2.02.2008

Darkman, el Rostro de la Venganza (y del bajo presupuesto)


Hace un tiempo, mi compadre Rodrigo Muñoz ya comentó la increíble Evil Dead 2 (1987) de Sam Raimi, un tipo que partió haciendo cine B del bueno, con sus hermanos Ivan y Ted, su gran amigo Bruce Campbell (que aparece en todas su películas), y una camarilla de actores y equipo que siempre le siguen las de abajo y no es para menos, puesto que hoy por hoy y gracias a su incursión en pelis más dramáticas como A Simple Plan (1998) y For the Love of the Game (1999) y sobre todo por la trilogía de Spiderman (2002, 2004 y 2007) se ha convertido en un reputado director hollywoodense, aunque con bastante talento como para seguir haciendo las cosas a su pinta, trabajando con la gente que más le acomoda y sin dejar de hacer guiños y homenajes a la industria de bajo presupuesto desde donde comenzó su carrera que hoy por hoy, se proyecta con tres nuevos filmes, entre los que destaca Spiderman 4 y un ya conocido interés por dirigir y guionizar El Hobbit, la precuela de El Señor de los Aliños… Anillos (sorry)…

El asunto es que después de Evil Dead I y II y Crimewave (1985), se las ingenió para llevar a cabo Darkman, un proyecto basado en una historia escrita por el mismo y que en cierta forma, es un homenaje a los oscuros héroes de ciencia ficción de los años 30. Se consiguió el apoyo de la poderosa Universal Pictures y comenzó la labor de producir esta peli que si bien funciona como una correcta obra de acción, posee una serie de elementos interesantísimos que la convierten en una cinta de culto, por lo menos desde mi punto de vista.

La historia es sencilla y trágica. El científico Peyton Westlake (Liam Neeson) trabaja febrilmente en un sustituto sintético para la piel humana, con el fin de ayudar a personas que han sufrido quemaduras. El gran problema con que se enfrenta Westlake para lograr sus propósitos es que el sintético se degrada luego de 99 minutos. Su novia, la abogada Julie Hastings (Frances McDormand) se ha metido sin querer y sin saberlo, en los turbios negocios de Louis Strack (Colin Frieds) y de su socio, el matón Robert Durant (Larry Drake) quienes al momento de recuperar un importante documento, atacan el laboratorio de Westlake, torturándolo casi hasta la muerte y volando el lugar. Como consecuencia, Westlake queda horriblemente desfigurado y con sus terminales nerviosas quemadas lo que le evita todo tipo de sensación corporal. Así, Westlake reconstruye su laboratorio en secreto, para volver en busca de venganza y salvar a su amada (¿No les parece historia conocida?).

Bueno, el asunto es que a pesar de lo obvio que pueda parecer, la peli es más que entretenida. Lian Neeson está notable como Darkman, un personaje triste y lleno de dolor cuyo único triunfo será recuperar la esquiva normalidad de su vida pasada, una búsqueda inútil que lo lleva a momentos de violencia y locura de los que sólo Julie puede salvarlo. Darkman se convierte así en un vengador, no un superhéroe, que por deformación física es capaz de grandes proezas que no tienen como fin salvar al mundo, sino que simplemente recuperar la propia vida y el amor. Bueno, y hablando de Neeson, en esta época no era muy cotizado y la primera opción de Raimi (era que no) fue su amigo Bruce Campbell, pero el estudio opinaba que no daría la talla dramática del papel, así es que propusieron a Gary Oldman y Bill Paxton antes de llegar a Neeson. De todas formas, Raimi se las ingenió para colocar a Campbell al final de la película. Ya que Darkman a lo largo de sus aventuras usa diversas máscaras de piel sintética para volver a ver a su novia o infiltrarse entre el enemigo, en una de sus huidas usa una máscara de… Bruce Campbell…

Frances McDormand tampoco fue la primera opción para el papel. De hecho a Raimi quisieron encajarle a Julia Roberts, Demi Moore y Bridget Fonda antes que su opinión se impusiera.

En fin, dejando de lado la trivia, que siempre es muy sabrosa en las películas de Raimi, nos encontramos frente a una película con secuencias notables, que adquieren más valor aún si tomamos en cuenta el irrisorio presupuesto de 16 millones de dólares… Sí, 16 millones, una mierda si lo comparamos con los millonarios presupuestos que Raimi maneja en la actualidad, pero el cabro es capo y se las ingenió para hacer una notable secuencia de acción en helicóptero, con Darkman colgando del aparato y golpeándose contra todo lo que se le cruza en el camino, un tiroteo inicial que pone los pelos de punta, bastantes escenas en que Westlake desata toda la furia contenido en su cuerpo carente de sensaciones táctiles, como la del elefante en la feria, y un montón de frases para el bronce: “No me matarás. No podrás vivir con eso” le dice uno de los malos en un momento, a lo que Darkman responde “Me estoy acostumbrando a vivir con muchas cosas” antes de mandarlo al otro mundo…

Y si a eso agregamos la siempre notable banda sonora de Danny Elfman, de verdad tenemos una película entretenida sin dejar de ser dramática y aunque muchos encontrarán similitudes con La Sombra, Batman y hasta El Fantasma de la Ópera, lo cierto es que Darkman es un producto único, muy en la onda que mezcla seriedad y parodia tan típica de Raimi y quizás la peli que le abrió las puertas de Hollywood de la mejor manera posible, demostrando que sin muchos millones se puede hacer una peli decente, aprovechando al máximo a actores que (en esa época) nadie conocía, y sacándole el jugo a un excelente equipo detrás de las cámaras.

Es más, le fue tan bien en taquilla en su época que dobló sus costos y generó hasta una serie de cómics, mercadeo y dos secuelas. En todo caso, no les recomiendo verlas… Quédense con la primera y serán felices…

FICHA TECNICA
Darkman, el Rostro de la Venganza (Darkman)
199096 minutos
Dirección: Sam Raimi
Producción: Robert G. Tapert
Guión: Sam Raimi, Chuck Pfarrer, Ivan Raimi, Daniel Godlin, Joshua Godlin
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Liam Neeson, Frances McDormand, Colin Friels, Larry Drake, varios secundarios con cara de mafiosos y entre ellos, Ted Raimi (hermano de Sam)…

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