente, no tienen dónde llegar.

Claro que está mal actuada. Claro que tiene fisuras innegables en su guión. Claro que no es una obra maestra, pero se sostiene por las mismas miserias que muestras con sencillez y sin prejuicios. Quizás por eso con el paso de los años, se ha convertido en una película de culto, pues a pesar de sus mútliples fallas, cumple con el objetivo de mostrar personajes y parajes desmoralizados y sin esperanza alguna. Y ahí radica el valor de esta cinta que no pretende ser más de lo que es y que se levanta como una de las mejores claves del sub género del cine pandillero... Ojo con la pandilla en sí, que luce como la única multiracial en la cinta y con la cancioncita de The Eagles en la última secuencia, otro detallito que convierte a esta cinta en una perla perdida...

Esperemos que el remake le haga justicia. Pero mientras tanto, si no la ha visto, hágase un favor y échele una miradita porque vale la pena...

LA PELICULA
The Warriors
1979
93 minutos
Dirigió Walter Hill
Escribieron Walter Hill y David Shaber, basado en la novela de Sol Yurick
Produjo Lawrence Gordon
Fotografía de Andrew Lazslo
Editó David Holden
Música de Barry De Vorzon y Joe Walsh
Actuaron Michael Beck, James Remar, Deborah Van Valkenburgh, Thomas G. Waites, Terry Michos, David Harris, Marcelino Sánchez, David Patrick Kelly, Lynne Thigpen y un montón de lolitos con disfraces de pandilleros...

6.19.2009

Tiro de Gracia (1990)... Otra vez, los mafiosos irlandeses las llevan...


Hay ciertas películas que uno recuerda con bastante cariño y hasta respeto. En general, son pelis que pocos recuerdan, de esas que pasan casi inadvertidas pero que en ciertos grupillos llegan a ser de culto. El problema es que no son "cine arte", encasillamiento de algunos pretenciosos crearon para calificar películas de escaso gusto masivo. Tampoco le agradan mucho a los críticos que votan en los festivales. Y tampoco llegan a ser de gusto masivo. O sea, están casi condenadas al olvido y al fracaso, pero aún así, tienen un público fiel que a caso veinte años del estreno, aún siguen viéndola una y otra vez. Como yo.

En Chile, se le llamó equivocadamente, Tiro de Gracia. Me quedo con su traducción directa del inglés: Estado de Gracia. Es una película amarga de comienzo a fin, una especie de western mezclado con una historia de mafiosos. Es una película oscura en forma y contenido, donde la redención es el peor camino, donde el amor está condenado al fracaso, donde la lealtad es una condena de muerte. Un film cuyo final está prescrito desde los primeros quince minutos, cual tragedia griega, pero que aún así, se hace interesante de ver y descubrir, con el solo y masoquista fin de saber si el pobre de Terry Noonan (Sean Penn) le podrá torcer la mano al destino.

Y cómo no, si el pobre de Terry ha dejado atrás su pasado en la célebremente triste "Cocina del Infierno" y se ha convertido en un buen policía hasta que junto a su amigote Nick (John Tuturro) son enviados como agentes encubiertos, de vuelta al centro mismo de la mafia irlandesa. Terry es el indicado para infiltrarse. Cuando joven fue yunta de los hermanos Flannery, Frankie (Ed Harris) y Jackie (Gary Oldman). El primero, ahora convertido en el frío y calculador líder de la banda. El segundo, un soldado drogadicto e impulsivo. Con el dolor de su alma, Terry regresa, contando haber estado preso. Le creen. Lentamente, lo acogen como al hijo pródigo, mientras va generando una doble vida, una doble fidelidad que no durará para siempre pues debe decidir entre los chicos buenos o los chicos malos, además de recuperar a su viejo amor, Kathleen (Robin Wright), la hermana chica de los Flannery.

Así, vamos conociendo a estos personajes, sus fortalezas y debilidades. El malo de Frankie, dispuesto a vender el alma y hasta a su hermano por mantener su liderazgo y no ceder territorio a la mafia italiana. El bonachón de Jackie, desconectándose de la realidad mientras pasan los minutos, ajeno a la turbia trama que se cierne en torno a él. La incrédula Kathleen buscando amor en el lugar menos indicado. El indeciso de Terry tratando inútilmente de equilibrar una balanza que, más temprano que tarde, caerá a uno de los dos lados de su corazón herido, cavilante y resignado.

Y si a todo esto, sumamos un tiroteo final de antología, en ralenti, en medio del Día de San Patricio, tenemos una película de mafiosos de esas que dan envidia, absolutamente bien lograda, aunque no sea "cine arte", profunda, con monstruosas actuaciones que dejan al espectador boquiabierto. La mano de Phil Joanou (que un par de años antes había realizado U2: Rattle and Hum) no tiembla y eso se nota en cada plano y secuencia de este film que debe ser la envidia de todo fanático del cine negro, de acción y de mafia. Porque para lograr que uno se encariñe con todos los personajes, por muy malos que estos sean, hay que tener un guión contundente (y eso se le agradece a Dennis McIntyre) y una mano precisa para lograr que cada detalle visto en pantalla tenga un real valor. Y Joanou lo logra de sobra.

En suma, una de esas películas desconocidas imperdibles, plena, oscura, algo sanguinolenta, con giros que aunque esperados, son todavía sorprendentes y dolorosos. Actuaciones notables y un ritmo pausado pero alucinante. De todas maneras, un manjar para disfrutar de principio a fin.

LA PELICULA
Tiro de Gracia
(State of Grace)
1990
134 minutos
Dirigió Phil Joanou
Produjeron Ned Dowd, Randy Ostrow y Ron Rotholz
Escribió Dennis McIntyre
Fotografía de Jordan Cronenweth
Música de Ennio Morricone
Editó Claire Simpson
Actuaron Sean Penn, Ed Harris, Gary Oldman, Robin Wright (después de esta película, sería Wright-Penn), John Turturro, John C. Reilly, R.D. Call, Joe Viterelli y un montón de extras en el desfile de San Patricio...

6.17.2009

TARDES EN EL REX: Superchica (1984)


Fantasías de nerd con Helen...

Cuando estrenaron la película, caía de cajón que iba a ser una bosta. No había salvación ni profeta que salvara esta película del desastre. Ya las últimas dos entregas de Superman con Christopher Reeve habían sido una reverenda porquería. Ergo, esta primera versión cinematográfica de Superchica iba a ser un bodrio de aquellos.

Faye Dunaway en su peor papel, el de Selena, una mujer medio bruja, mala-mala sin motivo aparente, que casi por casualidad encuentra en Omegaedrón, un aparato de inimaginable poder que mantiene con vida energía la ciudad de origen de Kara Zor-El (Helen Slater) que bajo la tutela de Zaltar (Peter O'Toole, otro que aquí cayó muy bajo) algo conoce y maneja el aparato antes que luego de una pequeña catástrofe, éste se vaya a vagar por el espacio y caer en poder de Selena. Kara deberá llegar a la Tierra y recuperar el Omegaedrón para salvar a su planeta.

Claro, entre medio también está el asunto de la doble personalidad, la aparición sin motivo justificable de Jimmy Olsen (Marc McClure), el fotógrafo de Clark Kent, el encuentro con una tal Lucy Lane (papel que una lolita Demi Moore rechazó) y una trama naif y burda que también lleva a manos de Kara (también conocida por su alter ego terrícola de Linda Lee) a un joven encachado pero bobalicón que también terminará siendo objeto del deseo de Selena.

En suma, una porquería de película "dirigida" por Jeannot Szwarc, que pretendió aprovecharse de la franquicia de Superman y que por suerte, resultó ser un fracaso. Dudo mucho haber soportado secuelas de esta joyita que costó 35 millones de dólares que se fue a pique en la taquilla.

Quizás lo único rescatable... No, quizás no. LO UNICO RESCATABLE es el disfraz de Helen Slater. Ella se ve más encachada en El Secreto de mi Éxito (1989), pero el pelo rucio largo y esponjoso, el traje azul ceñido y la "minifarda" sugerente eran razones más que suficientes para quedarse mirando la pantalla grande y olvidar un guión tan malo y las situaciones ridículas de la peli. Uno se quedaba pegado con la carita de niña buena y los ojazos verdes de la Slater, esperando que un milagro ocurriera y tanto movimiento brusco y vuelo rasante dejara algo más al descubierto que las piernas de esta chica que además es cantautora y que aparece de vez en cuando en TV, como invitada en varias series.

En fin... Otra de mis tantas fantasías de nerd, esta vez con una rubia de verdad que usaba minifalda y que tenía superpoderes... Mejor ni contarles qué cosas imaginaba mi pervertida mente al pensar en todo lo que se podría hacer mientras "volábamos" o qué fuerza debería tener esa chica en la intimidad... Para eso estaba el Cine Rex para cobijar todas esas fantasías infantiles y púberes, sin importar la calidad de la película en cuestión que, en este caso, es más que aborrecible y desechable... A excepción de su bonachona pero sugerente protagonista... Rica ella...

LA PELICULA
Superchica
(Supergirl)
1984
105 minutos
Dirigió Jeannot Szwarc
Produjeron Ilya Salkind y Timothy Burrell
Escribió David Odell
Fotografía de Alan Hume
Editó Malcolm Cooke
Música de Jerry Goldsmith
Actuaron Helen Slater, Faye Dunaway, Brenda Vaccaro, Peter O'Toole, Mia Farrow, Maureen Teefy, Marc McClure, Hart Bochner y un montón de actores sin gusto a nada...

6.14.2009

La Nave de la Muerte (1997)... Buena, pero nunca tanto...


Con el tiempo, uno se va poniendo más mañoso y exigente con las películas. Tantas horas sentado en el cine o frente al estreno en DVD, dan más herramientas críticas, de análisis y por último, simplemente de gusto, si uno tiene más de dos dedos de frente y también pone un poquito de su parte, dejando de ser un espectador pasivo que babea, ríe y se sorprende sólo cuando se trata de humor sucio y coprolálico, mujeres con las pechugas al aire y andanadas de supérfluos efectos especiales.

Claro que esos son elementos que tienen que estar en una que otra película. No hay duda. Pero el asunto es saber usarlos. Y, por lo menos en lo que a efectos visuales se refiere, me parece que La Nave de la Muerte u Horizonte Final, cumple con aquella misión, aunque el producto final es un tanto defectuoso, pero no por ello intragable.

Parto con esta aseveración porque a pesar de ser una película de ciencia ficción y horror, el director Paul W.S. Anderson (responsable de la mediocre trilogía Resident Evil y que rechazó dirigir X-Men por hacerse cargo de esta cinta) aún sabía en aquella época, manejarse con escaso presupuesto y en torno a una docena de actores, escenarios tenebrosos, una que otra explosión y contadas tomas del espacio exterior, siendo capaz de construir con esos elementos una trama creíble, muy tétrica por momentos y hasta provoca un par de correctos sobresaltos. Y todo eso, sin abusar de la tecnología para crear monumentales bodrios que intentan resolver severas carencias en el guión con espectaculares secuencias creadas en computador. Claro, la película costó 60 millones de dólares, pero para qué estamos con cosas: esa cifra, en Gringolandia, es un chiste para una película de ciencia ficción...

Para los que no la han visto, la historia es esta: En el año 2040, el doctor William Weir (Sam Neill) crea una nave llamada Event Horizon (nombre de un fenómeno espacio temporal que debería darse en el límite de los hoyos negros y en donde el tiempo parece detenerse infinitamente). Esta máquina es capaz de viajar de un punto a otro del espacio en un santiamén gracias a un complejo engranaje que provoca la antimateria necesaria para conseguir una especie de salto espacio temporal. La nave parte a Neptuno, desde cuya órbita realizará un viaje de prueba, pero simplemente desaparece sin dejar rastro. Siete años después, la Event Horizon envía una señal de auxilio. Ha regresado al mismo punto desde donde desapareció. Los tripulantes de la nave de rescate Lewis & Clarke, comandados por el Capitán Miller (Laurence Fishburne) van de pasadita a buscar al doctor Weir y en seguida, parten a Neptuno para confirmar el estado de la Event Horizon y si es posible, asegurar su regreso a la Tierra.

Luego de un accidentado abordaje, los tripulantes de la Lewis & Clarke caen pronto en cuenta que algo anda muy mal y que es muy probable que la nave haya viajado no sólo en el tiempo y el espacio, si no que a otra dimensión de horrores inimaginables. Paralelamente, cada uno de los tripulantes comenzará a sufrir serios trastornos y a enfrentarse a sus propios miedos...

En base a esta sencilla sencilla idea, Anderson y compañía, contando con el apoyo y credibilidad de buenos actores, construyen una historia que se hace atrapante la mayor parte del tiempo, a pesar de algunos momentos débiles y bostezables. Claro, porque algunas de las tramas secundarias no son tan potentes como para encajar con la horrorosa historia principal presentada, ni con los espantosos escenarios de la Event Horizon que poco a poco, agarra protagonismo y una detestable personalidad. Y es por ahí que algo falla en esta cinta que, si bien es inferior en calidad a otras similares, aún así logra entretener por un buen rato.

Ojo con el reparto, que cuenta con nombres bastante conocidos. También con la banda sonora, encabezada por Prodigy y Orbital. Ojo también con las secuencias que se desarrollan en la sala de comando en torno al visionado de algunos asquerosos videos y en la enfermería. Con algunos guiños en forma y contenido a Solaris, Alien, 2001, Esfera y Hellraiser, La Nave de la Muerte es un híbrido interesante y degustable por cualquier fanático del sci fi y del terror, siempre y cuando no se le exija demasiado...

LA PELICULA
La Nave de la Muerte
(Event Horizon)
1997
97 minutos
Dirigió Paul W.S. Anderson
Escribió Philip Eisner
Produjeron Jeremy Bolt, Lawrence Gordon y Lloyd Levin
Fotografía de Adrian Biddle
Editó Martin Hunter
Música de Michael Kamen
Actuaron Sam Neill, Laurence Fishburne, Kathleen Quinlan, Joely Richardson, Richard T. Jones, Jason Isaacs, Sean Pertwee, Jack Noseworthy y un montón de extras cubiertos en llagas y sangre...

6.07.2009

A MÉLIÈS CON CARIÑO: Alerta Solar

Thriller de aventuras Sci-Fi con contenido.

Título original: Sunshine
Dirigida por Danny Boyle
Escrita por Alex Garland
Reparto: Un par de giles que acompañan a la ultra bella y talentosa Rose Byrne

Aprovechando que hace unos pocos meses Danny Boyle se llevó al tío Oscar a su casa por Slumdog Millionare, voy a revisar su película previa que pasó por las carteleras sin hacer mucha bulla a pesar de tener muy buenas razones para ser catalogada como una pelicula notable. Lo que pasa es lo siguiente, nosotros estamos acostumbrados a las películas en las que los super yankis salvan al mundo de alguna catastrofe apocalíptica y ahí hay una gran demostración de patriotismo, despliegue de pirotecnia visual y proselitismo norteamericano. Es usual en el cine actual y lo sabemos, aunque a veces latea y a esta película, esa mala fama le pasó la cuenta, aunque es muy distinta de los clichés del cine de Michal Bay (si es que eso puede ser llamado cine...) o de las películas ultra taquilleras.
Aunque si analizamos la trama nos damos cuenta que tiene todo para ser una más de esas películas de aventuras. El sol se está apagando y una misión internacional va hacia el astro rey para lanzarle una carga nuclear que en teoría reactivaría el sol y así salvar a la tierra del congelamiento. La gran diferencia es que la película toma la escala humana y no se centra en la aventura misma sino en la odiseá interna de cada uno de los miembros de la tripulación y eso, damas y caballeros, es un giro magistral en cuanto a otras películas con temas similares y de consumo desechable, recordando en muchas partes a la siempre célebre 2001, Odisea en el Espacio de Stanley Kubrick, pero no cayendo en el manierismo de plagiar groseramente a al película antes mencionada sino que manteniendo una identidad potente. Sunshine, es una película acerca de un puñado de hombres que tienen en sus manos la responsabilidad de salvar a todala humanidad y como lidian con eso, por supuesto que tal presión es mucha sobre todo sabiendo que la misión anterior falló y se perdió contacto con ellos, es así como la película devela las debilidades y temores humanos, así como las obsesiones y las ansias de poder que hay en todo equipo.
Además que el reparto de actores, que no son tan grandes estrellas pero, que si saben actuar, están bien dirigidos y es aquí donde se nota la mano de un director talentoso e innovador, que no solo sabe sacarle el jugo a sus actores en las escenas de acción y de suspenso que están muy bien construídas y dosificadas a lo largo del metraje. Sino que además logra darles porfundidad humana a una película coral en que hay muchos personajes con alto grado de protagonismo (ya que son los únicos personajes que salen en pantalla) y en donde todos tienen algo relevante que decir.
La ciencia ficción siempre se ha caracterizado por desnudar la sociedad actual y sus falencias a través de una extraólación fantástica de la actualidad, en este caso la contingencia es cumplir con una misión que de fallar aniquilaría a todos los seres vivos del mundo, que mejor caldo de cultivo para desnudar la sociedad actual?. Ya en su película anterior, 28 días después, la película de zombies que no tiene zombies sino seres enrabiados... Boyle ya había puesto a sus personajes en una situación límite, al borde de la extinción de la raza humana, ahora hace lo mismo qpero los saca de su casa y los lanza en medio de la nada, directos al sol. Se repite un regalón de Boyle como es Cillian Murphy (28 días después) también esta la excelsa y bella heroína tragica de Rose Byrne (Troya, 28 semanas después, María Antonieta y la reciente Cuenta Regresiva...parece que se nota muchoq ue me gusta ella?), Michelle Yeoh (El Tigre y el Dragón) que por fin sale sin repartir patadas y eso es ya un punto a favor, no es que Michelle Yeoh me desagrade como cultora del cine de artes marciales, sino que siempre es bueno ver a alguien en otras facetas y ademàs, haciéndolo muy bien. Es resto del reparto es un sólido ramillete de personajes que se lucen.
Pero quienes crean que esta es una película sesuda y que tiene menos acción que pelicula existencialista chilena, se equivocan, de hecho hay acción, de la buena, muy atractiva a los ojos y oídos, hay suspenso, muy bien entramado, hay muy buenos efectos especiales, hay situaciones dramáticas, hay giros de tuerca, hay sobresaltos, hay drama, algo de romance...de todo. Es una película balanceada que los tendrá atentos y metidos desde el primer al último minuto y que no desvía su intención humana a pesar de tener toda la pirotecnica visual necesaria y posible.
Raya para la suma; una gran película de ciencia ficción que muestra la mano de un director talentoso y con un guión de lujo.
La pueden encontrar en todo video club que se precie de tal y también anda dando vueltas por el cable.

6.04.2009

Secretos (2007)... Cuando da gusto ver películas femeninas...


Es muy agradable enfrentarse a las películas del Festival de Cine Europeo que por once años ha organizado la UC y la Comunidad Europea, porque uno como espectador, se puede dar el lujo de ver una tremenda cantidad de filmes que de otra manera, no llegarían a Chile. Y no sólo por la novedad, si no que porque por lo general, las películas que llegan a Santiago y a regiones son realmente buenas, en todo sentido.

Pero hay algunas que superan la media, por lo menos desde mi particular perspectiva. Ya saben, uno como perro viejo se pone un poco exquisito, medio mañoso, harto exigente. Y Secretos supera con creces esa media de excelentes filmes, convirtiéndose en una pequeña joyita del Séptimo Arte, una obra sincera, atrapante aunque sencilla, directa, bien hecha, entretenida y recordable.

Julia (Iva Bittova) es una traductora que junto a su marido Richard (Karel Roden, al que recordarán de Hellboy y 15 Minutos) y su hija adolescente Cecilie (Martha Issova), acaban de cambairse a un nuevo y lujoso departamento, producto de los años de esforzado trabajo de ambos, lo que práctricamente los coloca en la cima de sus vidas. Todo bien, hasta que Julia comienza a sentirse un poco incómoda. El espectador no sabe por qué. Para ella, esa incomodidad comienza a derivar en un sólido viaje personal cuando se entera por televisión de la muerte de la cantante y pianista Nina Simone. De inmediato, se da la misión de comprar un piano y retomar las lecciones que dejó hace más de 25 años. Todavía no sabemos por qué.

Desde que toma esa decisión, a media mañana, y hasta muy tarde en la noche, Julia iniciará un viaje exterior e interior que la llevará por la calles de Praga en busca del piano, del amor, de los recuerdos, de sus virtudes y errores, de la confianza perdida... Descubriremos que tanto ella como Richard tienen amantes. Seremos testigos de mágicas escenas en las que Julia convierte todo su entorno en maravillosas secuencias de danza que expresan todas sus emociones. También buscará descubrir si la confianza depositada en su hija ha sido bien retribuida. Y sobre todo, Julia aprenderá a reconocerse como mujer en medio de un drama que tiene contados y preciosos momentos de comedia, en el frágil equilibrio que nos presenta la directora en la vida de esta mujer a punto de sufrir un cambio radical.

La Nellis tiene un filmografía no muy extensa pero interesante. Secretos constituye una muestra de su talento al momento de retratar las emocinones femeninas sin caer en el absurdo ni en la caricatura o la autocompasión. Julia no quienes la rodean son perfectos. Todos tienen tejado de vidrio y Julia no hace otra cosa que romper el suyo y tratar de reconstruirlo, pedazo por pedazo, con todo lo bueno y también doloroso que aquello le puede resultar. En su viaje, encuentra luces, sombras y claroscuros que enfrenta con orgullosa resignación, luchando por sacar enseñanzas de cada golpe y porrazo.

No me gustan las películas feministas, pero sí me agradan las películas femeninas, esas que son capaces de mostrar a la mujer tal cual es, sin elevarla a la categoría de mártir ni de heroína, si no que simplemente mostrar a la mujer con sus defectos y virtudes, sus sueños y pesadillas, sus desilusiones y esperanzas y aún así, salir bien paradas en una pantalla que en este caso, se hace chica para tanta experiencia agradable y emocionante en este recorrido de un día por las calles de Praga y el corazón de una mujer... Por supuesto, que todo esto potenciado por diálogos precisos, actuaciones más que decentes, una entrañable banda sonora aderezada por varios temas de Nina Simone y una correctísima puesta en escena... Imperdible...

LA PELICULA
Secretos
(Tajnosti)
2007
93 minutos
Dirigió y escribió Alice Nellis
Produjo Jan Sverak
Fotografía de Ramunas Greicius
Editó Adam Dvorak
Música de Buty
Actuaron Iva Bittova, Ivan Franek, Karel Roden, Martha Issova, Miloslav Konig y un montón de checos bailarines

6.01.2009

La Duquesa (2008)... Los buenos elementos no siempre dan un buen resultado...


Hacía tiempo que la Cindy andaba con ganas de ver esta peli. Yo también. Siempre me han gustado las películas de época. No puedo negar que he sido encandilado por la brillante filmografía de un experto en el género como es James Ivory y obras superiores como Un Amor en Florencia (1985), Howard's End (1991) y Lo que Queda del Día (1993), además de otras obras sagradas como Vatel (Ronald Joffé, 2000), The End of the Affair (Neil Jordan, 1999), la magnífica Dangerous Liaisons (Stephen Frears, 1988), Sense & Sensibility (Ang Lee, 1995) y por supuesto, Todas las Mañanas del Mundo (Alain Corneau, 1991), entre muchas otras de gran factura.

Pero La Duquesa me desilusionó totalmente. El gancho es que se trata de una historia real, un retrato de una antecesora de la ya legendaria Diana Spencer, un mujer llamada Georgiana Cavendish que en el siglo XVIII ostentó el título de Duquesa de Devonshire y que durante los primeros momentos de la cinta se dibuja como una mujer inteligente, apasionada y luchadora, características que son anuladas luego de su matrimonio con William Cavendish, Duque de Devonshire (Ralph Fiennes, en un rol que le vino como anillo al dedo), personaje más preocupado por sus perros y tener un descendiente varón que por su esposa, a la que trata como uno de los muebles de la casa. G (como llaman los más cercanos a la Duquesa), demuestra saber de política, filosofía y economía en algunos diálogos, pero luego es la reina de la moda londinense. Sin quedar muy claro cómo, está enamorada de Earl Grey (Dominic Cooper), un vulgar plebeyo que más tarde se transformaría en Primer Ministro y con el que tiene un romance, no se sabe muy bien por qué, aunque entre medio hay algo de venganza, despecho y ganas de sentirse mujer.

También aparece en escena Lady Bess Foster (Hayley Atwell), una mujer que ha sido abandonada por su marido y que no demora en hacerse amiga de G, con algunas insinuaciones lésbicas de por medio que no llegan a ningún lado, pues Bess se convierte a la larga en amante de Williamy al mismo tiempo, en la mejor amiga de G (?)... A estas alturas, la protagonista se ha convertido en una entregada madre y de sus intereses políticos y sociales... bien, gracias. Nunca más se supo.

Claro, muchas de estas cosas ocurren porque se trata de una época machista, clasista, en donde la nobleza hacía lo que se le venía en gana. Ah! Eso explica muchas cosas... pero si no queda relativamente claro en el guión, la verdad es que el espectador promedio poco y nada entiende de lo que le ocurre a esta mujer que, la verdad, no sabe para dónde va en las casi dos horas que dura la película. Por lo tanto, al no existir una voluntad de lucha clara, el metraje se convierte en un pegoteo de momentos cúlmines en la vida de Georgiana que poco y nada llegan a interesar al espectador puesto que no tienen mayor asidero en una historia que se diluye irremediablemente y que las decentes actuaciones de Fiennes y la aún elegante Charlotte Rampling, no pueden salvar.

La suma de una perfecta fotografía, gloriosos escenarios y vestuarios y una digna banda sonora, no sirve para levantar una buena película. En el cine, la suma de los factores si puede alterar el resultado, en muchos casos para bien, En este caso, para mal, por que luego de dos horas frente a la pantalla, la verdad no se sabe bien por qué tomarse la molestia de retratar la vida de la quinta duquesa de Devonshire en de la vida de la primera, la tercera o la décima... Ah! Claro, es pariente de Diana Spencer ¿Eso basta para explicar el desastre?...

LA PELICULA
La Duquesa
(The Duchess)
2008
110 minutos
Dirigió Saul Dibb
Produjeron Gabrielle Tana y Michael Kuhn
Escribieron Jeffrey Hatcher, Anders Thomas Jensen y Saul Dibb, en base al libro de Amanda Foreman
Fotografía de Gyula Pados
Editó Masahiro Hirakubo
Música de Rachel Portman
Actuaron Keira Knightley, Ralph Fiennes, Charlotte Rampling, Hayley Atwell, Dominic Cooper y un montón de extras con pelucas cuáticas...