12.30.2008

Los Doce del Patíbulo (1967)… ¡Esas eran películas de guerra!


Aunque en una época un tanto snob de mi vida, desprecié y rechacé el cine de acción, el tiempo me hizo madurar y darme cuenta que hay películas buenas, excelentes y soberbias en cada género. Y Los Doce del Patíbulo es una de esas películas de acción, guerra y balazos que aún sorprende.

Pero vamos por partes. La maquinaria gringa ha sido la única capaz de convertir al género bélico en una apología que incluso, por muchos años, les sirvió como propaganda pro capitalista, por lo tanto, la mayor parte de sus productos, hasta promediar los 70, era de bastante baja y dudosa calidad con algunas honrosas excepciones. Los Doce del Patíbulo es una de esas excepciones, aunque no por los motivos por los que generalmente una película de guerra lo es, es decir, no es una cinta antibélica, muy por el contrario, en la época fue criticada por su extremada violencia. Tampoco se trata de una película que filosofe sobre los efectos sicológicos de un conflicto armado. No es una cinta que aborrezca a los comandantes, generales, presidentes que por intereses políticos sacrifican la vida de millones de personas y ni siquiera tiene el contenido sarcástico de aquella obra maestra que es Dr. Strangelove. No. Los Doce del Patíbulo se pasa por el trasero todas aquellas observaciones y se dedica exclusivamente a la acción, pero de la buena, bien dosificada, explosiva, emocionante, con algunos toques de humor negro, buenas actuaciones y una edición salvajemente bien concebida.

No extraña, en todo caso. Dirigió Robert Aldrich, un tipo que durante toda su carrera, entre los 50 y los 70, se especializó en cine de corte comercial, en películas de acción, algunos pololeos con el terror y unos pocos dramones. Entre sus logros destacan cintas como Apache (1954), El Último Atardecer (1961), la famosísima ¿Qué Pasó con Baby Jane? (1962) de la que fue director y productor, y la primera versión gringa de The Longest Yard (1971) que ha tenido una infinidad de remakes, la mayoría de ellos bastante indignos. Es en la cúspide de su carrera, que Aldrich toma la dirección de Los Doce del Patíbulo, centrándose en la figura del Mayor Reisman (Marvin), un tipo duro y fogueado, experto en guerrillas, al que se le encarga liderar un comando que tiene como fin una misión suicida en el corazón de un asentamiento nazi. Como la misión es suicida, se le ordena escoger para su escuadrón sólo soldados que por diferentes motivos disciplinarios están pagando algún tipo de condena en a cárcel militar: un tipo que fue miembro de la mafia, un ex oficial con problemas disciplinarios, una fanático religioso, un negro activista… en fin, un lote variopinto del que Reisman se convierte en comandante y mentor, rescatando lo mejor de las cualidades de cada uno de sus impetuosos subalternos y cuando él y la audiencia ya se han encariñado bastante con el dispar equipo, éstos deben partir a cumplir con su misión que, cosa rara en el cine mainstream, tendrá algunos giros bastante sorprendentes.

A pesar de su superficial sencillez, la película igual toca temas como el patriotismo, el racismo, el individualismo y la redención. Ya dije que no filosofa demasiado sobre estos tópicos, pero le da cierto peso al guión y contribuye a justificar la misión final y el tiroteo consecuente.

Hay que reconocer que esta maravilla de cinta bélica tuvo secuelas horribles, la primera de ellas de 1985 en la que, lamentablemente, Marvin fue otra vez protagonista. Mejor no hablar de ciertas cosas. Prefiero quedarme con el original, una película de guerra de aquellas, bien hecha, sin mayores pretensiones, ideal para ver a cualquier hora, cualquier día y que se ha convertido en toda una obra maestra del género, no sólo gracias a sus tres nominaciones al Oscar en esa época (Mejor Actor Secundario para Cassavetes, Mejor Edición y Mejor Sonido) y por un reparto que incluyó a los machos recios más cotizados de la época si no que, creo yo, por levantar la figura de Marvin como tipo rudo pero con corazoncito. Inolvidable.

LA PELICULA
Los Doce del Patíbulo
(The Dirty Dozen)
1967
145 minutos
Dirigió Robert Aldrich
Escribieron Nunally Jonson y Lukas Heller, basándose en la novela de E.M. Nathanson
Produjeron Raymond Anzarut y Kenneth Hyman
Editó Michael Luciano
Música de Frank De Vol
Fotografía de Edgard Scaife
Actuaron Lee Marvin, Charles Bronson, John Cassavetes, Telly Savalas, Donald Sutherland, Richard Jaeckel, Ernest Borgnine, Robert Ryan, George Kennedy, Trini López y una larga lista de extras con pinta de nazis...

12.23.2008

Tommy (1975)… La madre de las Operas Rock en el Cine


No es muy fácil hablar de Tommy, la obra que su mismo director, Ken Russell, ha llamado “la única ópera rock de la historia del cine”. Cierto o no, la película es un manjar, un deleite audiovisual como pocos y señera en muchos sentidos, algo así como El Acorazado Potemkin de las óperas rock o de la generación del LSD, junto con el monumental documento musical y sensorial que es Woodstock.

Uniéndose a la andanada progresiva y conceptual de la época, los muchachos de The Who, liderados por el guitarrista Pete Townsend, se despacharon un discazo doble titulado Tommy en 1969, en el que a través de una serie de canciones pobladas por diversos personajes y situaciones, cuentan la historia de Tommy (la voz de Roger Daltrey), un muchacho que luego de presenciar el asesinato del amante de su madre en manos de su padre, se vuelve a si mismo ciego, sordo y mudo, convirtiendo su interior en un complejo mundo sensaciones y expresándose externamente sólo a través del pinball o flipper, como es más conocido por estos lares. Una serie de acontecimientos, lo llevan a recuperar milagrosamente sus sentidos y a convertirse en una especie de mesías seguido por miles de seres humanos que juran que el cerrarse al mundo exterior es la pomada de la nueva era.

Esa es la base del disco y de la película. Pero Russell hizo algunos cambios al momento de hacer el guión, para darle un giro más dramático a las acciones y por supuesto, acompañado por los muchachos de The Who, creó un mundo estrafalario y desbordante para rodear las avanzadas composiciones de la banda. Usando al mismo Daltrey como protagonista, el film sigue el camino de este muchacho que se niega a sentir, sus paseos por diferentes iglesias paganas en busca de una cura, la codicia de su madre y padrastro quienes descubren en su talento para el pinball una veta de oro; las alucinaciones de Nora Walker (Ann Margret), la madre de Tommy y la conversión del muchacho en una especie de profeta lisérgico y un gran final en donde la música, así como en toda la película, ocupa un lugar de privilegio, convirtiéndose en la varita mágica que da sentido y vida a la desbordante imaginería de Russell y de los chicos de The Who que, por esos años, estaban en la cima de su creatividad.

Entre los personajes, destaca Elton John como el Local Lad, rey del pinball antes de la llegada de Tommy; Oliver Reed como el aprovechador padrastro y Tina Turner como la Reina del Ácido, uno de los personajes que intenta sacar a Tommy de su mutismo. Entre las secuencias, el surgimiento de la iglesia de Tommy, la visita al seudo profeta (Eric Clapton) que propicia el culto a Marilyn Monroe y por supuesto, las volátiles secuencias de Tommy frente a los espejos, en los cuales parece reconocer su reflejo a pesar de la ceguera de desconocidas causas que lo afecta. No hay mucho que criticarle a Russell respecto de la adaptación que hizo del álbum. Si bien el orden original de las canciones es alterado para darle mayor dinamismo a la historia, no hay un diálogo o palabra que no sea cantado, respetando así el concepto original. Bueno, no sorprende tanto, considerando que gran parte de la filmografía de Russell está consagrada a grandes músicos (incluyendo la alocada Lisztomania, con Daltrey como protagonista y musicalizada por Rick Wakeman, el teclero más famoso de Yes), pero que quizás es más reconocido por los freakies del cine por haber dirigido la extravagante película de sci fi Estados Alterados, un alucinante viaje en reversa al original, instintivo y violento ser humano de comienzo de los tiempos.

Criticada y alabada por partes iguales, lo cierto es que Tommy es un ícono en la historia del cine y la música. Quizás las palabras de Russell que mencioné en el primer párrafo suenen soberbias, pero con la perspectiva de este tiempo, si no es la única sí tiene el honor de ser la primera ópera rock de la historia de cine, antecedente directo de The Wall y un hito para todos aquellos fanáticos del cine y la música por partes iguales.

No sería la única obra de The Who llevada al cine. Años después, sería el turno de Quadrophenia, aunque no con el éxito de Tommy, una de esas obras que marcaron con fuego la historia de la música rock y gracias al talento de Ken Russell en combinación con el de Townsend y compañía, también la historia del cine.

Me voy a ahorrar los datos del disco y de la película porque son enormes y cada edición de los discos en diversos formatos incluye o excluye temas, así es que si quieren saber detalles del disco pinchen acá y para la ficha técnica completa de la película, aquí.

Saludos a todos y Feliz Navidad y Año Nuevo!!!

LA PELICULA
Tommy
(Tommy)
1975
111 minutos
Dirigió Ken Russell
Escribieron Ken Rusell y Pete Townsend, basado en el disco homónimo de la banda The Who
Produjo Robert Spottiswoode Organization
Editó Stuart Baird
Música de Pete Townsend
Fotografía de Rick Bush y Ronnie Taylor
Actuaron Roger Daltrey, Ann Margret, Oliver Reed, Elton John, Tina Turner, Jack Nicholson, Eric Clapton, Pete Townsend, John Entwisttle, Keith Moon y un montón de extras en ácido...

12.22.2008

A MÉLIÈS CON CARIÑO: Highlander


Como crear un mito moderno con una película que nadie quería hacer.

Título Original: Highlander
Año: 1986
Director: Russel Mulcahy
Escrita por: Gregory Bilden, Larry Ferguson y Peter Bellwood
Reparto: Christopher Lambert, Sean Connery, Clancy Brown, Roxanne Hart y una manga de locos con espadas.

Bueno, como principio, unas disculpas por haberlos tenido botados durante tanto tiempo pero tuve que no solo cumplir mis deberes laborlaes sino, unos insospechados deberes de enfermero. Así que tratando de hacer la pega más corta decidí escribir acerca de una película de fantasía y que tiene algo de música rescatable que dicho de paso estuvo de moda hace un mes porque vino Queen (o lo que quedaba) y... juntando todo, paf.. Hihglander.
Yo me demoré mucho en poder ver esta película, no sé por que, a mi como que me tincaba una peli y era típico que me entraba la obsesión y siempre pasaba algo que no la podía ver y me demoraba años en verla. Incluso la arrendé en video pensándola ver un día de vuelta del colegio pero mi querida madre vio el vhs y pensó que había que devolverla y lo hizo sin que yo la viera. Ni modo, un día la vi y la verdad no quedé rayando la papa de que me creía inmortal ni nada, sino que solo la encontré entrete y listo, luego vinieron las horrorosas secuelas y perdí todo aprecio  por esta película hasta que en medio del cable, oh dios, alabado seas por el cable...un día la vi y le encontré un gustillo así como a vino bien añejado y como que la pude disfrutar mucho mejor.
La historia, es bastante intrincada, se cuenta que desde el inicio de la humanidad han vivido entre medio de nosotros una raza de hombres (masculinos, viriles y peludos...o sea, no mujeres) inmortales, que arrastran esta bendición..o maldición, depende desde donde se le mire, junto con su experiencia y que tienen la misión de matarse unos a otros, obviamente la muerte solo puede llegarles de una forma especial, esta es..decapitados y quien quede último pues recibirá un premio. La narración sigue a Connor McLeod, (Lambert) un escocés del siglo 15 que está en Nueva York, en el presente porque es allí en donde se va a realizar la última reunión de los inmortales en que solo quedará uno, obviamente tiene una contraparte malvada llamada Kurgan (Clancy Brown) que le tiene sangre en el ojo, le mató al maestro Ramirez (Connery), violó a su mujer, claro que el pobre McLeod lo supo 400 años después y más encima fue el primero en clavársela a McLeod de lado a lado..la espada, por supuesto. Interesante ojo de los porductores que pudieron haber situado la reunión en una ciudad piñufla en Marruecos, no sé, peor bueno, Nueva York la lleva para destruirla con iguanas gigantes, invasiones extraterrestres, meteoritos, innundaciones, marineros gigantes de malvavisco y aviones de pasajeros que chocan con sus edificios.
La películita esta era pobre, pobre,pobre. Tanto así que solo les alcanzó la plata para un actor famoso, que era Sean Connery, pero solo les alcanzó para pagarle una semana, así que Sir Sean, rodó todas sus escenas en una sola semana, el mismo actor no lo creía posible y le apostó al director a que le cobraba menos si lograba cumplir la meta de una semana y bueno..ganó el director y Mr Connery le cobró menos..lo que alcanzó para pedirle a otros ingleses que pusieran su creatividad en la película, el grupo Queen.
Después del soberano guatazo de "Flash Gordon", con banda sonora de Queen y "Duna" con banda sonora de Toto, Brian May y compañía como que no estaban muy seguros de hacer nuevamente la banda sonora de una película porque la banda sonora podía ser buena pero si a la película le iba mal, el disco no funcionaba tampoco. Pero, revisando la película la encontraron digna de su música pero tampoco fueron tontos, la banda sonora la lanzaron dentro de un álbum, "A kind of Magic" que incluye temas que no aparecen en la película y que fue uno de los más exitosos de la banda en los 80, con la gira más groseramente extensa que una banda haya hecho hasta ese momento y que tiene el record de espectadores en un solo lugar (aproximadamente un millón de personas en Rumania).
Esto contrastaba con el escualido presupuesto de la película, de hecho cometía el horror (para esa época) de rodar prácticamente todo en locaciones, algo ya impensado para una industria acostubrada a tirar todo a los estudios, claro que así los dueños de los estudios cobraban lo que querían y quedaban de dueños de toda película que se hacía. Lo que pasa, es que el director era solo conocido en Australia por alguna que otra película menor, como Razorback (notable) aunque cuando era un nobel cineasta se había ganado un lugar en el olimpo del arte audiovisualy la cultura pop  al dirigir el primer video clip transmitido por MTV "video killed the radio star" de "The Buggles". Este tipo después no ha hecho gran cosa, mucha tv, harta serie y una que ora película taquilla como  "La Sombra"y la reciente "Resident Evil, Extinción".
Aparte de la premisa, que de por sí es bastante entretenida (personalmente a mi me encantaría arreglar mis discusiones a sablazo limpio) lo que hace atractiva la película es su dinámico montaje, que no solo evita mostrar la pobreza de la producción sino que además le entrega ritmo y dinamismo a la historia, a la vez de ir dilucidando no solo el pasado de este escocés misterioso sino que también crea el ambiente propicio para que el duelo final se sienta como épico, cuando no es más que dos locos peleando con espadas. Es así como el personaje de Sean Connery entra en forma secundaria a robarse toda la película, aunque sufre la maldición del maestro ..es decir muere antes de tiempo y le entrega la mejor lección de todas a su aprendiz, tal como Obi Wan en Star Wars, Yaga en los Thundercats, Gandalf en La Comunidad del Anillo, Dumbledore en El Principe mestizo (sorry si les embarré la película a los que no leyeron el libro) y un largo etc. Ramirez se encuentra omnipresente en toda la película y no como un fantasmita azulado que le da consejos, no no no, sino como una presencia ética que maneja el comportamiento de McLeod en el futuro, además de estar siempre en las manos de McLeod como la hermosa espada japonesa mil veces forjada.

La leyenda de Highlander no nace con esta película, sino con sus horribles secuelas, su patética serie de Tv y sus mutantes Spin off que no solo se contradicen unas con otras (Ramirez vuelve a la vida en la 2da parte y se comete la aberración de decir que los inmortales eran extraterrestres que en la tierra erna inmortales, dicha parte nunca ocurrió para la 3era película, y en la 4ta parte aparece Duncan el primo de la serie que durante 500 años nunca estuvo pero justo aparece antes que Connor muera, haciendo inexistente la primera película..para que hablar de la serie que luego derivó en Highlander, The Raven que se pasa por la raja el hecho que las mujeres no puedan ser inmortales y colocan una guapa actriz con el carisma de una puerta mal cerrada a decapitar a otros inmortales y una serie animada seudo futurista con la estética de Espartaco y el sol bajo el mar pero sin la profundidad mística de esa o la acción y el ritmo de Highlander...etc, etc, etc). A esta película le pasó lo que pretendía Andy Warhol con sus pinturas pop art, reiterar hasta convertir en no-arte, una obra de arte, destruir el concepto de belleza al reiterar hasta el cansancio algo visto, es así como esta películita pobre agarra valor, al ver sus malos remedos posteriores, ahí uno se da cuenta que lo original siempre es mejor (Ahí tiene Coppolla, ya sabes que hacer con tu padrino III).
La serie dejó mucho loco rayando la papa, incluso un australiano salió cocido como tagua un año nuevo a las calles de Sydney con una espada desafiando a cuanto gallo se le cruzara a un duelo en el que el primero se cortaba la cabeza ganaba, solo lo metieron preso y lo mandaron al siquiatra pero quien sabe, ojo con algún tipo que use abrigo largo en estas fechas, puede ser un pervertido..o un inmortal ocultando su espada.

12.19.2008

Cuando los Dinosaurios Gobernaban la Tierra IX

Neuschwanstein – Battlement (1978)

Hacía tiempo que tenía ganas de comentar este disco. Quizás no es la mejor época de año, ustedes ya saben, navidad y todas esas cosas melosas. Incluso pensé en hacer una especie de recopilatorio de canciones prog o alternativas de navidad (las primera que se me vienen a la mente son las de Jethro Tull, EL&P y por supuesto, Christmas Sucks! de Peter Murphy y Tom Waits), pero opté por sacarme el empacho y homenajear a esta pequeña y desconocida joyita del progresivo alemán.

¿Criticable? Sí. Las semejanzas con el Genesis de Peter Gabriel son enormes e innegables. Pero el único álbum que alcanzó a sacar esta banda prog alemana tiene sus gracias. Muchas. Y bastantes especiales. Comenzando por la actoral voz de Frédéric Joos, los excelentes arreglos y solos de teclado, las maravillosas y progresivas composiciones de largo aliento que ocupan gran parte del disco, y aquella constante sensación poética que cruza todo el álbum, de comienzo a fin, desde los primeros medievales acordes de Loafer Jack (una bellísima y poética canción, con una dulce melodía de flauta que marca los tiempos), hasta el épico cierre instrumental de Zärtlichter Abschied. Un todo complejo, armónico, redondo, muy sinfónico y bastante nostálgico a estas alturas del partido.

Alguien en ProgArchives comentó que quizás este disco suena como hubiera sonado Genesis si Peter Gabriel y Steve Hackett no se hubieran ido. Verdadero y falso. Las semejanzas son obvias, pero creo que los muchachos de Neuschwanstein tenían su propio estilo, su propia fuerza e inspiración. Son capaces de generar segmentos tan heavy como atmósferas volátiles que recuerdan justamente la figura del castillo de ensueño en que se inspiró la banda para su nombre que, por cierto, es más que evocador.

Si usted es fanático o fanática del prog, este disco será de su completo agrado. Las maravillosas, sinfónicas y atmosféricas introducciones de Intruders and the Punishment, Beyond the Bugle y Battlement son para poner los pelos de punta. Las progresiones dentro de cada tema están muy bien hechas y se escuchan sólidas gracias al talento de cada uno de los músicos de esta banda que quizás tuvo la mala fortuna de lanzarse en una época para nada propicia, teniendo en cuenta la onda musical popular del momento. Quizás por eso el legado de una sola pieza musical de envidiable calidad artística, banquete para cualquier oído fino y amante de la buena música. Ojo y oreja con el tema que da nombre al disco, una maravillosa pieza, muy simple pero aún así emocionante.

Se los dejo como tarea para la casa. Lo van a disfrutar de comienzo a fin, de eso, no me queda duda…

EL DISCO
1.- Loafer Jack (4:42)
2.- Ice with Dwale (4:14)
3.- Intruders and the Punishment (7:34)
4.- Beyond the Bugle (7:31)
5.- Battlement (7:05)
6.- Midsummer Day (7:42)*
7.- Zärtlicher Abschied (5:42)

*Sólo en la edición del CD

LA BANDA
Frédéric Joos / voces, guitarra acústica
Thomas Neuroth / teclados
Klaus Mayer / flauta, sintetizadores
Rainer Zimmer / bajo, voz en Battlement
Roger Weiler / guitarra eléctrica
Hans-Peter Schwarz / batería, excepto en Loafer Jack (Hermann Rarebell)

DATOS DE CD
Musea FGBG 4063AR

12.16.2008

Mortalmente Parecidos (1988)… Otra gracia de David Cronenberg


La primera vez que vi esta película fue en el desaparecido Cine Gran Vía de Antofagasta. Fui junto a Adriana Zuanic, que también alababa el cine de David Cronenberg, un canadiense de mente retorcida y bastante aficionado a lo grotesco de los órganos, a la decadencia de la carne, al complejo modus operando de la mente humana al momento de infiltrarse en ciertas zonas oscuras y difusas de los terrores más profundos y primigenios que continúan siendo los mismos, sin importar cuánta tecnología, evolución y avances nos hagan pensar lo contrario.

Desde sus inicios el cine de Cronenberg ha tenido que ver con estos tópicos, con la obsesión, la caída, el miedo, el paroxismo psicológico… No el miedo ese se sobresaltos, sangre gratuita y alaridos femeninos a medianoche. El canadiense va más allá, y aunque utiliza escenas de fuerte contenido, sabe cómo y cuándo lanzarlas, convirtiéndolas en exquisitos momentos de clímax. No es miedo ese de películas de adolescentes. Es un miedo mucho más parecido al verdadero horror con algunas dosis de asco y rechazo visceral. Sí, porque en Cronenberg encontramos lo peor del ser humano, sus acciones más aberrantes, sus pasiones más bajas e indignas. Y Mortalmente Parecidos no es la excepción. Es más, personalmente la considero una de sus obras cumbres. Les explico por qué.

En primer lugar, la increíble actuación de Jeremy Irons en el doble papel de los gemelos Eli y Bev Mantle. A poco andar, el espectador ya olvida que es un solo actor y de verdad siente que está en frente a dos personajes totalmente diferentes, obra y gracia del talento de Irons que se desenvuelve como pez en el agua en el rol de ambos médicos ginecólogos cuya vida de lujo y elegancia es decorada por constantes amoríos con hermosas mujeres que comparten sin que ellas se den cuenta. La razón es que mientras Eli es canchero y entrador, Bev es más bien retraído y silencioso. Todo bien hasta la aparición de la actriz Claire Niveau (Génevieve Bujold) de la que Bev se enamora perdidamente, cayendo también en el consumo de pastillas a los que la mujer es aficionada. Este hecho será el que comenzará a desencadenar una serie de hechos que llevarán a Bev a creer que atiene mujeres de úteros y trompas mutantes y a Eli a pensar que la única forma de sacar a su hermano de aquel calvario, es sumergiéndose también en él.

La fotografía es de ensueño. Da la impresión que cada plano es una viñeta perfectamente encuadrada. No hay absolutamente nada que ensucie la prístina imagen de ambos hermanos, lo que en cierta forma nos da la impresión de estar viendo constantemente un quirófano en donde los personajes son meros sujetos de experimentación. Es esa superficial frialdad la que permite observar con más claridad y adentrarse con mayor libertad en la caída de ambos médicos, mientras algunas escenas de antología nos estremecen en nuestras butacas: Eli recordando la historia de los siameses Chang y Eng; ambos ginecólogos bailando juntos en la sala del apartamento, sólo separados por el cuerpo de una mujer que danza entre ellos; Bev bajo la ducha del baño, totalmente drogado y alejado de la realidad…

Cronenberg no deja nada al azar. Cada diálogo, cada escena, cada pisada parecen ser calculadas con frialdad. Nada falta y nada sobra, como una sinfonía perfecta acerca de la decadencia de ambos hermanos, interpretada magníficamente por cada uno de los actores y el equipo técnico que, vale la pena recordar, es casi el mismo que trabaja con él desde sus primeras películas, a excepción del director de foto, Peter Suschitzky, cuyo mayor logro hasta la fecha había sido Star Wars Episode V: The Empire Strikes Back y que desde esta película trabaja codo a codo con Cronenberg.

Es un manjar, no hay duda alguna. De comienzo a fin es una película cabezona, densa, que te sumerge en un mundo extraño, un tanto ajeno, pero aún creíble y espantoso. Sin abusar de efectos y apoyándose sobre las soberbias actuaciones de Irons y la Bujold, sobre un tratamiento fotográfico envidiable y en los hombros de diálogos sólidos, Mortalmente Parecidos es una de esas joyitas que todos deberían ver y tener en su colección y como película de cabecera. Bueno, como casi toda la filmografía de Cronenberg…

LA PELICULA
Mortalmente Parecidos
(Dead Ringers)
1983
115 minutos
Dirigió David Cronenberg
Escribieron David Cronenberg y Norman Snider, en base a la novela Gemelos de Bari Wood y Jack Geasland
Produjeron Marc Bolsom y David Cronenberg
Editó Ronald Sanders
Música de Howard Shore
Fotografía de Peter Suschitzky
Actuaron Jeremy Irons, Genevieve Bujold, Heidi Von Palleske, Barbara Gordon, Shirley Douglas, Stephen Lack, Nick Nichols, Lynne Cormack y varios extras canadienses a los que ni se les ve la cara…

12.12.2008

ESPECIAL ANIVERSARIO: Caracortada (1983)


25 años de balas, drogas y mal genio…

No son muchas las películas que tienen su celebración de aniversario, con ediciones especiales, fiestas, presentación festival en TV cerrada, notas de prensa y otras tantas minucias que conmemoran el estreno de uno de esos escasos filmes que marcan época, que se convierten en cine de culto, que se impregnan en retina y cerebro de los fanáticos; esas raras obras que por diversas razones merecen un espacio que las festeje, que recuerde su grandeza, sus secuencias eternas, sus actuaciones memorables… en fin, son excepciones, la mayor parte de ellas, provenientes de Hollywood. Era que no, si los gringos también aprovechan de mercadear con estas celebraciones y ponen a estos filmes en vitrina con ediciones remasterizadas, escenas nunca vistas, cortes del director, juegos de video, venta de tazones, poleras, cucharas, encendedores, loncheras, muñecos… lo que sea con tal de aprovecharse de las circunstancias y del fanatismo de los cinéfilos fundamentalistas.

Caracortada es una de esas escasas obras. Este mes celebra 25 años de su estreno y no han sido pocos los medios que han recordado, por una parte, la conflictiva imagen del matón y traficante cubano Tony Montana (Al Pacino), imagen aún vigente del nuevo mafioso pero que le cae en gracia al público a pesar de las brutalidades que comete para obtener sus nefastos objetivos. Y es en base a esto mismo que también se recuerda la soberbia actuación de Al Pacino, el icónico actor ítalo americano que se metió a estudiar teatro con Lee Strasberg para combatir la depresión. También se le recuerda por el impresionante tiroteo final y las famosas frases “say hello to my little friend” y “the world is yours” para representar en cuatro sencillas palabras las ansias de poder de Montana, y por la descarada utilización de la palabra “fuck” (y casi todas sus acepciones) más de doscientas veces en la cinta. Es decir, la depreciada “F word” es mencionada en promedio, más de una vez por minuto.

El auge y caída de Tony Montana en la pantalla grande sirvió y aún sirve para criticar la violencia excesiva en el cine. Es parte fundamental de la historia del celuloide y es uno de los platos obligados para cualquier fan de las películas de acción, de mafia, de las grandes actuaciones, de los momentos más épicos del Séptimo Arte. Si, de acuerdo, deja a los inmigrantes cubanos como chaleco de mono, la policía apenas forma parte de este mundo y es bastante corrupta; muchos personajes son infantiles caricaturas y no siempre la banda sonora acompaña bien la cinta. Pero qué importa si en el guión tienes a Oliver Stone haciendo sus primeras armas luego de Expreso de Medianoche, si como director está De Palma que, diablos, sabe jugar con los tiempos y el suspenso como pocos. Qué importan las críticas cartuchas y los pequeños detalles si casi no sientes las tres horas que dura la cinta, entre balazos, kilos de droga (notable la escena de Montana con la cara hundida en un cerro de coca), traiciones, celos, venganza… todos los ingredientes que bien manejados, pueden convertir una mierda de cinta en una obra maestra. Sí, porque en Caracortada nada es gratuito, cada splat, cada garabato, cada diálogo encaja de manera casi perfecta en el ascenso, decadencia y muerte de uno de los mafiosos inmortales de la historia del cine, eso sin contar con que por primera vez, se mostró a gran escala el submundo de las drogas manejadas por latinos, dejando de la lado la ya desteñida y de capa caída mafia ítalo americana…

No hay que olvidar que este Scarface se basó en la obra del mismo nombre realizada por Howard Hawks en 1932, otra obra maestra, protagonizada por Paul Muni en el rol del mafioso Tony Camonte, cinta también criticada por su violencia y por desprestigiar a los “honestos” hombres de negocios que llegaban en esa época, desde la vieja bota a Estados Unidos. Y aunque podríamos extender los paralelos entre ambas cintas, lo cierto es que Stone y De Palma se la jugaron por hacer una obra fresca, adaptada a los nuevos y violentos tiempos que los gringos vivían a comienzos de los 80, algo así como un Miami Vice pero mucho más cruel y hasta realista, sin desmerecer la serie de aquel geniecillo que es Michael Mann, pero hay que reconocer la desfachatez de De Palma y Stone para lazar en aquella época bastante conservadora (y con muchas trabas de por medio) una película del calibre de Caracortada, que bien merecida se tiene un celebración de bodas de plata a un cuarto de siglo de su estreno. Una peli imperdible por donde se le mire y muy necesaria para comprender y explicar la historia del Séptimo Arte. Nos guste o no…

LA PELICULA
Caracortada
(Scarface)
1983
170 minutos
Dirigió Brian De Palma
Escribió Oliver Stone
Produjeron Martin Bergman, Peter Saphier y Louis A. Stroller
Editaron Gerald B. Greenberg y David Ray
Música de Giorgio Moroder
Fotografía de John A. Alonzo
Actuaron Al Pacino, Michelle Pfeiffer, Robert Loggia, Mary Elizabeth Mastrantonio, Steven Bauer, F. Murray Abraham, Paul Shenar, Harris Yulin, Ángel Salazar, varios ítalo-gringos tratando de pasar por latino y uno que otro latino de verdad…

12.09.2008

Cuando los Dinosaurios Gobernaban la Tierra VIII


Jon Anderson – 3 Ships (1985)

No tengo espíritu navideño, definitivamente. Soy bastante amargado en ese sentido y hay poquísimos detalles en esta época de consumismo compulsivo que me hacen, hasta cierto punto, empaparme del alma babosa, mendicante, insulsa, sosa y hasta incolora de la época.

Ya lo dije, soy un amargado de mierda, pero esta pequeña joyita musical me toca un poco el corazoncito rancio que tengo. Sí, porque entre sintetizadores ochenteros, samplers de coros, letras lambisconas y un increíble olor a “paz y amor”, el disco 3 Ships de Jon Anderson convence y hasta conmueve por momentos. No es una obra maestra, pero su sentimentalismo calza perfectamente con la época. La idea es sencilla, pues el disco no es más que una suma de covers de villancicos tradicionales liderados por la siempre dulce voz de Anderson que en esta ocasión es acompañado por algunas “madres” de la música, de los más variopintos géneros, haciendo de este disco una extraña pieza de colección: el productor de Queen, Roy Thomas Baker, Frankie Banali (batero de Quiet Riot), R.J. Parnell (Spinal Tap), Elliot Easton (The Cars), el mismísimo Trevor Rabin y la cantante gospel Sandra Crouch ¿Qué sale de todo esto? Un producto irregular, pero con ciertos momentos sublimes, entre los que destacan las explosiones corales de 3 Ships, Oh Holy Night y How It Hits You.

Los arreglos son decentes. La voz de tío Jon se escucha digna, pura, angelical. Las bases electrónicas muy en la onda Cars, Flock of Seagulls o Yazoo, a veces destiñen, pero si nos ubicamos en la época del disco… igual salvan. De todas maneras, un bonito disco navideño para nostálgicos, bien hecho, mamón, pero entretenido y hasta emocionante. Por lo menos, se atreve a darle una vuelta de cuerda a los manoseados villancicos y hace que suenen diferentes, más vivos y hasta atractivos para el pobre tipo que ya está hastiado de tantos coritos sin sabor y arreglos demasiado añejos. Por ese lado, el valor de esta obra que bien puede morir en el olvido, pero que de todas maneras se sostiene y logra flotar en una época que más que por lo tradicional, se caracteriza por la repetición agotadora de cánones, estética y manierismos descaradamente comerciales y abrumadoramente aburridos.

Traten de conseguírselo. No es para cortarse las venas, pero se salva, más aún considerando la irregular discografía de Anderson como solista que teniendo puntos altísimos con álbumes como Olias of Sunhillow y Song of Seven, en general se da vueltas en melodías lateras, letras ridículamente optimistas y coqueteos con el pop que si bien son de agrado de muchos, a mí no me llegan demasiado. Pero en fin, para qué pelar tanto a Anderson si es una de las voces más maravillosas de rock y en especial del prog.

De todas maneras, un disquito que rompe la monotonía de esta fecha. Y si tiene niños, créame que van a prender al tiro con este álbum…

EL DISCO
1.- Save All Your Love (1:23)
2.- Easier Said Than Done (4:14)
3.- Three Ships (3:42)
4.- Forest of Fire (3:30)
5.- Ding Dong Merrily on High (1:57)
6.- Save All Your Love -Reprise- (3:10)
7.- The Holy and the Ivy (3:07)
8.- Day of Days (3:35)
9.- 2,000 Years (0:56)
10.- Where Were You? (3:54)
11.- Oh Holy Night (4:15)
12.- How It Hits You (5:11)
13.- Jingle Bells (0:31)

LA BANDA
Jon Anderson, Sandra Crouch y Jade Anderson / voces solistas
Rhett Lawrence / teclados, sintetizadores, programas
Paul Chang / director general
Bob Esty / conductor, director musical, arreglos
Elliot Easton y Trevor Rabin / guitarras acústicas y eléctricas
Frankie Banali y R.J. Parnell / batería
Santa Monica Choir of the Calvary Baptist Church / coro gospel
André Crouch / director del coro gospel
Paulinho Da Costa / percusiones
Novi / viola eléctrica
William Bryant III y Gary Lanier / director del coro
Marta Woodhull / directora del coro infantil
+
Beyond War Philarmonic Orchestra

DATOS DE CD
Electra Records (WMC5-568)