3.13.2008

666 Razones para no escuchar Reggetón


La Renga

La Esquina del Infinito

2000



Guardando las proporciones, La Renga es como el Iron Maiden argentino, porque los seguidores en Chile de esta banda son tanto o más fanáticos que los fanes de la Doncella de Hierro, son fieles a rabiar y no se pierden show. Este verano realizaron uno en Viña del Mar y sé de gente de Concepción que fue a verlos y gritaron y vociferaron en el show casi como si fuera la única vez que los vieran tocar, y la verdad es que los que hemos ido a sus tocatas de verdad lo disfrutamos. Al principio tocaban en el Víctor Jara que jamás ha tenido buena acústica, incluso La Renga fue la primera banda (que yo recuerde) que colocó el escenario sobre la gradería sur del estadio y por dios que mejoró la calidad del espectáculo, lo malo es que cabe un poco menos de gente pero se disfruta mucho mejor.
Musicalmente, La Renga puede que no sea una clase de virtuosismo, que la voz del vocalista no sea melodiosa y que muchas veces desafine, incluso en estudios, que las guitarras tengan demasiada distorsión y se les puede tildar de básicos y simples, de hecho, esa es la gran fortaleza de La Renga, ser una banda de Rock puro y brutal. Pero, no basta con saber hacer buenos riffs o darle fuerte a al batería para que un grupo de desconocidos se enganchen con la música de un grupo al nivel de viajar cientos de kilómetros solo para escucharlos en vivo...de nuevo. Hay que tener algo que sea transversal entre banda y público. Lo que tiene Iron Maiden con su fanaticada y lo que ha logrado Chancho en Piedra con su público fiel a lo largo de cientos de tocatas; mística.
La gracia de La Renga en este sentido no es el hecho de montar un show teatral como sí lo hacen los Chancho y Maiden, sino en escribir letras de fácil comprensión y que van directo a la fibra emotiva del oyente. Letras que hablan de cosas simples pero a la vez son los problemas que atañen al target que los escucha: el alcohol, el compañerismo, el sentir que estás luchando contra un sistema inhumano o del último cuete que te fumaste. Sin embargo, la lírica de La Renga no cae en la chabacanería a pesar de su simplismo, sino que con un gran talento narrativo, va armando una historia plagada de metáforas simples y disfrazando lo que es de lo que no es con gran habilidad, para muestra un botón: "Hola a todos, soy el león. Rugió la bestia en medio de la avenida. Todos corrieron sin entender, panic show a plenas luz del día" y con solo eso se quejan por la represión policial.
Toda esta lírica simple, o como diría un crítico de literatura: "poesía barata" tiene el mismo origen que sus seguidores, un origen humilde y sin recursos, con calles lodosas , no en vano su primer album se llama Esquivando Charcos, es por eso mismo que sus seguidores sienten a La Renga como un hermano al que le va bien y que a diferencia de muchos que partieron igual, siguen siendo los mismos de siempre.

El primer álbum es una pieza de colección para todo "Rengo" que se precie de tal, es sin duda alguna uno de los peores discos debut de cualquier banda; suena mal, con muchas fallas en su interpretación, tanto en los instrumentos como en la voz de un púber en desarrollo con gallitos, letras que no decían nada y musicalmente muy pobre, de hecho cuenta con un par de grabaciones "en vivo" que suenan como con el parlante roto...no si musicalmente es muy malo el disco, pero es el primero, es honesto y todos lo quieren. De hecho, yo también lo tengo y lo escucho bastante seguido, es que tiene esa sensación de que los muchachos se sacaron la mugre y le pusieron tantas ganas al disco que de verdad se goza. Ese es otro punto importante, uno en vivo percibe que La Renga disfruta lo que hace, que no hay nada más placentero para ellos que tocar en vivo y a la larga uno disfruta de eso.

Claro que musicalmente La Esquina del Infinito es un álbum mucho más maduro que sus predecesores, un sonido más refinado que incluso permite incluir ciertos compases acincopados de jazz al inicio del álbum, algo de funk, unos violines melodiosos en una balada potentísima, algo de distorsión artificial y efectos de sonido que enriquecen sonoramente el rock animal del grupo. La voz del vocalista nunca sonó tan desgarrada y sin embargo está tan bien mimetizada con los instrumentos que en vez de altisonar, es un aporte al combo sonoro. La guitarra es mucho más calmada en su vértigo dejándole toda la fuerza en manos del baterista que toca como un batallón de artillería y los bronces que acompañan de vez en vez algunas canciones, suenan impecable.

Es un disco hecho desde otra perspectiva, quizás sin el ímpetu avasallador de los primeros años y se nota, es como un whiskey añejo, de sabor más refinado pero siempre potente. Además que los temas están bien encadenados unos con otros, casi sin dar respiro al oyente y en cuanto a la lírica, ha mejorado, se ha pulido, nutriendo de más figuras literarias pero sin perder ese sabor a pueblo que siempre tuvo. "Maderas de viejo nogal, rocío llora en mi sangre" .

En resumen un disco para seguidores acérrimos, pero que se deja escuchar por el público más neófito que no se deja pasar así como así por ser un disco con demasiados cojones, rock al más puro estilo de gargantas destrozadas cantando, guitarras sonando como truenos y batería como bomba...matizado con violines, algo de jazz y algo de funk. Con un gran cover al tema Hey hey, my my del siempre cambiante Neil Young. Cabe destacar el tema En Pie el que toca la guitarra Ricardo Mollo, el mismo de Divididos, se comprende por ser el productor de varios de los álbumes de La Renga y para ser honestos, convirtió a este grupo de una banda de pibes entusiastas en unos verdaderos rockstars. Para muestra, escúchenlo en vivo

La Esquina del Infinito

la banda: Chizzo, guitarra y voz; Tete, bajo; Tanque, batería; Chiflo, saxo y trompeta; Manu, saxo armónica y guitarra rítmica. Músicos invitados: Dimitri Rodnoy, chelo; Javier Casalla, violín; Ricardo Mollo, guitarra y fantasías


1.- La vida, las mismas calles
2.- Motoralmaysangre
3.- Al que he sangrado
4.- Panic Show
5.- El cielo del desengaño
6.- Arte Infernal
7.- En el baldío
8.- En pie
9.- El rey de la triste felicidad
10.- Estalla
11.- Hey hey, my my

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