4.29.2008

ESPECIAL 1 DE MAYO: Un Día de Furia (1993)


Su sueño por un día…

Ya que estamos a poco tiempo del 1 de mayo, ese día tan especial que costó sangre sudor y lágrimas a honestos y sacrificados trabajadores de hace décadas, en pos del reconocimiento de un mejor trato a la hasta hoy vapuleada clase obrera, y que para nosotros no es más que un vulgar feriado que justifica un carrete a mitad de semana… (inspiración)… es que busqué una película que celebrara de manera especial este día. No me quise ir por el lado de Norma Rae (Martin Ritt, 1979), Roger y Yo (Michael Moore, 1989) o cosas por el estilo. Para dramas, mejor ver las noticias y la huelga de Codelco. Preferí optar por una más acorde a mis emociones y aunque pertenece a un director que no me gusta y la protagoniza un tipo que, como actor, no me sensibiliza en lo más mínimo, de verdad ha llegado a gustarme y hasta identificarme.

Se trata de Un Día de Furia, del generalmente kitsch Joel Schumacher y protagonizada por el inefable Michael Douglas que, si bien tiene momentos brillantes (como en este film) en general a mí se me asimila más a un pelele. En fin, el asunto es que el hijo favorito de Kirk hace el papel de William Foster, abnegado empleado de una empresa que trabaja para la Defensa estadounidense. Si bien su máscara es de normalidad absoluta, por dentro el tipo es un desastre, una bomba a punto de explotar. Es un día cualquiera en el que William desea ir a ver a su hija, pero su ex-esposa, perra ella, no quiere que las visite. Así las cosas, Foster comienza a acumular ira, acrecentada por problemas en el trabajo y un taco enfermizo que lo obliga a abandonar su auto y continuar a pie el calvario que lo llevará hacia su vástago, a pesar del rechazo de su former wife (Barbara Hershey). El asunto se complica (o quizás se arregla) para Foster cuando ingresa a un minimarket con la intención de llamar por teléfono a la familia, pero la agresiva actitud del dependiente lo hace explotar y luego de una pelea, al final sale del lugar encabronado y armado con un bate.

Así, el personaje de Douglas avanza por la ciudad, actulizando sus armas como mono de Playstation y encontrándose con diversos estereotipos enclavados en las calles gringas: racistas, cuicos golfistas, familias inmigrantes indocumentadas, desidiosos dependientes de locales de comida rápida… un zoológico de seres humanos que no sólo pululan por gringolandia, sino que también en las calles de nuestras propias y tercermundistas ciudades. Detrás de Foster, un comprensivo policía a punto de retirarse (¡qué raro!) interpretado por el siempre sólido Robert Duvall, que es capaz de salvar hasta la película más chanta. Ambos, cada uno en su particular búsqueda, encontrarán algunas claves de lo mal que anda la sociedad gringa, Foster en un plan un tanto anárquico y destructivo, Pendergast, el policía, desde un ángulo más conciliador. Con un enfrentamiento final inevitable desde los primeros minutos de la cinta, la búsqueda de la familia se convierte en una odisea que justifica este análisis un tanto superficial del “american way of life”, pero no menos sorprendente y desilusionante.

Así, me parece que Un Día de Furia es una de las mejores películas de Schumacher, el hombre que logró convertir en ícono gay a Batman en sólo dos pelis. Un film ideal para este día de celebración si no de encañado feriado, para desahogar la rabia interna y quitarse de encima por un par de horas el estigma de trabajador esclavizado y sometido a un sistema cada vez más injusto, atosigante, brutal y abusivo… Ya sabe. El próximo lunes deje el taco atrás, agarre un arma y póngase a destruir el sistema a su manera…

FICHA TECNICA
Un Día de Furia
(Falling Down)
1993
113 minutos
Dirigió Joel Schumacher
Escribió Ebbe Roe Smith
Fotografía de Andrzej Bartkowiak
Produjeron Timothy Harris, Arnold Kopelson y Herschell Weingrod
Editó Paul Hirsch
Música de James Newton Howard
Actuaron Michael Douglas, Robert Duvall, Barbara Hershey, Rachel Ticotin, Frederic Forrest, Twesady Weld y caleta de estereotipos gringos...

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