6.01.2009

La Duquesa (2008)... Los buenos elementos no siempre dan un buen resultado...


Hacía tiempo que la Cindy andaba con ganas de ver esta peli. Yo también. Siempre me han gustado las películas de época. No puedo negar que he sido encandilado por la brillante filmografía de un experto en el género como es James Ivory y obras superiores como Un Amor en Florencia (1985), Howard's End (1991) y Lo que Queda del Día (1993), además de otras obras sagradas como Vatel (Ronald Joffé, 2000), The End of the Affair (Neil Jordan, 1999), la magnífica Dangerous Liaisons (Stephen Frears, 1988), Sense & Sensibility (Ang Lee, 1995) y por supuesto, Todas las Mañanas del Mundo (Alain Corneau, 1991), entre muchas otras de gran factura.

Pero La Duquesa me desilusionó totalmente. El gancho es que se trata de una historia real, un retrato de una antecesora de la ya legendaria Diana Spencer, un mujer llamada Georgiana Cavendish que en el siglo XVIII ostentó el título de Duquesa de Devonshire y que durante los primeros momentos de la cinta se dibuja como una mujer inteligente, apasionada y luchadora, características que son anuladas luego de su matrimonio con William Cavendish, Duque de Devonshire (Ralph Fiennes, en un rol que le vino como anillo al dedo), personaje más preocupado por sus perros y tener un descendiente varón que por su esposa, a la que trata como uno de los muebles de la casa. G (como llaman los más cercanos a la Duquesa), demuestra saber de política, filosofía y economía en algunos diálogos, pero luego es la reina de la moda londinense. Sin quedar muy claro cómo, está enamorada de Earl Grey (Dominic Cooper), un vulgar plebeyo que más tarde se transformaría en Primer Ministro y con el que tiene un romance, no se sabe muy bien por qué, aunque entre medio hay algo de venganza, despecho y ganas de sentirse mujer.

También aparece en escena Lady Bess Foster (Hayley Atwell), una mujer que ha sido abandonada por su marido y que no demora en hacerse amiga de G, con algunas insinuaciones lésbicas de por medio que no llegan a ningún lado, pues Bess se convierte a la larga en amante de Williamy al mismo tiempo, en la mejor amiga de G (?)... A estas alturas, la protagonista se ha convertido en una entregada madre y de sus intereses políticos y sociales... bien, gracias. Nunca más se supo.

Claro, muchas de estas cosas ocurren porque se trata de una época machista, clasista, en donde la nobleza hacía lo que se le venía en gana. Ah! Eso explica muchas cosas... pero si no queda relativamente claro en el guión, la verdad es que el espectador promedio poco y nada entiende de lo que le ocurre a esta mujer que, la verdad, no sabe para dónde va en las casi dos horas que dura la película. Por lo tanto, al no existir una voluntad de lucha clara, el metraje se convierte en un pegoteo de momentos cúlmines en la vida de Georgiana que poco y nada llegan a interesar al espectador puesto que no tienen mayor asidero en una historia que se diluye irremediablemente y que las decentes actuaciones de Fiennes y la aún elegante Charlotte Rampling, no pueden salvar.

La suma de una perfecta fotografía, gloriosos escenarios y vestuarios y una digna banda sonora, no sirve para levantar una buena película. En el cine, la suma de los factores si puede alterar el resultado, en muchos casos para bien, En este caso, para mal, por que luego de dos horas frente a la pantalla, la verdad no se sabe bien por qué tomarse la molestia de retratar la vida de la quinta duquesa de Devonshire en de la vida de la primera, la tercera o la décima... Ah! Claro, es pariente de Diana Spencer ¿Eso basta para explicar el desastre?...

LA PELICULA
La Duquesa
(The Duchess)
2008
110 minutos
Dirigió Saul Dibb
Produjeron Gabrielle Tana y Michael Kuhn
Escribieron Jeffrey Hatcher, Anders Thomas Jensen y Saul Dibb, en base al libro de Amanda Foreman
Fotografía de Gyula Pados
Editó Masahiro Hirakubo
Música de Rachel Portman
Actuaron Keira Knightley, Ralph Fiennes, Charlotte Rampling, Hayley Atwell, Dominic Cooper y un montón de extras con pelucas cuáticas...

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