1.06.2008

Leones de Segunda Mano o el insufrible camino de la madurez


Bueno, ya que estamos en vacaciones, qué mejor que recomendar una peli para ver en familia una tarde de domingo, una de esas bien mamonas, que te dejan grandes mensajes morales y éticos y en este caso, enseñanzas obvias acerca de la vejez, la codicia, el amor familiar y como ya dije, también acerca del insufrible camino hacia la madurez.

Leones de Segunda Mano no es una gran película. Apenas si le alcanza para buena o regular, pero de todas formas se salva, en especial por la presencia de dos pesos pesados del cine contemporáneo, Michael Caine y Robert Duvall, en el rol de dos viejos hermanos que viven en una cabaña decrépita, solos, espantando a balazos a quien se acerque a sus dominios. Hasta ahí llega Walter, un joven tímido e introvertido, al borde de la adolescencia, a pasar un tiempo con el par de excéntricos viejos. Su presencia no es casual ni mucho menos. Al contrario, su madre lo deja en aquel lugar con la poco sana intención de que los ancianos le agarren buena al cabro chico para que lo incluyan en su testamento, pues toda la familia supone que los hermanos McCann esconden en su covacha una tremenda fortuna.

Por supuesto que Walter no está ni ahí con perder su tiempo con los McCann, pero poco a poco, entre anécdotas de la Primera Guerra Mundial, recuerdos de gloriosos romances, algunos balazos, un león viejo y casi agónico que los viejos compran para sentir que están cazando en África y varios sabios consejos, Walter irá conociendo a estos dos personajes y demás está decirlo, creará lazos de férreo afecto mientras las secuencias se suceden muchas veces sin ninguna gracia.

El asunto es que Leones de Segunda Mano, la segunda película de Tim McCainles, se sostiene principalmente por las actuaciones de Caine y Duvall que dan el tono perfecto a estos dos personajes a simple vista patéticos y solitarios, pero que tienen la película de la vida más que clara. Sólo así es que la película nos brinda algunos momentos hilarantes (como el de la pelea de Duvall con unos jóvenes rebeldes en el bar que frecuentan) y otros bastante emotivos, en los que el autoconocimiento, el aprendizaje por las buenas y por las malas y la sabiduría que a fuerza de experiencia se transmite, son los personajes principales. Mención a parte merece el cerdo adiestrado de los McCann, quizás el mejor personaje secundario de la película. Es una lástima que no tenga más protagonismo.

Ya lo dije, no es una gran película, pero es ideal para estas vacaciones, para ver con los hijos y aprender algo de la vida. A lo más entretenida, los cinéfilos redomados encontrarán en ella la gracia de las soberbias actuaciones de Caine y Duvall que se llevan todos los aplausos por ser capaces de transmitir con la fuerza de siempre, los sentimientos compartidos de este par de hermanos que se apartó de la sociedad, que envejece irremediablemente, que vive de recuerdos magnificados por el tiempo, pero que aún así tiene mucho que entregar… Igual que todos los viejos que generalmente tanto nos aburren y despreciamos…

FICHA TECNICA
Leones de Segunda Mano (Secondhand Lions)
2003
109 minutos
Dirección y Guión: Tim McCanlies
Producción: Corey Sienega, Scout Ross, Amy Sayres, David Kirschner
Fotografía: Jack N. GreenEdición: David Moritz
Reparto: Michael Caine, Robert Duvall, Haley Joel Osment, Kyra Sedgwick, Nicky Katt, un león viejo y varios vendedores viajeros.

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