4.03.2008

Las Películas que Olvidamos: TUCKER, EL HOMBRE Y SU SUEÑO (1988)


En busca del sueño (roto) americano…

Hace algunas noches, Mega se despachó una peli que hacía muchos años había visto en el cine y quizás, una de las más subvaloradas de Francis Ford Coppola. Se trata de Tucker, el Hombre y su Sueño, un film un tanto extraño (por lo menos desde mi punto de vista) y quizás más bizarro para lo que conocemos de FFC junto a Jack (1996) y Peggy Sue, su Pasado la Espera (1986).

La temática de la peli está basada en hechos reales. Se centra en los años gloriosos de Preston Tucker (Jeff Bridges) un hombre inteligente, arriesgado, con una personalidad arrolladora, soñador como él solo y por supuesto, despilfarrador y con un ojo clínico para meterse en negocios sin futuro. Quizás es por eso que la peli parte con Tucker viviendo una vida un tanto lujosa, pero endeudado hasta el cuello, pero aún así con la idea de darle al pueblo gringo un automóvil de última generación, innovador, barato y lleno de adelantos tecnológicos. Con el apoyo de su esposa Vera (Joan Allen), Abe Karatz (Martin Landau), de su hijo mayor (Christian Slater) y de otros ingenieros y mecánicos tan locos como él, se embarca en el diseño y construcción del Tucker Torpedo a fines de los años 40 y por supuesto, se echa encima a senadores y a las poderosas industrias automotrices de la época que, el final, logran culparlo de apropiarse del dinero destinado a los carros y así, enjuiciarlo con el fin de evitar la producción del Torpedo.

No se desanimen. Ya sé que es una de estas típicas historias gringas de esfuerzo y sacrificio, donde el “sueño americano” es que el mejor sale parado, con un personaje que parece estereotipado y que quizás en las manos de cualquier peliento, se hubiera convertido en una película olvidable. Pero de la mano de Francis Ford Coppola se convierte en casi un testimonio de vida. En primer lugar, es quizás lo mejor que le he visto a Jeff Bridges como actor. En segundo lugar, es una película sobria, correctamente ambientada y filmada. En tercer lugar, hay que ponerse en los pantalones de Francis y comprender por qué hizo esta peli… En esa época, la bancarrota y tragedias familiares tenían a FFC en una delicada situación. Fue la década en la que comenzó a hacer pelis por encargo, la mayor parte de ellas de dudosa calidad, y parecía que no había por donde recrear el éxito artístico obtenido en los 70 con las dos primeras partes de El Padrino (1972 y 1974) y aquella obra maestra llamada La Conversación (1974). En fin, el asunto es que en los locos 70, Coppola había producido las primeras películas de muchos jóvenes realizadores que buscaban su espacio en Hollywood, entre ellos, George Lucas quien, como buen y agradecido alumno, le devolvió la mano a su mentor para hacer este y otros filmes y fue así como FFC aprovechó la oportunidad de convertir a Tucker en su reflejo; un hombre que lo tuvo todo y que en pos de un sueño, se queda sin nada, pero aún con la esperanza de haber producido algún cambio aunque sea en su círculo más cercano.

Así, la peli se desliza por la pantalla como una hazaña épica pero aún sencilla, con los clásicos dimes y diretes de este tipo de cintas, pero con secuencias y momentos entrañables, en especial el momento del estreno del Torpedo y la salida de la fábrica de los primeros y únicos 50 autos que Tucker alcanzó a construir. Bueno, esto me lleva a la trivia, pues tanto Lucas como Coppola son dueños de dos de los autos Tucker, perfectamente funcionales, así como otros 40 que andan por ahí que se han convertido en objeto de culto para sus dueños (actualmente tienen un costo de 3.000 a 4.000 dólares) y que se han agrupado en una sociedad para celebrar el genio talentoso de Preston Tucker pues muchas de las pioneras innovaciones que introdujo en el Torpedo, aún hoy son utilizadas por las grandes compañías automotrices del mundo.

No es una gran película, pero se nota que está hecha con cariño y su mensaje es capaz de sobreponerse a muchos discursos similares. Vale la pena echarle una mirada y descubrir algunas de las claves del mito Coppola a través de los ojos de Preston Tucker, uno de esos tantos personajes trágicos de la historia gringa que sólo a través de estos pequeños homenajes, podemos dimensionar…

FICHA TECNICA
Tucker, el Hombre y su Sueño
(Tucker, the Man and his Dream)
1988
110 minutos
Dirigió Francis Ford Coppola
Escribieron Arnold Schulman y David Seidler
Fotografía de Vittorio Storaro
Produjo George Lucas
Música de Joe Jackson
Actuaron Jeff Bridges, Joan Allen, Martin Landau, Frederic Forrest, Lloyd Bridges, Elias Koteas, Nina Siemaszko, Christian Slater y varias réplicas de los autos Tucker...

No hay comentarios: