10.22.2008

CINEMA INFERNO: El Cubo


Una pequeña gran película.

Título Original: Cube
Año: 1997
Director: Vincenzo Natali
Escrita por: André Bijelic, Vincenzo Natali y Graeme Manson
Reparto: 7 locos que nunca más vi 

Para empezar a hablar de "El Cubo" hay que hablar del cine canadiense. Es muy probable que poco se conozca de este cine, porque como hablan inglés, la mayoría de las veces producen con actores gringos para gringolandia, es casi imposible diferenciar una película canadiense de una gringa pero, hay autores como Atom Egoyan, que enarbolan la bandera de su país en el cine. Canadá desde más o menos los 80, ha comenzado a tratar de crear una nueva cinematografía, mas auténtica y es por eso que le ha abierto las puertas a muchos realizadores independientes norteamericanos, ingleses y franceses para que vayan a hacer sus primeras armas, todo eso apoyado por una altísima calidad técnica de equipos, laboratorios (por años las copias de muchas películas chilenas en 35mm se han hecho en Canadá) y recursos humanos y un notable apoyo del gobierno local.
Esta película no es la excepción, a pesar de haber sido hecha en un solo set de 14x14 metros y en la cual solo actúan 7 personajes, costó mas o menos 200 mil dólares, muy superior a la gran mayoría de las películas chilenas pero, a todas luces y de acuerdo al estandar internacional, una película de muy bajo presupuesto. Fue concebida como una peliculita chica que iba a salir directo al video para recuperar la inversión luego y así potenciar a Toronto como una buena ciudad en donde producir cine, adscrita en un inicio como un thriller de ciencia ficción, luego se agarró de la bandera del cine fantástico y con su presencia y variados premios, en los grandes festivales de cine fantástico del mundo ( Gerardmer, Toronto, Puchon, Sitges, Fantasporto, etc), comenzó a agarrar peso específico y pasó del video a la pantalla grande, siendo un exitazo, comparativo a sus solo 200 mil dolares de presupuesto. Siguiendo la lógica chilena, sería una buena película, porque cuenta con apoyo del gobierno y más encima tiene premios en festivales, que parece que es lo único que le interesa a nuestros realizadores locales, de todas formas acá llego al video, porque no tenía ningún actor famoso, sin bombos ni platillos, sin críticas rimbombantes, sin nada de nada, así que es muy probable que muchos jamás hayan oído hablar de esta película o de su decente pero de todas formas prescindible secuela Hipercubo. Lo bueno de la secuela es que no es una mala película por sí, de hecho yo vi primero esta película y no me pareció para nada mala, luego busqué y encontré El Cubo. Lo malo es que las dos películas son prácticamente iguales, solo cambia el tipo de cubo, así que lo mejor es quedarse con la original.

La historia nuevamente es lo más simple, 7 tipos están encerrados en una prisión que es una especie de cubo Rubick gigante que cada cierto tiempo cambia de ubicación las celdas que están intercomunicadas entre ellas. Ninguno de los internos sabe como llegó ahí, tampoco saben por qué, pero como todos, quieren salir de cualquier forma. Hay un ladrón, uno que muere al primer minuto de la película, un policía, una estudiante de matemáticas, una doctora, un arquitecto y un autista, todos con nombres de prisiones del mundo (dato freak encontrado por la red) y aparte de irse ubicando al ir pasando de celda en celda, tienen que lidiar con las trampas que el cubo tiene y con el consabido síndrome de encierro que hace aflorar lo peor de cada persona. Interesantemente construida en base a diálogos simples y fáciles de comprender, sin tratar de lanzar perlas de sabiduría con cada palabra, se puede dar una no muy optimista visión de la naturaleza humana. La película mantiene el suspenso y la tensión y los personajes, a pesar de ser muy estereotipados, logran generar empatía con el espectador, ya sea positiva o negativa y el misterio de que cresta es el cubo se mantiene por toda la película en un segundo plano, claro, lo más importante es escapar.

En suma, una película simple pero inteligente que los mantendrá atentos los 90 minutos que dura. La pueden encontrar en cualquier video club decente o buscarla por ahí en su operador de cable local.
En nuestro próximo capítulo nos refocilaremos con un clásico de clásicos, la multi secuelada, rehecha y reinventada, Halloween, de John Carpenter

10.15.2008

Pudor (2007)… El cine español se puso latero…


Domingo por la tarde. Cindy y yo buscamos algo qué ver en medio de una marea de canales en el cable, todos con una programación más que mediocre. Nos encontramos de pronto en Cinemax con Pudor, una película española con muy buenas referencias y que Cindy había visto por pedazos unos días antes, así es que como estaba empezando, decidimos seguirle el hilo.

Voy a tratar de ser breve y conciso. Siento que en España al igual que en Argentina e incluso aquí en Chilito, existe la costumbre de aplaudir e inflar filmes que si bien son buenos y hasta interesantes, no aportan nada más que un buen rato de entretención o cebolla fina. Y eso fue lo que me pasó con Pudor que si bien engancha y cuenta con actuaciones notables (en especial de la pareja protagónica), no es más que otra película para pasar el rato, con ingredientes tomados de muchas cintas anteriores y con historias que no trascienden más allá de un rato después de terminados lo créditos y que ha sido demasiado inflada por la crítica y la prensa, en especial en su país de origen.

Varias historias se mezclan en la cinta, todas ellas relacionadas al temor que tenemos de contar ciertas cosas a nuestros amigos y familiares más cercanos, aquel pudor un tanto inexplicable que nos lleva a cortar la comunicación con el mundo exterior y guardarnos lo que realmente sentimos. Alfredo (Nacho Novo) se entera que tiene cáncer y que su tiempo de vida es limitado. Quizás por esta razón decide echarse una canita al aire y tirarle los corridos a su secretaria, Gloria (Carolina Román), mientras que Julia (Elvira Mínquez), su esposa, insatisfecha sexualmente y aburrida de su vida familiar, comienza a recibir mensajes subidos de tono de un admirador secreto. Por otra parte, la libido de su hija comienza a despertar, signada por la atracción que siente por una compañera de curso, mientras que el hijo menor asegura ver y conversar con fantasmas que deambulan por el barrio de clase media donde viven. Por último, el abuelo (Celso Bugallo) sufre la pérdida de su esposa (hecho con que comienza la película) y busca una nueva y quizás última oportunidad de disfrutar y rehacer su vida.

Con estos elementos, los hermanos Ulloa narran en forma bastante dispareja las historias que caminan paralelas y que se entrelazan en algunos momentos, dejando algunas lagunas en el espectador que sólo la tremenda capacidad actoral de sus protagonistas logra borrar. Digo dispareja, porque hay muchos cabos sueltos en cada una de las historias (a excepción de la narración de la pareja protagónica), situaciones que no resuelven completamente y cuyo origen también es débil y sin sentido. Que el niño vea fantasmas no tiene mayor ingerencia en la historia global, menos su inocente enamoramiento de la pequeña hija de una pareja de amigos de Alfredo y Julia. El despertar sexual de Marisa es igual que tantos otros cientos vistos y revistos en pantalla, mientras que la historia del abuelo se diluye en pocas escenas sin mucha profundidad y que no logran abarcar el inmenso y solitario mundo de un anciano que busca seguir con su vida, aunque ya tiene el tiempo en contra.

A eso, hay que sumar la estética a lo Amores Perros de la película: mucha cámara en mano, filtros, algunos colores recargados y musiquita instrumental medio ambient que no aportan nada a la historia. Es más, las mejores y más deliciosas escenas ocurren cuando los Ulloa se atreven a colocar la cámara sobre un trípode y hacer planos decentes, significantes y llenos de intención… Se le agradece al señor González Iñarritú su increíble aporte al cine latinoamericano, pero a decir verdad, ya estoy chato de los realizadores posteriores que han asumido la estética del mexicano casi como una forma dogmática de hacer cine. En serio, cabrea…

De todas maneras, a pesar de mis críticas y comentarios, debo reconocer que la cinta se sostiene y uno llega hasta a encariñarse con algunos de los personajes. Debo insistir en que el trabajo de todos los actores es sensacional y que sobre sus hombros reposa el valor de una película que no sorprende y que a pesar de sus buenas intenciones, no fue capaz de sacarse el pudor de encima.

LA PELICULA
Pudor
(Pudor)
2007
100 (?) minutos
Dirigieron David y Tristán Ulloa
Produjo José Antonio Félez
Guión de Tristán Ulloa, basado en la novela Abril Rojo de Santiago Roncagliolo
Editó Nacho Ruiz Capillas
Música de David Crespo
Fotografía de David Omedes
Actuaron Nacho Novo, Elvira Mínguez, Celso Bugallo, Joaquín Climent, Nuria González, Natalia Rodríguez, Carolina Román, Marcos Ruiz, Lorena Mateo, Manolo Solo, entre otros…

10.13.2008

Cuando Los Dinosaurios Gobernaban la Tierra VI


Marillion – Misplaced Childhood (1985)
Ok, este no es tan viejo como los que he comentado anteriormente, ni siquiera es setentero, pero corresponde a un época bastante significativa de la música en general y del progresivo en particular.

Los ingleses de Marillion se habían despachado dos discos notables en la primera mitad de los 80, convirtiéndose en parte del revival del rock progresivo de la época, género muy de capa caída luego que la misma pomposidad, pretensión y exceso de tecnicismo arruinara a las grandes bandas de la primera mitad de los 70, mismas que no tuvieron recambio en la segunda mitad y que quedaron en el pasado antes la arremetida por un lado, del contestatario punk y por otro lado de la groovy y comercial onda disco. Pero como todo en la vida es cíclico, en Europa no tardaron en aparecer bandas que retomaron la senda dejada por los muchachos de Yes, Pink Floyd, Genesis, ELP, Jethro, Camel, entre otras megabandas de los tiempos dorados del progresivo. Los 80 comenzaban y en cuanto a tecnología había nuevos sintetizadores de sonido que algo podían aportar a darle al progresivo un nuevo sonido, más fresco, quitándole algo de la complejidad pretensiosa que en parte, lo había matado cinco años atrás. Una serie de bandas surge principalmente en Inglaterra y Estados Unidos, la mayor parte de ellas cargadas con un sonido más alegre, positivo, con algunos singles pegajosos que atraparan a la gente a través de la radio, pero con los ingredientes clásicos del buen progresivo: algunos temas de larga duración, letras muy poéticas y críticas de la sociedad, uno que otro solo cargado de talento y en algunos casos, mucho teatro en la puesta en escena, elementos que reencantaron a una nueva generación de progheads.

El asunto es que entre los cientos de bandas que surgieron en aquella época, una de las más destacadas fue y sigue siendo Marillion, que después de los inolvidables A Script For a Jester’s Tear (1983) y Fugazi (1984), le entregó a los fanáticos del prog una pieza de culto, perfecta, llena de sentimiento y talento, un disco conceptual de la más alta factura en forma y contenido. Se trata de Misplaced Childhood, conocido en habla hispana como Niñez Desvalida y que desde el cover art de Mark Wilkinson hasta el último surco del vinilo, es una pieza de colección, necesaria en toda colección no sólo de progresivo sino que de cualquier estilo.

Si bien por una parte es una obra conceptual y muy críptica en algunas ocasiones, por otra parte, Misplaced Childhood también posee un lado comercial que catapultó a la banda a la fama internacional a través del single Kayleigh, canción dedicada por Fish (vocalista y letrista de la banda) a varias de sus novias de la adolescencia. La canción se empinó en el #2 de los rankings en Reino Unido y fue un éxito en todo el mundo, justamente un símbolo de dos de los temas recurrentes en el álbum, la fama prematura y el estrellato no deseado, a los que se suman otras líneas conceptuales como el amor perdido, el abandono infantil y la pérdida de la inocencia, todos tópicos transversales que las letras de Fish tratan de manera aunque cruda, todavía poética.

Musicalmente es un disco complejo aunque una primera escuchada no deja esa impresión. Los arreglos están tan bien hechos que pareciera que los chicos de Marillion se sentaron e hicieron de una tirada el disco, aunque posteriores puestas de oído nos entregan los lujosos detalles de cada una de las compasiones en las que abundan los nostálgicos solos de guitarra de Steve Rothery y los elevados y sinfónicos teclados de Mark Kelly, siempre apoyados por la sólida base rítmica de Ian Mosley (batería) y Pete Trewavas (bajo). Así los 45 minutos del disco pasan volando, entre el perfecto equilibrio de temas muy sencillos como Kayleigh y Lavender, hasta las suites más extensas del disco en donde los muchachos muestran todo su talento, entregándonos bellos pasajes ambientales (Perimeter Walk) o poderosas secuencias progresivas (Childhood’s End?, Lords of the Backstage).

En suma, se trata de una pieza mayor, hipnotizante, interesantísima para cualquier fanático de la música en general, singularmente compleja y por sobre todo, símbolo de una época que contribuyó a mantener el rock progresivo en los oídos de muchos y que estoy seguro, sirvió para pavimentar el retorno de los grandes de los 70 que por esos años, volvieron a las pistas en gloria y majestad, aunque en muchos casos con álbumes de discutible calidad, aunque no por eso desechables (Léase Yes – 90125, ELPowell, Pink Floyd – A Momentary Lapse of Reason, entre otros).

Posteriormente, Marillion se despacharía otra obra de gran nivel llamada Clutching at Straws (1987), antes de la partida de Fish, el rostro visible de la banda, que comenzó una carrera solista con más bajos que altos. Marillion siguió su carrera, esta vez con la voz y las letras de Steve Hoggarth, en una nueva etapa que ya se ha extendido por veinte años, y en la que destacan discos Brave (1994) y Afraid of Sunlight (1995), que si bien son pedazos de monstruos musicales, están un paso más atrás del iluminado Misplaced Childhood, una obra maestra del género que, estoy seguro, no dejará a ningún fanático de la música indiferente…

EL DISCO
Lado 1
1.- Pseudo Silk Kimono (2:14)
2.- Kayleigh (4:03)
3.- Lavender (2:25)
4.- Bitter Suite (7:56)
a) Brief Encounter
b) Lost Weekend
c) Blue Angel
d) Misplaced Rendezvous
e) Windswept Thumb
5.- Heart of Lothian (4:02)
a) Wide Boy
b) Curtain Call

Lado 2
1.- Waterhole (Expresso Bongo) (2:13)
2.- Lords of the Backstage (1:52)
3.- Blind Curve (9:29)
a) Vocal Under a Bloodlight
b) Passing Strangers
c) Mylo
d) Perimeter Walk
e) Threshold
4.- Childhood's End? (4:33)
5.- White Feather (2:25)

En la versión remasterizada del doble CD de 1998 se agregaron los siguientes temas:
1.- Lady Nina (Extended 12" Version) (5:50)
2.- Freaks (Single version) (4:08)
3.- Kayleigh (Alternative Mix) (4:03)
4.- Lavender Blue (Lavender Remix) (4:22)
5.- Heart of Lothian (Extended Mix) (5:54)
6.- Pseudo Silk Kimono (Demo) (2:11)
7.- Kayleigh (Demo) (4:06)
8.- Lavender" (Demo) (2:37)
9.- Bitter Suite (Demo) (2:54)
10.- Lords of the Backstage (Demo) (1:46)
11.- Blue Angel (Demo) (1:46)
12.- Misplaced Rendezvous (Demo) (1:56)
13.- Heart of Lothian (Demo) (3:49)
14.- Waterhole (Expresso Bongo) (Demo) (2:00)
15.- Passing Strangers (Demo) (9:17)
16.- Childhood's End? (Demo) (2:23)
17.- White Feather (Demo) (2:18)

LA BANDA
Fish: voz, letras
Mark Kelly: teclados
Ian Mosley: batería
Steve Rothery: guitarras
Pete Trewavas: bajo

INFO DEL CD
CD Capitol C2-46160
1985 LP EMI 2
1998 CD EMI 97034
1999 CD EMI 46160
1999 CD Never 4508

10.08.2008

Mujeres Amazonas en la Luna (1987)… o cómo hacer una parodia de esas que dan gusto...


Durante estos días de ausencia del blog, estuve tratando de recordar una de esas películas raras, de culto, uno de esos extraños esperpentos cinematográficos que alucinan y que después de verlos, uno se pregunta qué diablos tenía en la cabeza el director, el guionista, el productor, en fin, todo el equipo, para hacer semejante monumento… No quería caer en el comentario de algo de Gilliam o Lynch, ni recurrir a la consabida Donnie Darko para construir una crítica acerca de lo ferozmente freak que se puede poner el Séptimo Arte de repente, y menos comentar a alguna extravagante película europea independiente. Al menos, no por el momento, jejejejeje...

Fue entonces que recordé una de mis noches de insomnio y la despampanante sorpresa que me provocó ver Mujeres Amazonas en la Luna, un espantajo de película formado por una serie de sketches entrelazados por la exhibición de trasnoche de una supuesta película Z de los años 50, titulada justamente, Mujeres Amazonas en la Luna. Los constantes cortes y fallas en la transmisión del telefilm, sirven a los guionistas y directores de este experimento como excusa para intercalar diversos relatos de corta duración, pero cual de ellos más hilarante y ácido.

No me sorprendió una vez que vi los nombres de los cuatro directores de este genial refrito. Entre ellos estaban Joe Dante y John Landis, dos célebres realizadores gringos de comienzos de los ochenta, ambos creadores de películas que marcaron a mi generación, ambos hijos del cine B de las décadas anteriores y fanáticos de las películas cómicas, de ciencia ficción y terror de los trasnoches de la TV estadounidense. Y si bien ninguno de los dos ha ganado premios ni se ha hecho famoso por alguna brutalidad taquillera, el sólo hecho de mencionar algunas de sus películas traerá a más de uno algún recuerdo de los antiguos cine de la capital y por qué no, también de pueblo chico, de esas funciones en rotativo triple en las que el trasero terminaba adormecido y el estómago harto de papas fritas de dudoso origen y de bebidas Free.

Por una parte, tenemos a Dante con filmes como Piranha (1978), The Howling (1981), un capítulo de The Twilight Zone – The Movie (1983), Gremlins (1984), Explorers (1985) e Innerspace (1987). Por otra parte, el genial Landis que fue uno de los guionistas originales de Saturday Night Live, para luego pasar a la dirección de secuelas de sketches de aquel legendario programa como National Lampoon’s Animal House (1978) y The Blues Brothers (1980), para proseguir su carrera con An American Werewolf in London (1981), un capítulo de The Twilight Zone – The Movie (1983), Trading Places (1983) y la sencilla pero efectiva Three Amigos! (1986), otra vez con la presencia de algunos de sus compinches de SNL.

Podríamos decir que Mujeres Amazonas en la Luna es un resumen de todo eso y más, contando las notables contribuciones de Carl Gottlieb y Peter Horton en la construcción de esta película que hereda los mejores momentos de Mel Brooks, con algo del ácido humor de los Monty Phyton y parodias al estilo de la tripleta formada por los Zucker y Jim Abrahams… Partiendo por lo que podría llamarse la columna vertebral del film, una película de sci fi en blanco y negro titulada Mujeres Amazonas en la Luna, en la que tres tripulantes de una nave espacial terrestre arriban al satélite para enfrentarse a hermosas mujeres semi desnudas que viven en las profundidades de Selene… El segmento cuenta con lo mejor de las parodias a las películas Z de los años 50, se pasa por la raja la gravedad, los cosmonautas usan cascos sin vidrio, los trajes son totalmente vintage, la luna explota y un pedazo queda colgando del hilo que la sostiene, se usan linternas como pistolas espaciales y las sombras de los astronautas que supuestamente hablan en pantalla, se reflejan en el lado set en el que está el Alto Mando… En suma, un digno homenaje a Ed Wood…

Los restantes sketches, salvo algunas excepciones, son excelentes. Partiendo por el de Don “No Soul” Simmons (David Alan Grier) que ofrece su disco por televisión, en el que incluye canciones con bastante connotación racista. Ed Begley Jr. se luce como El Hijo del Hombre Invisible, paseándose desnudo durante el corto, a vista y paciencia de todos sus coprotagonistas y del espectador, mientras él es el único que no se da cuenta que no es realmente invisible. Joe Dante nos ofrece una brillante parodia a las películas alarmista de los años 30, alertando sobre las enfermedades de transmisión sexual con Carrie Fisher como protagonista, en un segmento que es realmente de antología. Imperdible la voz del narrados repitiendo de tanto en tanto “¡esto puede pasarle a usted!” mientras la pobre chica sufre los peores vejámenes por el sólo hecho de convertirse en un mal ejemplo social. Para que hablar de la notable secuencia en la que Henry Silva se burla de Ripley, Aunque Usted no lo Crea, relatando una “seria” investigación que lleva a concluir que el monstruo del Lago Ness es Jack el Destripador, incluyendo impagables recreaciones…

Una película rara, no sólo en forma, si no que también por la tremenda cantidad de estupideces, chistes, gags y tintes de todos los géneros que posee. No sé si todos la disfrutarán igual que yo o los más cinéfilos o más tevitos, por su gran cantidad de referencias, pero es una rareza de aquellas, imperdible y que a pesar del paso de los años, hace reír por su puesta en escena añeja, kitsch, constantemente burlona y en muchas ocasiones, extremadamente ácida. Si la ve por ahí en el cable o TV abierta, échele una mirada, aunque de seguro, para seguir el estilo del film, lo más probable es que sólo pueda verla un día sábado pasado las tres de la mañana…

LA PELICULA
Mujeres Amazonas en la Luna
(Amazon Women on the Moon)
1987
95 minutos
Dirigieron Joe Dante, Carl Gottlieb, Peter Horton, John Landis y Robert K. Weiss
Produjeron Robert K. Weiss, John Landis y George Folsey Jr.
Guión de Michael Barrie y Jim Mulholland
Editaron Bert Lovitt, Marshall Harvey y Malcolm Campbell
Música de Marshall Harvey
Fotografía de Daniel Pearl
Actuaron (por sólo nombrar a los más conocidos) Arsenio Hall, Phil Hartman, Michelle Pfeiffer, Peter Horton, Griffin Dunne, Joe Pantoliano, Joey Travolta, Forrest J. Ackerman, David Alan Grier, B.B. King, Rosanna Arquette, Steve Gutenberg, Henry Silva, Ed Begley Jr., Kelly Preston, Ralph Bellamy, Carrie Fisher y una larga, larga lista de secundarios y extras…

10.02.2008

A MÉLIÈS CON CARIÑO: El Cristal Oscuro


Una película de aventuras sin ningún humano en pantalla

Título Oríginal: The Dark Crystal
Año: 1982
Director: Jim Henson y Frank Oz
Escrita por: Jim Henson y David Odell
Reparto: no hay, como dije, no hay humanos en esta película, solo marionetas.

Como había dicho en un post anterior, cuando cité a "Excálibur" dentro de CINEMA INFERNO, la verdad no me sentí demasiado cómodo así que sin pedirle permiso a nadie, decidí crear una nueva sección enfocada al cine fantástico y de aventura, algunas ya han sido referidas por mi socio presente en letras y espíritu así que de ahora en adelante nos pelearemos más por ver quien escribe primero acerca de una película.
El título de la sección se refiere al primero que se le ocurrió que la novedad del cinematógrafo podía servir para contar historias que por su puesta en escena, eran muy difíciles o prácticamente imposibles de realizar en teatro, al celebérrimo George Méliès, el primero en entender que el cine sirve para crear nuevos mundos distintos a este que tenemos en donde evadirse y viajar para deleite de los sentidos (algo que muchos cineastas chilenos se niegan a aceptar). Quizás este pequeño homenaje no signifique mucho comparado con que el premio del círculo de festivales fantásticos de Europa se llame el Méliés de Oro y que para clasificar a dicho honor la película tiene que haber ganado al menos un Méliés de Plata en uno de los 30 festivales de Cine Fantasticos asociados, pero bueno, le lleva cariño este homenaje.

Quise partir con una de mis regalonas, la hermosa y tétrica película El Cristal Oscuro (también conocida como el Cristal encantado) de Frank Oz y Jim Henson. Para empezar, es obvio que hay que hablar de los Muppets y su creador Jim Henson, un tipo que tenía muy claro que a todos le gustan los títeres (Han visto a los niños chicos gritar hasta el paroxismo cuando el títere malo aparece con un palo detrás del bueno?) y que siempre llaman la atención, además de ser un arte muy complejo y subvalorado. A principio de los 50 comenzó con una serie llamado Sam y amigos, con un perro peludo llamado Rowl, la palabra Muppet es una mezcla entre marioneta y títere en inglés, ya que la técnica de Henson era precisamente eso, algo de títere con la mano adentro y algo de marioneta con alambres y palos, luego vino Plaza Sésamo y luego en Inglaterra hizo El Show de los Muppets (yo lo veía en el canal 11 después del tren zoológico de los animales y antes de Verano Azul, por alla por 1983). Henson y su "creature shop" se dedicaron desde ese entonces a desarrollar técnicas de titeretería (busqué en el diccionario y la palabra si existe) y a crear una sana competencia entre otras creature shop's famosas como la de Stan Winston, que llevó la técnica a niveles insospechados y a crear maravillas tecnológicas tales como el motion capture, la animatrónica y sentar las bases de lo que hoy es el chiche audiovisual, la animación 3-D, que se han usado en cine, medicina, sociología, antropología, diseño industrial y otras ramas de la ciencia. Trístemente, Jim Henson murió en 1990 producto de una neumonía fulminante, dejando muchos proyectos inconclusos y quizás cuanta maravillosa historia o personaje sin salir aún de su cabeza.
Cuando Henson era famoso, platudo y poderoso, decidió demostrar que lo suyo no solo era hacer personajes simpaticones y queribles como Rowl el perro o la Rana René, se puso un velo oscuro en los ojos y con la ayuda de Frank Oz (que había operado a Yoda en El Imperio Contraataca...un titere de Henson, por supuesto) hizo... El Cristal Oscuro.

Cuenta la historia que en un mundo fantástico, el poder estaba balanceado por un cristal mágico que contenía la magia del mundo, un día hubo una fractura en el cristal y la raza mágica que lo protegía, los Ureksis, se dividió en dos, los Urus y los Skeksis. Los primeros místicos, pacíficos y respetuosos de la vida, los segundos ambiciosos, voraces y destructivos. Mil años después los últimos sobrevivientes de una raza de seres pequeños llamados los Gelflings, recobran el fragmento del cristal y se dispone a restaurarlo para devolver el balance al mundo antes que los Skeksis lo destruyan por completo.
Las reminiscencias tolkenianas son más que evidentes, sobre todo porque Henson era un fanático de ese tipo de ficción. La película se aleja totalmente de lo que antes había hecho Henson, los personajes son mucho más complejos y elaborados en su factura y operación, algunos de ellos tomaban hasta 5 personas en operarlo, a la vez de las motivaciones y espíritu de cada uno de ellos. Esta fue una película de rodaje extensísimo y de alta complejidad técnica, si bien ya se había experimentado mucho en otras películas como Star Wars, Henson siempre se estaba empujando al borde de sus capacidades técnicas e innovando, por lo que en esta película uno ve desde simples títeres, marionetas, hombres disfrazados, animatrónica, monstruos zancudos, cangrejos gigantes, buitres, hasta lo inimaginable... uf, es de principio a fin un festín visual sustentado en una simple, pero muy buena, historia... la misma de siempre, el bien y el mal frente a frente y el destino del bien en las manos más frágiles posibles.
Yo tuve el placer de ver esta película en esas interminables funciones rotativas en el cine Huelén, hoy convertido en cine porno, y posteriormente me enganché a la televisión cada vez que la daban (aunque una vez los irresponsables de TVN la pusieron mal y con los comerciales encima de la película, quedaba toda cortada y se entendía muy poco). Pero desde aproximadamente 1990 la película simplemente desapareció de mi vista hasta que, gracias a la maravilla del DVD apareció en una de esas bellísimas distribuidoras de películas para el hogar  (Nota al editor... podríamos pedirle un auspicio no cree?, los estamos dejando como reyes). Allí encontré una bella edición de colección con todo los extras habidos y por haber y con una versión restaurada en imagen y sonido. 
A pesar de la magia de la tecnología actual, lo más atractivo de la película sigue siendo el hecho que sean títeres, que aún con lo avanzado que está la animación CGi o 3D, sigue viéndose más real que cualquier animación, aunque debo reconocer que Wall-E está muy, pero muy, cerca. Debe ser porque la sensibilidad humana detrás de la operación de los títeres no hay máquina que la pueda igualar... por ahora.
Otra cosa que me dio gran placer fue el poder sentarme con mis hijos a verla, sentirme niño nuevamente ahora en su compañía y asombrarme de verlos tranquilos y embobados con una película que tiene solo unos poco años menos que yo.

Probablemente no sea recomendable para niños muy pequeños porque igual hay algo de violencia y oscurantismo que puede asustarlos, pero vale la pena darle una revisada. Se prepara para el año siguiente una secuela animada en 3-d. El poder del Cristal Oscuro, dirigida por Gendy Tartakowsky, conocido por haber creado El Laboratorio de Dexter, puede que rescate la historia y los personajes pero, no será lo mismo que ver a estos maravillosos títeres-marionetas.


10.01.2008

LAS PELICULAS QUE DETESTO: La Vida es Bella (1997)


Lo sé. Me voy a echar un montón de gente encima, como cada vez que en conversaciones informales de cine se me ocurre mencionar que esta película no me gusta, que no le encuentro ninguna gracia a Benigni y que, en definitiva, este producto ganador del Oscar (lo que en general no representa mucho), no es más que uno de tantos otros sosos, lambiscones y febles proyectos cinematográficos destinados a emocionar a la galucha…

Claro está que es mi personal y no tan humilde opinión. A pesar de mis críticas, respeto a quienes encuentran este film una maravilla. Por lo mismo espero que los lectores respeten mi punto de vista, basado en varios visionados de este film, en diferentes épocas. Obvio. La primera impresión no es la que vale y muchas veces el revisionado de las películas te hace cambiar de opinión para bien o para mal. Sin embargo, desde el comienzo, La Vida es Bella me desagradó. Probablemente se deba a la hiperkinesia molesta de Benigni (qué controlado luce cuando trabaja con Jarmusch! Parece que fuera otra persona), o quizás sea la excesiva simpleza de la historia. A lo mejor se trata de una cuestión personal, pues nunca me han gustado mucho las películas del holocausto, salvo honorables excepciones. Quizás sea que desde el comienzo, el juego de Guido (Benigni) y su hijo Josué (Giorgio Cantarini) en medio de la guerra me pareció absolutamente no creíble. Está bien, los niños son inocentes, pero hay que ser un retrasado mental para no darse cuenta de lo que está ocurriendo en el ghetto.

En fin, esos detalles son los que me llevan a detestar esta película. Hay otros más. Tampoco me encaja la unión de las dos historias, lo que prácticamente obliga a dividir la película en dos partes: la primera, en que se cuenta la historia de amor de Guido y Dora (Nicoletta Braschi). La segunda, en cambio, se sumerge en la vida de la pareja cuando ya están casados y con su hijo, justo antes de empezar el holocausto en Italia. Ojo. Ese si es un hecho rescatable pues del genocidio europeo y a pesar de la gran cantidad de películas hechas, es poco lo que se ha mostrado de las aberraciones nazis en otros puntos de Europa a parte de Alemania y Polonia. En fin, el asunto es que a mi parecer, ambas partes no pegan ni juntan y perfectamente se podrían haber hecho dos películas por separado.

¿Por qué ganó tantos premios? Me late que se debe al gusto tierno de muchos críticos y jurados de festivales que ven cualquier película un tanto trágica, llena de buenas intenciones y medio cebollera, una mina de oro, un hit de taquilla. Por lo menos eso paso con la sobrevalorada Vida es Bella, una de esas cintas que deja bastante que desear porque, desde mi punto de vista, no aporta nada al género ni formal ni temáticamente. En general, son muchas las películas que no lo hacen (incluso muchas que yo mismo he comentado), pero creo que en este caso particular, se trata de una cinta alabada excesivamente, elogiada en sobremanera, aplaudida por un público que gusta de las cosas simples y el lagrimeo forzoso. Y eso, definitivamente, no la convierte en una buena película.

Por supuesto, si quiere llorar a raudales, si antes de verla realmente usted se cree el cuento de un niño que gracias al histrionismo paterno no es capaz de darse cuenta que está al borde de la muerte, si lo suyo son las películas del holocausto, donde el sufrimiento extendido por secuencias masoquistas es lo suyo, véala. Seguro se convertirá en una de sus favoritas. Yo prefiero ser honesto y decirle a usted, que no gusta de nada de lo mencionado anteriormente, que no se pierde de nada. Que Benigni no es buen actor, aunque sí es un tipo cuyos movimientos y gesticulación excesiva pueden cansar y volver loco a cualquiera en quince minutos. Prefiero decirle que el guión es menos que regular, que probablemente la foto y la música se salvan del desastre. Que si no le gustó la cursilería de Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore, 1988), menos le gustará esta mezcla nada refrescante y poco original de romance con tintes sociales, algunos retazos del género bélico, otros tantos elementos del género infantil, pero por sobre todo, una especie de apología que el mismo Benigni se hace y que alcanzó su mayor nivel de autoadmiración en aquel fracaso de taquilla que fue Pinocchio (2002).

Quizás si derechamente, Benigni se hubiese arriesgado a hacer una comedia del tema, las cosas hubiesen resultado mucho mejor, aunque dudo que hubiera obtenido el favor del público que si consiguió con esta mezcla fallidamente tragicómica que no se define, que no tienta, que no luce, que no calienta ni emociona por su facilismo, excesivas buenas intenciones, lucimiento exacerbado de su protagonista-guionista-director y porque, qué más da, no es el tipo de películas en que recomiendo perder tiempo, ojos y energía…

LA PELICULA
La Vida es Bella
(La Vita é Bella)
1997
117 minutos
Dirigió Roberto Benigni
Produjeron Elda Ferri y Gianluigi Braschi
Guión de Roberto Benigni, basado en la obra Un Testimonio del Holocausto de Vicenio Cerami
Editó Simona Paggi
Música de Incola Piovani
Fotografía de Tonino Delli Colli
Actuaron Roberto Benigni, Nicoletta Braschi, Marisa Paredes, Giorgio Cantarini y varios secundarios que no parecían nazis…