12.08.2012

LAS PELÍCULAS QUE OLVIDAMOS: Las Cosas Cambian (1988)

En uno de aquellos cientos rotativos triples y hasta cuádruples que me tocó presenciar en el desaparecido Cine Gran Vía de Antofagasta (esos que uno terminaba muerto de hambre, con los ojos irritados y el culo acalambrado), me topé con esta pequeña obra maestra dirigida y co-escrita por el gran David Mamet. Y fíjense que la poca gente que conozco que ha visto esta cinta "menor", si se le puede llamar así, han quedado igual de encandilados que yo. Les voy a explicar por qué.

La historia es sencilla a más no poder, pero oculta ternura, emoción y humor a raudales: Gino (Don Ameche), es un zapatero ítalo-americano de rutinaria y tranquila vida. Un día cualquiera, se le acerca un capo de la mafia para pedirle pedazo de favor: que lo reemplace en un juicio por homicidio y pase un tiempo en la cárcel en su lugar. El premio, será cumplir el sueño más grande de Gino, tener un yate para recorrer el mundo. El zapatero acepta el trato y para asegurarse que no escape o se arrepienta, le destinan a un matón de poca monta llamado Jerry (Joe Mantegna) para que lo vigile durante el fin de semana previo al juicio.

Jerry es un delincuentillo con muchas aspiraciones, pero lamentablemente ni la inteligencia ni el valor lo acompañan demasiado. Es por eso que este "encargo" lo toma en un comienzo, de muy mala gana, pero a poco andar y en contraste con su personalidad, comienza a conocer a Gino, un viejo que parece no preocuparse por nada de lo que ocurre a su alrededor y cuya sabiduría popular supera cualquier paradigma científico y filosófico. Es así que, una vez encariñado con Gino, decide que en vez de estar encerrados en la zapatería oculta en pleno Nueva York, ambos pasen un fin de semana de ensueño en Las Vegas antes del día en que Gino deba ir a presentarse ante la justicia...

Lo que pasa de ahí en adelante, se los dejo a ustedes. Mantegna y Ameche forman una pareja actoral perfecta, una dupla que funciona como reloj suizo y era que no, dado que el film se sostiene sobre su interacción joven/viejo, instinto/razón, audacia/observación... Todo ello, por supuesto, aderezado por medidas dosis de inteligente humor al que Mamet nos ha acostumbrado en su filmografía e incluso, desde que se dedicaba exclusivamente al teatro. Los secundarios no se quedan atrás, y ofrecen un panorama delicioso de gringos mafiosos y por otra parte, de personajes humildes con los que uno, de una u ora forma, se encariña de inmediato.

A veces, da bastante bronca que no muchos recuerden películas como esta, sobre todo, cuando el Séptimo Arte, al menos el que adhiere al mainstream, se ha plagado de efectos especiales y humor escatológico. Es por eso que en ocasiones, se hace necesario un breve viaje en reversa para recordar films menores, pero no menos atractivos, como este, en donde personajes sencillos pero bien construidos y un guión sólido y coherente, logran dar forma a una comedia que después de verla, se te queda grabada para siempre en la retina... Personajes y guión, dos elementos tan básicos en la cinematografía , pero que tanto escasean hoy por hoy en nuestra cartelera comercial...

Things Change
1988
100 minutos
Dirigió David Mamet
Escribieron David Mamet y  Shel Silverstein
Música de Alaric Jans
Fotografía de Juan Ruiz-Anchia
Actuaron Joe Mantegna, Don Ameche, Robert Prosky y un reparto plagados de actores de la vieja guardia y otros que a partir de los 90, se hicieron bien famosillos.

De regalo, les dejo una secuencia de la película en donde aparece una aún joven y hasta ese momento desconocida Felicity Huffmann (Desperate Housewives)



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