Me costó decidirme no sólo por cuál película de Andrei Tarkovsky incluir primero en este blog, si no que también por empezar a hablar del mismo Tarkovsky, un tipo que a pesar de la censura soviética en tiempos de la Guerra Fría y de la falta de recursos para producir sus películas, se las arregló para crear algunas de las cintas más memorables de la historia del cine.
Su carrera la empezó con La Infancia de Iván (1962) que dejó la tendalá en Cannes y que lo puso bajo la férrea y tiránica mirada de las autoridades soviéticas que, en cierta forma, le hicieron la vida imposible desde ese entonces, cortándole fondos, obigando nuevos cortes más ad-hoc a lo que el Kremlin quería mostrar al resto del mundo. De hecho, Andrei Rublev, la cinta que nos convoca en esta ocasión, fue exhibida en Cannes el año 67, pero a la hora del níspero para que el jurado no pudiera verla y así, pasar inadvertida, aunque a pesar de estas medidas, la peli se ganó el Premio de Crítica ese año. Sólo el 71 tuvo distribución internacional después que el gobierno le metió mano y obligó una nueva edición, ganando otros tantos premios en varios festivales europeos.
Tarkovsky es un poeta de las imágenes, un simbolista etéreo que instauró escuela. Si se hace un listado de los mejores cineastas de todos los tiempos, de seguro Tarkovsky estaría siempre entre los primeros diez. Amigo de los planos secuencia de larga duración, de oscuros juegos fotográficos, de guiones enrollados y extremadamente cuidadoso al momento de hacer cada cuadro, sus obras resultan un deleite para el paladar cinéfilo de inicio a fin, tanto por el tratamiento visual como por la poética inherente a cada uno de sus diálogos, elementos que mantuvo con firmeza a lo largo de toda su obra en la que destacan JOYAS (sí, con mayúsculas) como Solaris (1972), Stalker (1979) y El Sacrificio (1986), estrenada el mismo año de su deceso.
En Andrei Rublev relata de forma bastante particular y personal, los momentos culminantes de la vida de este poco conocido monje-artista del siglo XIV. Desde su infancia hasta su muerte, Tarkovsky nos sumerge con mucho cuidado en la vida de este genio de los vitrales que recorrió gran parte de Rusia no sólo desarrollando su arte, si no que también compartiendo e incrementando sus conocimientos religiosos. Pero no es una biografía a secas. Tarkovsky rescata sólo los momentos más relevantes: la turbia relación con su maestro, su relación con la gente, su contribución a la decoración de la catedral de la Asunción y otros momentos más íntimos y místicos. Filmada en cuidadoso blanco y negro, el espectador se llevará una agradable sorpresa al momento de develar en color el trabajo vitralístico de Rublev...
A través de estos pasajes, conocemos a Rublev, su pasión, su trabajo, sus dudas. También conocemos el mundo oscurantista que lo rodea y el paisaje rural de todo un país. Las pinceladas de Tarkovsky son fuertes y a la vez tenues, y cada escena rodea a Rublev con misericordia u opresión de acuerdo a cada etapa de su vida, convirtiendo el metraje de la peli en una alucinante muestra de buen cine y envidiable tratamiento de la imagen, el tiempo y el espacio fílmico.
Un manjar. Lástima que no sea tan fácil de conseguir, pero vale la pena hacer el esfuerzo. Les dejo un pedacito de la peli aquí para que se tienten...
LA PELICULA
Andrei Rublev
(Андрей Рублёв)
1966
186 minutos (el corte original era de 205 minutos)
Dirigió Andrei Tarkovsky
Produjo Tamara Ogorodnikova
Escribieron Andrei Tarkovsky y Andrei Konchalovsky
Fotografía de Vadim Yusov
Música de Svyatcheslav Ovchinnikov
Actuaron Anatoli Solonitsyn, Ivan Lapikov, Nikolai Grinko, Irma Rausch, Nikolai Burlyayev y un montón de extras rusos...
2 comentarios:
Hola, estoy muy interesada en ver esta película de Andrei Rubleiv, te agradecería mucho que me orientaras para poder conseguirla.
Muy agradecida Natalia
La peli la puedes encontrar para descarga por varios medios, aunque si eso te complica, la puedes hallar en ocho partes en youtube...
Publicar un comentario