4.13.2009

Chrysalis (2007)… El cine francés aún tiene algunas sorpresitas…


Es difícil aún para mí concebir que los franceses, tan buenos para hacer cine cabezón, metafísico y seriote, se estén poniendo las pilas y “vendiéndose” al mainstream. Claro, siempre en su particular estilo, con comedias que aunque comerciales, no dejan de ser inteligentes, filmes de acción y artes marciales como El Pacto de los Lobos (Christophe Gans, 2001) y hasta algunos experimentos de terror y ciencia ficción, siempre con el sello artístico de los galos que se caracterizan en general por historias bien contadas, guiños a sus maestros de décadas pasadas, brillantes bandas sonoras, una fotografía más que trabajada y temáticas un tanto complejas. Claro, todo esto mezclado con las enseñanzas del mercado hollywoodense que ellos toman, meten en una batidora junto a su propia historia en 35 mm. y que luego destilan para obtener resultados sorprendentes.

Chrysalis no escapa de esta nueva fórmula. Que si quieren vender o venderse o arrendarse al sistema, es cosa de ellos. Yo, en lo personal, alabo estos intentos de llegar a una mayor cantidad de público sin dejar de lado las particularidades de la propia historia, de la propia idiosincrasia. Y el señor Leclercq algo logra con su ópera prima, una cinta de ciencia ficción. Estamos en el año 2025. Un policía con oscuro pasado llamado David Hoffman (Albert Dupontel, que pueden ubicarlo en Irreversible y Un Romance Eterno), sigue el rastro de de Manon (Mélanie Thierry), una chica que aparentemente había muerto hace algunos años, pero que parece viva y coleando, pero con unas extrañas marcas en el párpado izquierdo. Unido a la fuerza a otra policía (Marie Guillard) comienza a investigar el caso, que al poco rato, se ve enraizado al criminal Dimitri Nicolov, quien probablemente es también el asesino de la esposa de Hoffman. Las pistas los llevan a una clínica de cirugía plástica dirigida por la doctora Brügen (Marthe Keller) en la que se están realizando oscuros experimentos no sólo para extender la vida física, si no que también para preservar la memoria y los recuerdos. Es así que Hoffman descubre que parte o toda su existencia anterior ha sido borrada y cambiada por falsos recuerdos, mientras prosigue, con tozudez espartana, la búsqueda del secreto oculto detrás de Manon que, por cierto, también es el suyo…

Con esta premisa, Chrysalis avanza entre secuencias de acción muy bien medidas, diálogos un tanto estereotipados, actuaciones dignas y por supuesto, una banda sonora perfecta y un trabajo de fotografía abrumador, opresivo y asfixiante, capaz de sumergir al espectador en la oprobiosa realidad del año 2025 en colores opacos que ahondan la exhaustiva y terrible búsqueda de Hoffman. Y aunque en la cinta podemos encontrar incontables similitudes con otras películas del género, lo cierto es que se deja con ver agrado y que la hora y media que dura se pasa volando.

Además, se agradece el talento del director para evitar a toda costa las secuencias tipo Matrix a las que la galucha juvenil (bueno, ahora ya no tanto, jejejeje) se había acostumbrado. Con sobriedad y estilo, nos presenta interesantes secuencias de acción en las que el trabajo de cámara supera toda expectativa, convirtiendo estas secciones en piezas delicadas y correctamente tratadas.

Se las recomiendo. Un cine que aunque con su carga de influencias anteriores, todavía es interesante y aporta lo suyo a un género que de tanto en tanto, luce de capa caída, pero que gracias a estos singulares experimentos, logra volver a flotar en la superficie…

LA PELICULA
Chrysalis
(Chrysalis)
Dirigió Julien Leclercq
Produjo Franck Chorot
Escribieron Julien Leclercq, Nicolas Peufaillit, Franck Philippon y Aude Py
Fotografía de Thomas Hardmeier
Editó Thierry Hoss
Música de Jean-Jacques Hertz y François Roy
Actuaron Albert Dupontel, Estelle Lefébure, Marie Guillard, Marthe Keller, Mélanie Thierry, Alain Figlarz y otros tantos franchutes en roles secundarios…

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