Si hay algo que me gusta de John Cusack es que, salvo escasas excepciones, no hace películas cuáticas. Tampoco tiene muchas memorables, pero se salva con Say Anything (1989, todo un símbolo de la juventud ochentena), la genial The Grifters (1990), la oscurita Grosse Point Blank (1996, de la que también fue guionista), Pushing Tin (1998), la incomparable Being John Malkovich (1998), High Fidelity (2000) y esa entrañable comedia que es America’s Sweethearts (2001). En fin, es un tipo que a pesar de sus ticks, expresiones repetitivas y no muchos recursos actorales, se la ha jugado por cosas que difieren bastante de lo común que se hace en Hollywood o del cine netamente comercial en general, por lo menos, en lo que a temáticas se refiere. Y claro, con un currículum envidiable en loq ue se refiere a producir y apoyar cine independiente y teatro.
Con Un Niño de Otro Mundo la cosa funciona como en gran parte de su filmografía: una temática interesante, con actores conocidos pero buenos en sus papeles y uno que otro mensaje sonre el cual pensar después de ver la peli. Cusack hace el rol de David Gordon, un escritor de ciencia ficción al que le ha ido bastante bien con su más reciente novela, pero que ha sufrido la muerte de su esposa. Uno de sus proyectos inconclusos como familia, había sido el adoptar un hijo, así es que David decide concretar aquel sueño, aún no muy seguro de poder dar ese paso. Con el apoyo de Sophie (la hermosa Sophie Okonedo), una bonachona asistente social, logra dar con Dennis (Bobby Coleman), un chico que aún no llega a los diez años, pero sumamente desadaptado e introvertido, al punto de pasar el día dentro de una caja de cartón, convencido de venir de Marte.
La primera en oponerse a la decisión de (intentar) adoptar un hijo es su propia hermana, Liz (Joan Cusack, siempre en el punto justo), que se despacha algunos de los mejores diálogos de la peli pues, aunque es madre de dos diablillos, tiene la película muy clara en lo que se refiere a deberes y responsabilidades paternas. Aún así, David corre el riesgo y comienza a convivir con este muchacho que, por momentos, realmente hace pensar en su verdadera y espacial procedencia. Ayudado por su paisajista Harlee (Amanda Peet), David comienza a aprender a ser padre y Dennis, a ser un chico normal… bueno, no normal, pero si a adaptarse un poco al mundo que lo rodea y que por cierto, no le agrada mucho...
Como ven, la premisa es sencilla. De marciano, el muchacho tiene sólo momentos, algunos muy buenos por lo demás (como cuando le habla a David de los deseos marcianos), pero se trata simplemente de un viaje de descubrimiento que en el guión, tiene algunos baches. No es una mala película, para nada. Sus casi dos horas se dejan ver con cierto agrado, en especial por el deseo que se genera en el espectador por descubrir el origen del dolor de Dennis que provoca la inestabilidad emocional que David lucha por equilibrar usando herramientas distintas y lejanas a las de la psicología o psicopedagogía establecida, al sentirse identificado con el pequeño que usa cinturones con plomo para no irse “volando” a su planeta de origen. En medio, una historia de amor no resuelta, la visión un tanto demonizada de los servicios sociales, algunas frases para el bronce… poco humor y por suerte, poca cebolla (eso sí que se agradece)… Nada del otro mundo…
Deja la sensación que pudo haber sido una película mejor. Que el tratamiento del mundo interno del niño pudo haber sido mayor, quizás cercano a Hombre Mirando al Sudeste o su remake gringo K-Pax, pero la película se queda en la anécdota. El hecho que el cabro chico venga de Marte es una excusa para explorar las dificultades al momento de enfrentar la paternidad y también, la oportunidad de adaptarse a una familia que, en este caso, por suerte no es la típica familia gringa que quiere hacer el bien de todas las maneras posibles. Pero algo falta. Quizás un poco más de sinceridad, a lo mejor no haberla presentado como una comedia sino como el drama que es. Quizás un John Cusack más comprometido con un papel que por momentos parece no calzarle. Quizás un poco más de ciencia ficción, sembrar la real duda del origen del niño que detesta el sol, que no cree en los lazos afectivos y que vive en medio de un mundo que lo ha desilusionado… ¿Les suena conocido eso?...
De todas maneras y a pesar de mis críticas, es una película recomendable. Se pierde más cosas no viéndola que disfrutándola un domingo en la tarde, ojalá junto a la familia…
LA PELICULA
Un Niño de Otro Mundo
(Martian Child)
2007
110 minutos
Dirigió Menno Meyjes
Produjeron Ed Elbert, David Kirschner y Toby Emmerich
Escribió David Gerrold basado en su novela homónima
Fotografía de Robert D. Yeoman
Música de Aaron Zigman
Editó Bruce GreenActuaron John Cusack, Bobby Coleman, Amanda Peet, Joan Cusack, Sophie Okonedo, Oliver Platt, Richard Schiff, Howard Hesseman y Anjelica Huston en un papel cortito pero contundente...
Con Un Niño de Otro Mundo la cosa funciona como en gran parte de su filmografía: una temática interesante, con actores conocidos pero buenos en sus papeles y uno que otro mensaje sonre el cual pensar después de ver la peli. Cusack hace el rol de David Gordon, un escritor de ciencia ficción al que le ha ido bastante bien con su más reciente novela, pero que ha sufrido la muerte de su esposa. Uno de sus proyectos inconclusos como familia, había sido el adoptar un hijo, así es que David decide concretar aquel sueño, aún no muy seguro de poder dar ese paso. Con el apoyo de Sophie (la hermosa Sophie Okonedo), una bonachona asistente social, logra dar con Dennis (Bobby Coleman), un chico que aún no llega a los diez años, pero sumamente desadaptado e introvertido, al punto de pasar el día dentro de una caja de cartón, convencido de venir de Marte.
La primera en oponerse a la decisión de (intentar) adoptar un hijo es su propia hermana, Liz (Joan Cusack, siempre en el punto justo), que se despacha algunos de los mejores diálogos de la peli pues, aunque es madre de dos diablillos, tiene la película muy clara en lo que se refiere a deberes y responsabilidades paternas. Aún así, David corre el riesgo y comienza a convivir con este muchacho que, por momentos, realmente hace pensar en su verdadera y espacial procedencia. Ayudado por su paisajista Harlee (Amanda Peet), David comienza a aprender a ser padre y Dennis, a ser un chico normal… bueno, no normal, pero si a adaptarse un poco al mundo que lo rodea y que por cierto, no le agrada mucho...
Como ven, la premisa es sencilla. De marciano, el muchacho tiene sólo momentos, algunos muy buenos por lo demás (como cuando le habla a David de los deseos marcianos), pero se trata simplemente de un viaje de descubrimiento que en el guión, tiene algunos baches. No es una mala película, para nada. Sus casi dos horas se dejan ver con cierto agrado, en especial por el deseo que se genera en el espectador por descubrir el origen del dolor de Dennis que provoca la inestabilidad emocional que David lucha por equilibrar usando herramientas distintas y lejanas a las de la psicología o psicopedagogía establecida, al sentirse identificado con el pequeño que usa cinturones con plomo para no irse “volando” a su planeta de origen. En medio, una historia de amor no resuelta, la visión un tanto demonizada de los servicios sociales, algunas frases para el bronce… poco humor y por suerte, poca cebolla (eso sí que se agradece)… Nada del otro mundo…
Deja la sensación que pudo haber sido una película mejor. Que el tratamiento del mundo interno del niño pudo haber sido mayor, quizás cercano a Hombre Mirando al Sudeste o su remake gringo K-Pax, pero la película se queda en la anécdota. El hecho que el cabro chico venga de Marte es una excusa para explorar las dificultades al momento de enfrentar la paternidad y también, la oportunidad de adaptarse a una familia que, en este caso, por suerte no es la típica familia gringa que quiere hacer el bien de todas las maneras posibles. Pero algo falta. Quizás un poco más de sinceridad, a lo mejor no haberla presentado como una comedia sino como el drama que es. Quizás un John Cusack más comprometido con un papel que por momentos parece no calzarle. Quizás un poco más de ciencia ficción, sembrar la real duda del origen del niño que detesta el sol, que no cree en los lazos afectivos y que vive en medio de un mundo que lo ha desilusionado… ¿Les suena conocido eso?...
De todas maneras y a pesar de mis críticas, es una película recomendable. Se pierde más cosas no viéndola que disfrutándola un domingo en la tarde, ojalá junto a la familia…
LA PELICULA
Un Niño de Otro Mundo
(Martian Child)
2007
110 minutos
Dirigió Menno Meyjes
Produjeron Ed Elbert, David Kirschner y Toby Emmerich
Escribió David Gerrold basado en su novela homónima
Fotografía de Robert D. Yeoman
Música de Aaron Zigman
Editó Bruce GreenActuaron John Cusack, Bobby Coleman, Amanda Peet, Joan Cusack, Sophie Okonedo, Oliver Platt, Richard Schiff, Howard Hesseman y Anjelica Huston en un papel cortito pero contundente...
1 comentario:
AME ESTA PELICULAAAAAAAAAAAAAA !
la verdas muy pero muy buena.
Publicar un comentario