6.26.2009

LAS PELICULAS QUE DETESTO: Avión Presidencial (1997)


Si hay algo de lo que pecan muchas megaproducciones gringas, es de chauvinismo. Uno sin límites, desenfadado y sin ninguna vergüenza. Por supuesto que no se debe meter a todos los filmes del hermano mayor del norte en este saco, pero ya es casi una insana costumbre de muchos productores autoensalzar su no tan funcional democracia representativa, sus símbolos de poder fáctico y las incansables y poco útiles cruzadas que implantan a cuanto país del tercer mundo se les ponga en la mira.

Avión Presidencial es uno de los mejores (?) ejemplos de esta autocomplacencia ciega. Y si bien estoy seguro que sus cototudas ganancias se debieron a las fanáticas de Harrison Ford y a los imbéciles que encuentran cualquier película de acción "buena", este bodrio, a mi humilde parecer, es menos que una película de matiné que ni el más insulso escritor de los años 50 se hubiese atrevido a narrar. La historia es patrioteramente absurda y nos vuelve a mostrar un presidente gringo ideal, bastante distante de los últimos 8 o 9 gobernantes estadounidenses... He ahí otra pista: quizás a través de estos productos de gran costo pero escaso contenido, mis pobres hemanos del norte buscan idealizar las imágenes poco dignas de algunos de sus más recientes presidentes, amigos ellos de decisiones más que erróneas, escándalos sexuales y vidas poco rectas en su juventud... En fin, el asunto es que nos encontramos frente a James Marshall (Harrison Ford, insufrible), el flamate presidente de USA que ha comenzado una nueva guerra contra el terrorismo, esta vez capturando al presidente de Kazajastán Iván Radek (Jürgen Prochnow, que por el bien de su carrera, aparece poco). Sin embargo, poco tiempo después, un grupo de terroristas nacionalistas de esa nación toma represalias y ayudados por Gibbs (Xander Berkeley), un agente del Servicio Secreto, se toman el avión presidencial, con la esposa de Marshall, su hija y un montón de asesores en su interior. Ayudado por sus guardaespaldas, Marshall está a punto de huir, pero se ilumina y por amor a la patria y a la familia, activa la cápsula de escape, pero se queda en el avión.

A pesar de este percance, el grupo, encabezado por Iván Korshunov (Gary Oldman, en uno de sus peores roles junto al de La Letra Escarlata), da a conocer de inmediato sus exigencias: intercambiar a sus rehenes por Radek. Al mismo tiempo, sus secuaces dirigen el avión presidencial hacia Kazajastán, mientras la Vicepresidenta Bennett (Glenn Close, sobreactuada) y el Secretario de Defensa Dean (Dean Stockwell) hacen lo posible desde tierra para resolver el impasse político, en tanto el valentón de Marshall comienza a hacerle la vida imposible a los rusos en el avión, tomando en cuenta que, oh, sorpresa, en su juventud fue miembro de la Fuerza Aérea, infante de marina y quizás qué más, por lo que sabe manejar armas y aviones... Qué conveniente, no? Porque si algo así le hubiera pasado a George W. Bush, de seguro no hubiera tenido la más mínima idea de qué hacer...

Me imagino que ya sabrán cómo termina. Claro, no hay mayores sorpresas en una trama bastante infantil, destinada a público masivo que gusta de la comida masticada antes de que entre a sus bocas. Llena de clichés, diálogos sacados de la peor película hecha durante la Guerra Fría y actuaciones por decir lo menos, exageradas, la cinta es una completa y total propaganda pro conservadora, que defiende los principios impuestos por Reagan y Bush padre y que refocila en su propio y vulgar chauvinismo.

Da lata ver el talento de un director como Wolfgang Petersen desperdiciado en una cinta de esta calaña, y más aún, el talento de actores como Glenn Close, Dean Stockwell, Gary Oldman, William H. Macy y Paul Guilfoyle, entre otros, tirado por la borda en una película fallida y desabrida... No menciono a Mr. Ford entre los actores de talento porque nunca lo ha tenido. Si se fijan bien, sus dos mejores roles (en Star Wars e Indiana Jones), son casi lo mismo. Probablemente sólo valga la pena rescatar su contenida interpretación de Deckard en Blade Runner, pero además de eso, no le recuerdo nada memorable...

Ya, me desahogué. Me hacía falta un poquito de crítica negra para desperezar los sentidos y prepaarame para los bodrios que se vienen en invierno en los cines, patriendo por Transformers 2, que deja bastante que desear. Pero eso es harina de otro costal. Usted, por el momento, evítese de ver o rever Avión Presidencial, una verdadera porquería propagandística sin sentido...

LA PELICULA
Avión Presidencial
(Air Force One)
1997
127 minutos
Dirigió Wolfgang Petersen
Produjeron Armyan Bernstein, Gail Katz, Wolfgang Petersen y Jonathan Schestack
Escribió Andrew W. Marlowe
Fotografía de Michael Ballhaus
Editó Richard Francis-Bruce
Música de Jerry Goldsmith
Actuaron (?) Harrison Ford, Gary Oldman, Glenn Close, Wendy Crewson, Liesel Matthews, Elya Baskin, Levan Ushaneishvili, William H. Macy, Dean Stockwell, Paul Guilfoyle, Xander Berkeley, Jürgen Prochnow y varios extras rusos con cara de terroristas...

1 comentario:

Romy Riq dijo...

gracias a dios tenemos a harrison ford como presidente de USA.