3.23.2009

Watchmen (2009)... Los superhéroes también se mueren...


Debo reconocer que, hace años, cuando me enteré que algunos desequilibrados mentales pretendían llevar el comic book Watchmen al cine, me emocioné como un cabro chico. Y cómo no. Gracias a mi compadre Pupo había tenido la posibilidad de acercarme al oscuro mundo de Los Vigilantes y saber que por fin se convertirían en personajes tridimensionales, era algo que me sobrecogió.

Después pasé a la etapa del miedo. Era una locura. Una ridiculez ¿A quién se le ocurrió semejante brutalidad? Bueno, entre otros a Terry Gilliam y Darren Aronofsky, quienes formaron parte de proyectos anteriores que no llegaron a buen puerto, hasta que el cacho cayó en manos de Zack Snyder, la mano negra detrás de 300... Un tipo relativamente joven que, a legua, se le nota el gusto por la estética de las viñetas, pero al que consideraba falto de mayor experiencia. Y sépanlo, había que tener cojones para hacerse cargo de Watchemen, especialmente después que el mismísimo y legendario Alan Moore (uno de los cerebros del comic), declaró que no creía que su creación fuera filmable.

En fin, después de más de una década de partidas de caballo inglés, abandonos, dimes y diretes y muchas dudas, Mr. Snyder se hizo cargo de esta guagua no muy deseada. Y el producto, desde mi punto de vista, fue más de lo que esperaba, pero menos de lo que podría haber sido.

Dejemos de lado el comic para centrarnos en lo que se ve en pantalla. Los créditos de la peli nos dan a conocer parte del pasado de los Watchmen y de sus antecesores, los Minutemen. Sabemos que estamos en 1985 y que la existencia de superhéroes (algunos de ellos con verdaderos poderes, otros simplemente seres muy hábiles e inteligentes) ha alterado algunos hechos históricos. Estados Unidos triunfó en Vietnam gracias a la participación del Dr. Manhattan (Billy Crudup), antes conocido como Jon Osterman, y el presidente Nixon va para su cuarta reelección. En este ambiente, el agente secreto Edward Blake (Jeffrey Dean Morgan) es brutalmente asesinado en una secuencia de antología. El misterioso Rorschach (Jackie Earle Haley) llega hasta el lugar del crimen pues sabe que la identidad secreta de Blake era la de El Comediante, un miembro más de los Watchmen. Sospechando una vendetta en contra de sus compinches, comienza a contactarlos para darles a conocer sus temores, aún sabiendo que reunirse con ellos puede acarrearle graves consecuecias pues desde hace años, sus actividades han sido prohibidas y en cierta forma, están fuera de la ley. Es así como contacta a Night Owl (Patrick Wilson) que más parece un conformista veterano de guerra; Silk Spectre (Malin Akerman), la única mujer del grupo que está viva y que aunque está junto a Manhattan, no tiene una vida sentimental nada de agradable; y a Adrian Veidt, antes conocido como Ozmandyas (Matthew Goode), el único que dio a conocer su verdader personalidad al público y que se ha convertido en un potentado y reconocido empresario gracias a que también es "el hombre más inteligente del mundo".

Al mismo tiempo, un inminente enfrentamiento con la Unión Soviética desata otra línea de acción, que también se entrelaza con los flashbacks que nos muestran antecedentes de la evolución no sólo de estos equipos de heroicos defensores, si no que también de las personalidades particulares de cada uno, abriendo los ojos del espectador a las virtudes pero por sobre todo a los defectos de cada uno de ellos, sus psicopatologías y sociopatías desarrolladas tras décadas de ser testigos de lo más bajo de la raza humana.

Es en estas líneas que se desarrolla Watchmen. La estética es alucinante y de verdad se agradece el trabajo de fotografía que logra acercarse bastante al comic book. Pero hay ciertos importantísimos puntos de la traslación a la pantalla grande que se pierden, especialmente los flashbacks con que conocemos el pasado de cada uno de los personajes principales. Y si bien la historia "actual" se desarrolla correctamente, los ripios que se encuentran son producto de la débil exploración de la historia de estos humanos superhéroes.

Los que vayan en busca de una película de acción, perderán el tiempo. De que la hay, la hay, per en dosis medidas. El guión se centra más en los conflictos internos de cada uno de los personajes, ahondando en sus filosofías de vida, el peso de sus máscaras, el desprecio por la vida humana, sus no siempre heroicas motivaciones... Los mejores momentos de la película están justamente en las elucubraciones espúreas de Rorschach, los discursos volátiles del Dr. Manhattan y las palabras frías y desencantadas de Ozmandyas y El Comediante. Pero sí, las secuencias de acción igual están de chuparse los dedos por si quieren saberlo.

Mención a parte merece la selección de casting. El parecido entre los actores y los dibujos del comic es notable y bien logrado, además de una banda sonora y música incidental que acmpañan y elevan ciertas escenas a niveles de emoción insospechados.

En parte, Moore tenía razón. Era casi imposible llevar Watchmen a la pantalla grande. Pero el esfuerzo de Snyder y compañía bien valió la pena. No es una película redonda y para quienes leímos el comic, cojea en varias partes, pero el intento se agradece... y funciona. No perfectamente, pero funciona y se levanta como una película relativamente memorable, con una visual más que interesante, personajes bien estructurados aunque imcompletos, y llevdera aún con sus casi tres horas de duración. Con algunas reticencias, recomendable, pero sólo para cierto público...

LA PELICULA
Los Vigilantes
(Watchmen)
2009
162 minutos
Dirigió Zack Snyder
Produjeron Lawrence Gordon, Lloyd Levin y Deborah Snyder
Escribieron David Hayter y Alex Tse, basados en la novela gráfica homónima de Alan Moore y Dave Gibbons
Fotografía de Larry Fong
Editó William Hoy
Música de Tyler Bates
Actuaron Billy Crudup, Malin Akerman, Jackie Earle Haley, Patrick Wilson, Jeffrey Dean Morgan, Matthew Goode, Carla Gugino, Matt Frewer y un montón de secundarios que nadie conoce...

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