4.29.2008

CINEMA INFERNO: El Exorcista


Ok, lo sé, me fui a la segura, sandía calada diría alguien pero, cumple con los requisitos antes mencionados, es 70era, de terror (quizás una de las últimas) y más encima me encanta.

Título Original: The Exorcist
Año de Realización: 1973
Escrita por: William Peter Blatty
Dirigida por: William Friedkin
Reparto: Linda Blair, Ellen Burstyn, Jason Miller y Max Von Sidow como el Exorcista

Para hablar de esta película no sabría por donde empezar, quizás si les contara cuando la vi yo, pues tendría que remontar a mi dulce y zangoloteada infancia ochentera en el Santiago de Bombal, con bombas en las torres de alta tensión, atentados a Pinochet, terremotos, fallidos intentos por ver el Halley, zapatillas tigre, pantalones amasados y bebida Free, pero eso es otro asunto. Lo que si les voy a contar es que esta película la vi en TVN, más tijereteada que la cresta alguna vez en medio de los ochenta, en compañía de mis papis, con la luz prendida y tomando ..Free, porque ese era el panorama familiar de esos años el sábado por la noche, elegíamos la película que iban a dar por la tele y la veíamos todos, bueno mi hermano no porque era muy chico. Y resulta que cuando terminó, a pesar de no tener la famosa "Fuck me!, Fuck me!" con el crucifijo, o la vomitada de sopa de arvejas y otras linduras... yo quedé para adentro. Ustedes dirán, asustado? Noooo, encantado!, por primera vez en mi vida (y no muchas veces después) una película había provocado sensaciones en mi que superaban mi normal estado de conciencia, me había metido de lleno en la situación y se había conseguido un estado catártico completo. Es cierto, durante el exorcismo y otras secuencias intensas estaba con el potito más que apretado y en un momento me llegué a sentir total y absolutamente angustiado, incluso llegué a tiritar.

Muchos han tratado de explicar el por qué de que el exorcista es tan efectiva en su digna tarea de poner sobresaltos, yo creo que debe ser porque para el mundo cristiano y católico, la eterna lucha entre Dios y el demonio es real entonces lo que se nos presenta como una ficción en pantalla, nosotros la sentimos real, por un asunto de fe. De hecho tengo un amigo director de pelis de horror que se define como ateo y encuentra al Exorcista como una peliculilla más, no le causa ninguna sensación. Obviamente no hay que desmerecer la mano del director William Friedkin que antes se había mandado el batatazo con Contacto en Francia y después haría buenos trabajos en Cruising y Vivir y Morir en L.A.. O sea, si uno se fija bien, al caballero le gustaba más la onda policial pero se mandó una de las mejores de terror. En el fondo, Friedkin lo que sabe hacer es manejar la tensión y la atencion del espectador, mostrando lo que debe mostrar, insinuar el resto y de vez en cuando sacudirte con imágenes potentísimas. Si se fijan bien, hay un homicidio en el exorcista perpretado por la poseída Regan, Burke muere supuestamente arrojado por la ventana, del cual no se muestra nada. Lo mismo que la muerte de la madre del padre Karras y otros hechos que la posesa le hace hacer a su madre y que el director nos aleja y no nos deja escuchar...incluso la muerte del padre Merrin. A todo esto, la actriz de la madre de Karras y el asesinado Burke ... murieron antes del estreno muahahaha.

Sin duda esta gran atmósfera no se lograría sin un acabado trabajo de sonido, a manos de un extraño personaje llamado Gonzalo Gavira, que fue recomendado a Friedkin por su trabajo en El Topo de Jodorowsky que dejó loco a todos con la simpleza de sus efectos de sonido, por ejemplo, el horroroso sonido de Regan haciendo la celebre 360, muchas veces imitada jamás igualada, lo habían intentado con todos los efectos sonoros en librerías y foley posible sin buenos resultados, pero llegó Gavira y en el mismo set, le pidió la billetera prestada a un loco y la apretó con sus manos frente a un micrófono...y listo. 

Mención a parte las secuelas y precuelas, primero vino El Hereje de 1977, por John Boorman, sólido director, pésima idea de película y luego El Exorcista, Legión de 1990 dirigida por William Peter Blatty. Bastante potable, acertada en la creación de atmósferas y en la puesta en escena de una historia atemorizante, mal que mal el director es el autor de la original, así que algo entendía la historia y supo tratarla adecuadamente. Después, la debacle; El Exorcista, el comienzo dirigida por el patético Renny Harlin, con sus hienas de super nintendo y una historia que no atemorizaba a nadien gombadre, nadien. Como muchos deben saber, dicha película estaba siendo dirigida por Paul Schrader, que de hecho reemplazó al notable John Frankenheimer (Ronin, The Manchurian Candidate, Gran Prix, etc) que se había retirado por estar mal de salud, es más, falleció dos meses después de renunciar. Schrader ya había rodado todo, es más, ya había hecho un primer corte pero, los productores de Hollywood en su infinita sabiduría no les gustó ese corte y sugirieron hacer varias tomas de nuevo y re-editarla. Schrader no se amilanó y agarró su primer corte, les metió juicio a los productores, les ganó, y terminó su película poniendo plata de su bolsillo, llamada Dominion, no la he visto, me gustaría mucho para tener una opinión al respecto... así que el exorcista es la única que tiene 2 precuelas con los mismos personajes ya que estos gallos tampoco se fueron para atrás, agarraron a Harlin y lo mandaron a refilmar casi toda la película de nuevo!, resultado, un bodrio. Ah...hay un re-estreno con escenas y remasterizado en el 2003 de la original

Otro ícono de la película es la célere música de Mike Oldfield, Tubular Bells,que en realidad es un fragmento de dicho tema del álbum homónimo de 1973. Resulta que la música la estaba haciendo el argentino Lalo Schifrin  (Misión Imposible, Harry el Sucio, Bullit y largo etc.) pero cuando se hizo el primer corto con música a Friedkin literalmente le cargó y la encontró un chiste, así que la sacó completa, sin música!. Solo le puso el fragmento de Oldfield en una escena que no dura mas de 20 segundos. 

Bueno, si me pusiera a hablar de todas las cosas que se han tejido acerca de esta película, como que Kubrick quería dirigirla, o la tonelada de trivia asociada, estaría muucho tiempo tecleando y como sufrí un accidente estúpido, me caí del techo limpiando las canaletas para la lluvia del domingo pasado, necesito reposo así que los dejo, veanla y ojalá les deje el mismo sabor a espanto que a mi.

ESPECIAL 1 DE MAYO: Un Día de Furia (1993)


Su sueño por un día…

Ya que estamos a poco tiempo del 1 de mayo, ese día tan especial que costó sangre sudor y lágrimas a honestos y sacrificados trabajadores de hace décadas, en pos del reconocimiento de un mejor trato a la hasta hoy vapuleada clase obrera, y que para nosotros no es más que un vulgar feriado que justifica un carrete a mitad de semana… (inspiración)… es que busqué una película que celebrara de manera especial este día. No me quise ir por el lado de Norma Rae (Martin Ritt, 1979), Roger y Yo (Michael Moore, 1989) o cosas por el estilo. Para dramas, mejor ver las noticias y la huelga de Codelco. Preferí optar por una más acorde a mis emociones y aunque pertenece a un director que no me gusta y la protagoniza un tipo que, como actor, no me sensibiliza en lo más mínimo, de verdad ha llegado a gustarme y hasta identificarme.

Se trata de Un Día de Furia, del generalmente kitsch Joel Schumacher y protagonizada por el inefable Michael Douglas que, si bien tiene momentos brillantes (como en este film) en general a mí se me asimila más a un pelele. En fin, el asunto es que el hijo favorito de Kirk hace el papel de William Foster, abnegado empleado de una empresa que trabaja para la Defensa estadounidense. Si bien su máscara es de normalidad absoluta, por dentro el tipo es un desastre, una bomba a punto de explotar. Es un día cualquiera en el que William desea ir a ver a su hija, pero su ex-esposa, perra ella, no quiere que las visite. Así las cosas, Foster comienza a acumular ira, acrecentada por problemas en el trabajo y un taco enfermizo que lo obliga a abandonar su auto y continuar a pie el calvario que lo llevará hacia su vástago, a pesar del rechazo de su former wife (Barbara Hershey). El asunto se complica (o quizás se arregla) para Foster cuando ingresa a un minimarket con la intención de llamar por teléfono a la familia, pero la agresiva actitud del dependiente lo hace explotar y luego de una pelea, al final sale del lugar encabronado y armado con un bate.

Así, el personaje de Douglas avanza por la ciudad, actulizando sus armas como mono de Playstation y encontrándose con diversos estereotipos enclavados en las calles gringas: racistas, cuicos golfistas, familias inmigrantes indocumentadas, desidiosos dependientes de locales de comida rápida… un zoológico de seres humanos que no sólo pululan por gringolandia, sino que también en las calles de nuestras propias y tercermundistas ciudades. Detrás de Foster, un comprensivo policía a punto de retirarse (¡qué raro!) interpretado por el siempre sólido Robert Duvall, que es capaz de salvar hasta la película más chanta. Ambos, cada uno en su particular búsqueda, encontrarán algunas claves de lo mal que anda la sociedad gringa, Foster en un plan un tanto anárquico y destructivo, Pendergast, el policía, desde un ángulo más conciliador. Con un enfrentamiento final inevitable desde los primeros minutos de la cinta, la búsqueda de la familia se convierte en una odisea que justifica este análisis un tanto superficial del “american way of life”, pero no menos sorprendente y desilusionante.

Así, me parece que Un Día de Furia es una de las mejores películas de Schumacher, el hombre que logró convertir en ícono gay a Batman en sólo dos pelis. Un film ideal para este día de celebración si no de encañado feriado, para desahogar la rabia interna y quitarse de encima por un par de horas el estigma de trabajador esclavizado y sometido a un sistema cada vez más injusto, atosigante, brutal y abusivo… Ya sabe. El próximo lunes deje el taco atrás, agarre un arma y póngase a destruir el sistema a su manera…

FICHA TECNICA
Un Día de Furia
(Falling Down)
1993
113 minutos
Dirigió Joel Schumacher
Escribió Ebbe Roe Smith
Fotografía de Andrzej Bartkowiak
Produjeron Timothy Harris, Arnold Kopelson y Herschell Weingrod
Editó Paul Hirsch
Música de James Newton Howard
Actuaron Michael Douglas, Robert Duvall, Barbara Hershey, Rachel Ticotin, Frederic Forrest, Twesady Weld y caleta de estereotipos gringos...

4.28.2008

Las Películas que detesto: Corazón Valiente (1995)


El puritanismo ególatra de Mel Gibson

La primera vez que vi Corazón Valiente, casi lloro. En serio. Fui al Cine Gran Vía aquí en Antofa, con una polola de aquellos años mozos y chaucha, me corrían los mocos, pero mantuve la compostura. Me emocioné, en serio…

Pero el tiempo pasa, uno madura, comienza a mojarse con otras pelis y claro, luego de ver una y otra vez Corazón Valiente mil veces repetida en el cable, comienza a leer entre líneas, a fijarse en las horribles pifias de edición, a asquearse del mal aliento de Mel Gibson que ensalza en sobremanera a un personaje histórico que luego de decenas de retoque del guión, poco o nada de real tiene. Claro, no es culpa total de Gibson, pero el cine gringo ha adquirido la mala costumbre de mostrar personajes de la “vida real”, pero los manosea tanto que aquella pseudo biografía se convierte en una caricatura burda, muchas veces conservadora, hipócrita y hasta infantil del personaje de la vida real. En fin, ahora, cada vez que veo al señor Gibson con aquellas mala extensiones desgreñadas dándoselas de héroe en medio de batallas muy sangrientas (quizás una de las pocas cosas valorables de la peli), comprendo su catolicismo cínico y bastardo.

El William Wallace de la vida real no fue tan heroico, aunque sí hizo mucho por su patria. Los malos-malos de la peli no lo eran tanto. Eduardo Zanquilargo jamás confluyó con Wallace y la teoría del hijo bastardo es una estupidez. Los escoceses nunca fueron tan buenos-buenos y raramente se les ve bebiendo en pantalla. El grito final es una estupidez rimbombante, muy en la onda de endiosamiento que Gibson plasma en los personajes principales de sus películas, lo que por supuesto, debilita cualquier intento de tomarse la película en serio. Lejana a kilómteros de obras que considero mayores como el Espartaco de Kubrick (1960) o el militarismo crítico de Patton (Franklin J. Schaffner, 1970), o incluso de obras menores del género histórico-militar- sangriento como la sobrevalorada 300 (Zack Snyder, 2007).

Claro está que la primera vez, la peli te llega. Ataca tu fibra sensible y en eso hay que aplaudir a Gibson pues es un maestro al momento de enamorar a la platea. Pero entre hachas y espadas de goma (muy notorias en las batallas), desajustes históricos, descarados robos a Shakespeare, personajes maníqueos (a expeción de Patrick McGoohan que está soberbvio), uno se pregunta, quién diablos fue el verdadero Wallace y por qué Gibson lo acribilló de esa manera.

Extraño los tiempos en que el viejo Mel hizo Un Hombre Sin Rostro (1993), a la fecha, su film más sincero y realmente emocionante. No como con está porquería de Corazón Valiente, una película soberbia, pomposa entre tanta sangre y miembros mutilados, presuntuosa, hecha a la medida de la Academia, nada sincera y terriblemente sosa. Un desperdicio de tiempo y una historia aun magnífica que en manos de un tipo menos mesiánico, quizás hubieses sido una gran película.

FICHA TECNICA
Corazón Valiente
(Braveheart)
1995
177 minutos
Dirigió Mel Gibson
Escribió Randall Wallace (sólo coincidencia de nombre)
Fotografía de John Toll
Produjeron Mel Gibson, Bruce Davey, Alan Ladd Jr., Dean Lobata, Stephen McEveety, Elisabeth Robinson
Música de Jame Horner
Actuaron Mel Gibson, Sophie Marceau, Brendan Gleeson, Patrick McGoohan, Angus McFayden, Catherine McCormack, David O’Hara, Tommy Flanagan y un montón de pelados del ejército inglés disfrazados de cualquier cosa…

4.21.2008

Las Películas que Olvidamos: Celda de Castigo (1983)


Una buena película de pandilleros juveniles…

En general, me quedo pegado con las películas de pandilleros. Por algunos minutos, por lo menos, hasta que tanto estereotipo y situaciones ilógicas terminan por hacerme cambiar de canal o rechazar ir al cine, aunque desde hace años que las pandillas juveniles dejaron de ser tema atractivo para los realizadores. Quizás las últimas dos buenas que vi fueron Colors (Dennis Hopper, 1988) y Blood in Blood out (Taylor Hackford, 1993), dos logrados intentos por traspasar al espectador la ira, la desilusión y el desarraigo social de los jóvenes pandilleros gringos, productos no deseados de un país que avanza (si no es que retrocede) sin jamás pensar en quienes aplasta con sus enormes pies de barro.

Por eso es que rescatar del baúl del olvido una película como Celda de Castigo es lo que considero una necesidad revitalizante, no por la calidad técnica de la peli, pero si por varios otros factores: su crudeza brutal, su desapego a las fórmulas convencionales, la desesperanza impregnada en sus diálogos y una decena de actuaciones bastante decentes que convierten a este pastel en una delicia para todo buen cinéfilo.

Rick Rosenthal, su director, no tenía un currículum muy amplio cuando tomó las riendas de esta peli. Es más, en su filmografía destacaba apenas Halloween II (1981), algunas contribuciones para programas y series de televisión y nada más. En fin, quizás esa escasez de compromiso con la industria le ayudó a relatar tan descarnadamente la historia de Mick (Sean Penn), un loser pandillero que busca derrotar a su adversario Paco (Esai Morales) en lo que podríamos considerar un antecedente bastante adelantado de la cototuda penetración latina en USA. El asunto es que luego de una pelea, Mick debe huir a toda velocidad, acción en la que casualmente atropella y asesina al hermano menor de Paco. Así, es detenido y derivado a un penal juvenil en donde deberá enfrentarse a los “pesos pesados” locales para hacerse respetar. Ayudado por Horowitz (Eric Gurry), su compañero de celda, logra vencer a Viking (Clancy Brown… ¿Se acuerdan? ¿Kurgan en Highlander?) y Tweety (Robert L. Rush), en una brutal paliza que a pesar del paso de los años, todavía me provoca escalofríos. Pero una vez encaramado en la cúspide de la salvaje pirámide alimenticia de la cárcel, debe hacer frente una vez más a Paco que es condenado por la violación de JC (Ally Sheedy), la novia de Mick. Y por supuesto de debe cumplir su condena en el mismo penal del delincuente irlandés.

Ya lo dije, es una película cruda y oscura. No hay redención ni salida alguna. Todos los protagonistas están condenados a repetir el mismo círculo vicioso de crimen y sangre, de venganzas sin justificación más que el poder en un pequeño espacio de tierra que consideran su hogar, su tierra, su particular y descampado feudo en donde la lealtad se gana a golpes.
Penn, Reni Santoni (en el papel de un comprensivo guardia), Morales, Brown y Sheedy se lucen en sus roles, otorgándole realismo a cada una de las acciones de estos entes en constante conflicto y en donde las resoluciones, la dialéctica del poder, se resuelve sólo a través de la generación de un nuevo conflicto que inyecte latidos en las vidas de cada uno de estos pandilleros, los hijos no deseados del sistema gringo que se ha llenado de cárceles y castigos que no hacen si no acrecentar el odio y la disconformidad. Lo peor es que en Chilito estamos siguiendo el mismo esquema y no puedo dejar de pensar en cuántos Micks y Pacos hay en nuestra calles, en nuestras cárceles, en nuestros hogares de menores que están repitiendo y proyectando los mismos violentos patrones de comportamiento que abren las venas de nuestras calles, de nuestras poblaciones…

¿Le estoy poniendo mucho? No lo sé. Traten de ver la peli; es casi imposible encontrarla en el mercado legal, pero si se arriesgan pueden descargarla de alguna buena página que ofrezca películas. En este caso y por el tema de la peli, dele, juegue, rompa la ley y hágase de Celda de Castigo que, sinceramente, es una de esas pelis que no defrauda…

FICHA TECNICA
Celda de Castigo
(Bad Boys)
1983
141 minutos
Dirigió Rick Rosenthal
Escribió Robert DiLello
Fotografía de Bruce Surtees y Donald E. Thorin
Produjo Robert Solo, Graham Henderson y Martin Hornstein
Música de Bill Conti
Actuaron Sean Penn, Reni Santoni, Jim Moody II, Eric Gurry, Esai Morales, Ally Sheedy, Clancy Brown, Robert Lee Rush, Alan Ruck y un montón de pendejos con cara de malandra...

4.18.2008

CINEMA INFERNO: El Loco de la Motosierra


Ya que nuestro jefecito anda medio pegado en los 70, pues sigámosle la corriente, este mes, solo películas de horror 70eras
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Título Original: The Texas Chainsaw Massacre
Año de Realización: 1974
Escrita por: Kim Henkel y Tobe Hooper
Dirigida por: Tobe Hooper
Reparto: Nadie conocido que sea reconocible ..salvo la voz de John Larroquette y Gunnar Hansen como Leatherface

Antiguamente se definía como película de terror las películas en las cuales aparecían fantasmas, espectros, brujas o demonios que aterrorizaban al espectador. Esta bien podría definirse como la primera película de horror, porque la verdad susto no daba pero si el espectador quedaba más que horrorizado por la brutalidad de sus imágenes..34 años atrás. En donde el temor estaba en las depravaciones intrínsecas del ser humano y no en extrañas e inverosímiles historias fantásticas, en suma, lo más grotesco de todo es que películas como esta se nutren de verdaderos hechos criminales ocurridos en el mundo, eso si que es horrorizante.

La historia se basa un poco en la vida y obra de Ed Gain, un pelmazo bastante perturbado que gustaba no solo con matar a uno que otro ser humano, animal o cosa, sino que guardaba sus restos mortuorios con los que confeccionada, adornos, muebles y hasta ropa... si niños y niñas, alguien copió esa idea también para El Silencio de los Inocentes (1991). Además de practicar el canibalismo, la necrofilia y otras barbaridades inclasificables, el señor Gain profanaba tumbas y acostumbraba a ponerse una máscara hecha con los restos de alguna víctima.

Tobe Hooper tomó esa historia, actualizándola a una época más marihuanística, en una Texas que se aferraba a sus tradiciones y a al vez quería modernizarse, en donde la revolución agrícola y ganadera había dejado a muchas familias en la miseria mientras otros se hacían multimillonarios. Tampoco era raro encontrar familias en las cuales se practicaba la endogamia incestuosa..bueno con toda esa lindura de por medio, agarró a un grandulón medio animal, le puso una motosierra y listo; la película más brutal que se había visto hasta esa fecha.

No hay que endiosar a Tobe Hooper, en algunos momentos la cosa guatea pesado, sobre todo a los que estamos malacostumbrados por MTV y a pelmazos como Michael Bay a más de 400 planos por minuto, pero cuando por fin aparece Gunnar Hansen con la motosierra, y su máscara de cuero y se pitea a unos cuantos, ya la cosa se puso fea y uno queda con el culito apretado hasta el final, con tortura, muerte, sangre, huesos y motosierras, creo que ese es el gran aporte de esta película a la imaginería global, matar con una motosierra, que lindo no?. Los personajes se construyen tan someramente que salvo el guatón desagradable en silla de ruedas, que los maten es una mera anécdota..de hecho yo disfruté cuando mataron al gordo en silla de ruedas por que fue como "uf, al fín se va a quedar callado este gil" de hecho como pieza cinematográfica la película vale callampa, pero su aporte a lo que es la cultura pop es inconmensurable, sin esta película no existiría Mike Myers (de Halloween) ni Jason Vorhees, ni Freddy Krueger ni habrían películas como Scream (bueno, no es una gran perdida) y todas esas tantas películas con haaaaartas secuelas que entretenían mis noches de insomnio en mi pre adolescencia.

No sé como llegó a Chile esta película, yo vi en VHS la 2da parte...no muy buena, y en cable unas secuelas tampoco muy agraciadas, hasta que por ahí me prestaron un dvd. La vi hace poco, un par de años atrás solamente. Tiene también un remake, relativamente digno, de hecho le da 100 mil patadas en cuanto a factura técnica, actuación, fotografía (de hecho la fotografía es muy muy buena) y montaje, pero no sé...le falta ese toque de brutalidad cruda que tenía la original ..bueno el remake tiene una precuela...uf! Cuento aparte, que poco creativos están los gringos que repiten películas viejas y más encima les hacen secuelas y precuelas..que locura. Pero bueno, esta precuela..es mucho mejor que todas las otras juntas!!. Sin duda que el hecho de no ser original le quita los bonos, pero como diría Hermes, ochocientos millones de estrellas cortadas con motosierra.

Bueno, le puse el título con que se le conoció por estos lados, El loco de la Motosierra, ja!, hilarante, de hecho es mucho más potente La Masacre con motosierra en Texas, pero cuando los distribuidores tienen que poner 2 conjunciones en un título, se cagan enteros y le cambian el nombre. Para que hablar cuando el título en cuestión a veces no tiene una traducción literal, ahí queda el descalabro..como por ejemplo Poltergeist. Bueno, voy a hacer una lista con las peores traducciones de títulos de película.
Por mientras, cuídense de la endogamia que resultan cosas atroces de eso. El dato freak, el trailer resultó más caro que la película..en serio!. Esta es una película hecha con el vuelto del pan, y para promocionarla se gastaron sus buenas lucas en contratar a un locutor decente, que a la larga se convertiría en una seudo estrella en USA, John Larroquette. El señor locutor cobró sus honorarios normales, que resultaron ser más altos que el costo de rodaje. Loco no?
para que se refocilen, el trailer

4.17.2008

Cuando los Dinosaurios Gobernaban la Tierra III


Emerson Lake & Palmer – Pictures at an Exhibition (1972)

No se enojen conmigo, pero tengo una obsesión casi enfermiza por volver a los locos años 70 y rescatar aquellas joyas de la música de esa época mundana, experimental, pionera y hasta hoy avanzada, cuyo legado repercute hasta en mínimos detalles de la música actual, incluyendo el pop…

Bueno, el asunto es que apenas comencé a entrar en el fantástico y glorioso mundo del rock sinfónico, me encontré con Emerson Lake & Palmer (de ahora en adelante, ELP), una especie de power trio británico, un supergrupo formado por el baterista Carl Palmer, recién egresado de la legendaria banda Atomic Rooster; Greg Lake, bajista y vocalista de King Crimson, por esa época el alma mater del rock de vanguardia, y el talentoso tecladista Keith Emerson que dejó al grupo The Nice (otro prócer del rock sinfónico) para unirse a este nuevo proyecto que se caracterizó desde sus inicios no sólo por sus composiciones originales, la mayor parte ellas épicas y de largo aliento, si no que también por recrear piezas de música docta en un particular estilo que mezclaba elementos barrocos, improvisaciones en teclado y un nivel de pretensión pocas veces visto en la historia de la música.

Y sí, quizás es ese el elemento que estancó el crecimiento de ELP, la pretensión, aquella constante búsqueda de elementos que contribuyeran a confluir la música “clásica” de sus intérpretes favoritos (entre los que destacaban Mussorgsky, Prokokiev, Copland y Ginastera) con los elementos que la tecnología les ofrecía en aquella época y que ya eran capaces de recrear orquestas completas en seis manos con suficiente talento. Por supuesto no puedo menospreciar la enorme pericia que cada uno de ellos tiene en sus instrumentos, en especial el legendario Carl Palmer, quizás uno de los mejores bateros de todos los tiempos, pero con el paso de los años y desde el lanzamiento de su álbum homónimo debut (1970), algo ocurrió con ELP… En resumen, se volvieron ambiciosos (para muestra, el álbum Works Vol 1) y cuando quisieron retomar un camino un poco más “humano” se despacharon aquella brutalidad de disco titulado Love Beach (1978) que marcó el fin de la primera etapa de la banda y que también contribuyó al cierre de la época dorada del progresivo junto a otros pasteles de la época.

En fin, aún hasta hoy, ELP se mantiene vigente entre sus seguidores, en parte gracias a sus regresos como EL&Powell (1985) y Black Moon (1992) con la alineación original, además de una docena de recopilaciones, remasterizaciones y DVD’s que reviven los años gloriosos de ELP.
En fin, dentro de todo esto, hay discos clásicos, obras maestras del trío que aún hoy forman parte del panteón olímpico progresivo. Y qué mejor ejemplo que el legendario Cuadros de una Exposición, basado en la también imborrable obra del ruso Modest Mussorgsky, una monumental pieza que mezcla pasaje idílicos con escenarios de salvaje fuerza e inspiración. ELP rescató algunas secciones de la original Pictures at an Exhibition y las tiró en un concierto que fue grabado en 1972 y en donde incluso se arriesgaron (exitosamente, en mi opinión) a ponerle letra a algunos pasajes. Es un producto abrumadoramente crudo, concreto, inspirado, que mezcla pasajes improvisados por Emerson sacándole el jugo a sus teclados con el tecnicismo perfecto de Palmer en batería y la delicada voz de Greg Lake que en ningún momento desentona con su bajo. Un disco impregnado de aquel espíritu setentero algo sicodélico, algo barroco, algo romántico y muchas veces épico y vanguardista, términos bien plasmados en esta placa que será deleite de todo fanático de las fantasías tecladísticas y de las baterías fuertes y precisas. Un álbum que se pasea por momentos de delicadeza absoluta a cargo de Lake y su guitarra electroacústica, pero que también se desliza por terrenos en donde el rock y la experimentación predominan para dar una versión vanguardista y revitalizada del clásico de Mussorgsky, llena de detalles impresionistas, desfachatada, abrumadoramente cruda y por sobre todo, ejemplo tácito de una época en la que la industria pop no había lavado los cerebros de los chiquilines. En verdad, una pieza clave para comprender la época dorada del progresivo y empaparse de un poquitín de sicodelia y épica sinfónica setentera a través de casi cuarenta minutos de infartantes solos de teclado, absoluta precisión en la batería y la belleza cautivante de la voz de Greg Lake. Un manjar para oídos arriesgados y exquisitos, imperdible aún después de treinta y cinco años…

EL DISCO
(en vinilo)
Lado 1 (19:02)
a. Promenade
b. The Gnome
c. Promenade
d. The Sage
e. The Old Castle
f. Blues Variations

Lado 2
(18:47)
a. Promenade
b. The Hut Of Baba Yaga
c. The Curse Of Baba Yaga
d. The Hut Of Baba Yaga
e. The Great Gates Of Kiev
f. The End - Nutrocker

Tiempo total: 37:21

Bonus tracks en el remaster de Sanctuary (2004):
1. Pictures at an Exhibition (version de estudio)
LA BANDA
Keith Emerson / Teclados
Greg Lake / voces, bajo y guitarra
Carl Palmer / batería, percusión
INFO DEL DISCO
LP Island HELP1 (1971)
LP Cotillion / Atlantic Records (1972)
CD Rhino 72225 (1996 USA/Can)
CD Sanctuary (UK) SMRCD057 (2004 remaster)
En 1992 TDM S.R.L. (MC cat. code TDMK 54) produjo un bootleg con un orden diferente de canciones.

4.03.2008

Las Películas que Olvidamos: TUCKER, EL HOMBRE Y SU SUEÑO (1988)


En busca del sueño (roto) americano…

Hace algunas noches, Mega se despachó una peli que hacía muchos años había visto en el cine y quizás, una de las más subvaloradas de Francis Ford Coppola. Se trata de Tucker, el Hombre y su Sueño, un film un tanto extraño (por lo menos desde mi punto de vista) y quizás más bizarro para lo que conocemos de FFC junto a Jack (1996) y Peggy Sue, su Pasado la Espera (1986).

La temática de la peli está basada en hechos reales. Se centra en los años gloriosos de Preston Tucker (Jeff Bridges) un hombre inteligente, arriesgado, con una personalidad arrolladora, soñador como él solo y por supuesto, despilfarrador y con un ojo clínico para meterse en negocios sin futuro. Quizás es por eso que la peli parte con Tucker viviendo una vida un tanto lujosa, pero endeudado hasta el cuello, pero aún así con la idea de darle al pueblo gringo un automóvil de última generación, innovador, barato y lleno de adelantos tecnológicos. Con el apoyo de su esposa Vera (Joan Allen), Abe Karatz (Martin Landau), de su hijo mayor (Christian Slater) y de otros ingenieros y mecánicos tan locos como él, se embarca en el diseño y construcción del Tucker Torpedo a fines de los años 40 y por supuesto, se echa encima a senadores y a las poderosas industrias automotrices de la época que, el final, logran culparlo de apropiarse del dinero destinado a los carros y así, enjuiciarlo con el fin de evitar la producción del Torpedo.

No se desanimen. Ya sé que es una de estas típicas historias gringas de esfuerzo y sacrificio, donde el “sueño americano” es que el mejor sale parado, con un personaje que parece estereotipado y que quizás en las manos de cualquier peliento, se hubiera convertido en una película olvidable. Pero de la mano de Francis Ford Coppola se convierte en casi un testimonio de vida. En primer lugar, es quizás lo mejor que le he visto a Jeff Bridges como actor. En segundo lugar, es una película sobria, correctamente ambientada y filmada. En tercer lugar, hay que ponerse en los pantalones de Francis y comprender por qué hizo esta peli… En esa época, la bancarrota y tragedias familiares tenían a FFC en una delicada situación. Fue la década en la que comenzó a hacer pelis por encargo, la mayor parte de ellas de dudosa calidad, y parecía que no había por donde recrear el éxito artístico obtenido en los 70 con las dos primeras partes de El Padrino (1972 y 1974) y aquella obra maestra llamada La Conversación (1974). En fin, el asunto es que en los locos 70, Coppola había producido las primeras películas de muchos jóvenes realizadores que buscaban su espacio en Hollywood, entre ellos, George Lucas quien, como buen y agradecido alumno, le devolvió la mano a su mentor para hacer este y otros filmes y fue así como FFC aprovechó la oportunidad de convertir a Tucker en su reflejo; un hombre que lo tuvo todo y que en pos de un sueño, se queda sin nada, pero aún con la esperanza de haber producido algún cambio aunque sea en su círculo más cercano.

Así, la peli se desliza por la pantalla como una hazaña épica pero aún sencilla, con los clásicos dimes y diretes de este tipo de cintas, pero con secuencias y momentos entrañables, en especial el momento del estreno del Torpedo y la salida de la fábrica de los primeros y únicos 50 autos que Tucker alcanzó a construir. Bueno, esto me lleva a la trivia, pues tanto Lucas como Coppola son dueños de dos de los autos Tucker, perfectamente funcionales, así como otros 40 que andan por ahí que se han convertido en objeto de culto para sus dueños (actualmente tienen un costo de 3.000 a 4.000 dólares) y que se han agrupado en una sociedad para celebrar el genio talentoso de Preston Tucker pues muchas de las pioneras innovaciones que introdujo en el Torpedo, aún hoy son utilizadas por las grandes compañías automotrices del mundo.

No es una gran película, pero se nota que está hecha con cariño y su mensaje es capaz de sobreponerse a muchos discursos similares. Vale la pena echarle una mirada y descubrir algunas de las claves del mito Coppola a través de los ojos de Preston Tucker, uno de esos tantos personajes trágicos de la historia gringa que sólo a través de estos pequeños homenajes, podemos dimensionar…

FICHA TECNICA
Tucker, el Hombre y su Sueño
(Tucker, the Man and his Dream)
1988
110 minutos
Dirigió Francis Ford Coppola
Escribieron Arnold Schulman y David Seidler
Fotografía de Vittorio Storaro
Produjo George Lucas
Música de Joe Jackson
Actuaron Jeff Bridges, Joan Allen, Martin Landau, Frederic Forrest, Lloyd Bridges, Elias Koteas, Nina Siemaszko, Christian Slater y varias réplicas de los autos Tucker...

666 Razones para no escuchar Reggetón


Uaral


Sounds of Pain


2006


Está claro que el Doom Metal no es uno de los géneros musicales más populares del music business, pero no hay que desconocer que tiene una buena cantidad de seguidores y son muy críticos y a la vez fieles. En lo personal no soy muy adicto a esto pero Uaral me dejó más que sorprendido.
Desde el año pasado me encuentro inmerso en la producción de un largo monstruoso (en todo sentido) y una de las aristas era buscar un soundtrack apetecible. Con esta premisa me acerqué a una de las personas que más música escucha en Chile, el señor Rolando Ramos, que me recibió afectuosamente como si fuera un hermano de toda la vida siendo que era la primera vez que me veía. Me recomendó cientos de bandas locales pero hizo una pausa y con mucha ceremonia me dijo (y trato de citar textualmente): "Este grupo es una de las pocas cosas que me ha dejado con la boca abierta, es la mezcla de estilos más inusual y más bien hecha que he escuchado". No tenía una copia de su trabajo pero me contactó con el sello que ha editado los trabajos de Uaral y Jorge Diaz, su productor, me hizo escuchar su trabajo. Es verdad, quedé paralizado, era algo totalmente nuevo en música y eso ya es demasiado que decir en este negocio ultrasaturado. No había que ser un experto en música para darse cuenta que lo que tenía ante mis orejas era un trabajo de gran calidad.
Uaral es un grupo muy crítico del sur de Chile que realiza Doom metal con una abierta influencia de folklore local, es decir folk doom. El nombre de su estilo en si no es muy exitante, algo como tecno cueca o guaracha punk, como que no pega ni junta pero a ellos les resultó y les resultó bien.
Del doom agarra el estilo musical, la cadencia del ritmo y la potencia sonora, las voces guturales, el dolor, la pena y la perdición como temas; del folklore agarran la melodía, la guitarra acústica y un sonido a tierra que no había escuchado antes, es como meterse por un campo del sur y ver a los huasos quejándose de dolor. Sonoramente crean atmósferas rurales claramente identificables: la lluvia, el trueno, el canto de las aves típicas de Chile y ese dolor soterrado de la pobreza que solo han podido reflejar unos pocos como Tito Fernández, "El Temucano" y Quelentaro...todo esto sin dejar una muy potente banda de doom metal.
De los interpretes hay solo misterio, solo se puede saber que es un duo, Aciago y Caudal, no dan la cara, no ponen sus nombres reales y no le sinteresa la fama al parecer, solo sé que son parientes y amigos de infancia. Del sello que los edita, Octagon Music Group me cuentan con orgullo que son muy exitosos en Europa y Japón, que en blogs y foros de grandes bandas los mencionan como referencias e influencias, en youtube los temas subidos por sus fanáticos tienen miles y miles de visitas y los comentarios en su mayoría son elogiosos, aunque hay cosas escritas en lenguajes nórdicos y escandinavos que no sé que dicen, bien podrían estra destrozándolos pero no podría decirlo, lo que si se nota es que no pasan desapercibidos en ningún lado.
Lo complicado es que no se puede explicar con palabras la gama de sensaciones que genera, quizás al principio cueste agarrar el hilo de lo que su música nos está diciendo, pero después de unas dos o tres veces uno queda prendado del sentimiento y de verdad te atrapa y te da vuelta, de hecho no es recomendable escucharlo con el ánimo bajo.
Uaral hasta el momento ha sacado dos álbumes grabados profesionalmente: "Sounds of Pain" y "Lamentos a Poema Muerto". El primer disco es dolor puro hecho música, el segundo es tristeza, hoy me refiero al primero precisamente por ser el que mejor te hace saltar de una sensación a otra en un mismo tema. Sin duda el tema homónimo del álbum con su extensísima duración, es una mini ópera al dolor, la desesperanza y la soledad, pero por mucho que trate de explicar, solo deben escuchar.
En suma, una inusual y muy bien lograda almalgama de dos estilos e influencias en teoría muy opuestas pero que a través del dolor se logran adaptar increíblemente.
Ah, les conté que eran chilenitos?

Uaral: Sounds of Pain

1. Lost (03:34)
2. Surrendered to the Decadence (06:34)
3. Eternal Beauty of the Trees (06:01)
4. Sounds of Pain… (19:28)
5. Niche (09:30)
6. Depression (05:44)
7. La Vaga Esperanza de Ser (05:28)
8. Uaral (04:47)

La banda: Aciago, guitarras; Caudal, voz

Una aclaración, las versiones que aparecen en los links no son 100% iguales a las del álbum, especialmente en calidad (por la compresión) y atmósfera sonora, sobre todo en Surrendered to the Decadence ya que el link los lleva a una versión demo.